Dejo un breve reseña de un articulo que acabo de leer que trata sobre la necesidad de la intervencion de los padres en los niños a temprana edad para que estos adquieran el habito de la lectura, me parecio interesante. Copy & paste de una parte y pongo link para el que le interese profundizar.

Saludos.


Fidelización del niño
a la literatura


Llega un momento en el que es ineludible nuestro arbitraje
en la evolución lectora de nuestros hijos.
Orientación, perspicacia y sobre todo disfrute son las claves necesarias
para que los más pequeños de la casa acaben desarrollando un hábito lector
que les ayude a crecer como personas y les permita navegar hacia nuevos horizontes.
La fantasía puede ser una herramienta adecuada para alcanzar esos objetivos;
basta con encontrar los libros adecuados y ponerlos a su alcance.

¿ P O R Q U É N U E S T R O H I J O
D E J A D E L A D O L O S L I B R O S ?

Dice la doctora Isabel Orjales Villar en su libro: Practicar la lectura sin odiar la lectura (Editorial Cepe, 2006) que la mayoría de los niños, a los tres años, muestran un entusiasmo especial a la hora de encarar su aprendizaje como futuros lectores, pero, dos años más tarde, muchos de ellos llegan a aborrecer los libros y acaban dejándolos de lado. Uno de los problemas
que señala la doctora Orjales es que la mayoría de los docentes se preocupan más de la forma que del fondo. Es decir, volcamos nuestro esfuerzo en que el niño alcance una velocidad de lectura adecuada y tratamos de que lea con exactitud, exasperándonos cuando activa mecanismos internos de procesamiento y se adelanta o inventa el final
de una palabra o de una frase redactada en un libro, lo que viene a llamarse lectura por ruta visual o léxica.
El primer fin del educador para luchar contra uno de los males endémicos que hoy azotan a nuestros jóvenes es potenciar el entendimiento del texto. Esa labor pasa por las manos del docente que, a su vez, debe de ser un hábil psiquiatra que ayude a nuestro primer lector a superar los escollos que atañen
al proceso de automatización lectora y se vuelque en la necesidad de inculcarle nociones básicas que retengan su atención en el texto que se lleva entre las manos.
Dejemos de lado estos primeros inconvenientes y supongamos que nuestro hijo ha superado ese proceso de automatización y decodificación lectora y asimila correctamente los textos y ha encontrado un estímulo satisfactorio en la lectura de un libro. Son los fundamentos básicos para profundizar en este artículo. Llegados a este punto, sobreviene el siguiente problema a salvar: ¿qué libros debemos darle para que el proceso continúe con
naturalidad y el chico no halle en su camino un obstáculo traumático que le haga desistir?
Partamos de una sencilla reflexión: un niño de siete u ocho años ya está desarrollando una personalidad propia que abarca todo tipo de dilemas morales, sueños y pensamientos. Está desarrollando una escala de valores que lo definirán como individuo y como persona con aficiones arbitrarias. ¿Cómo descubrir esas aficiones? Nada más fácil. Observando sus juegos, viendo su actitud ante el entorno social que lo rodea, descubriendo cuáles son sus preferencias a la hora de ver un programa por televisión… las posibilidades son infinitas.
Una vez claros sus gustos, será muy simple volcarlos en sus hábitos de lectura y encaminar sus primeros pasos en el maravilloso mundo de los libros.

http://www.comunicacionypedagogia.co.../pdf/237/2.pdf