Cita Iniciado por Saisyu Ver Mensaje
Hace ya 5 años que viajo en tren y subte todos los días en hora pico tanto a la ida como a la vuelta. He sufrido y visto apoyadas propias y ajenas, y algunas más que simples "frota nalgas" fueron literalmente abusos sexuales.

Una vez, en el ramal del tren Roca (Ezeiza-Constitución) venía leyendo tranqui cuando se escuchó el grito de una mina en la otra punta del vagón, muy bien no se veía que estaba pasando porque venía algo lleno, pero se escuchaba a la flaca gritar "me mostró el pito, me mostró el pito!!!", claro que automaticamente todo el mundo comenzó a darse vuelta porque a todos les gusta el puterío.

En ese momento, un vendedor ambulante zarpado en gordo se alejaba rápido del lugar, llevaba una caja de mentitas o algo parecido mientras la mina continuaba gritando "Ese me apoyó el pito, me apoyó el pito!!!". Todo sucedía muy rápido pero era más que obvio que ese Oso Panda había sido el culpable del abuso.

En situaciones como estas es difícil reaccionar a tiempo, uno no sabe qué hacer generalmente, pero cuatro barrenderos valientes se cruzaron por su camino, se le plantaron en el medio y le preguntaron "¿Que pasó allá? ¿Qué hiciste gordo?". Cualquiera hubiera pensado que se iba a armar la gorda (valga la redundancia) en medio del vagón, pero Bonadeo no arrugó y se sacó el cinturón del jean al grito de "Vengán putos, dale vengan que me banco a los cuatro!!!", digamos que no era Indiana Jones con su látigo pero metía bastante miedo y más con la terrible hebilla de metal que tenía.

Algunos no podían evitar reirse, parecía una escena de una película de Segal, la mina a los gritos por el detrás y ninguno de los cuatro fantásticos se animaba a arrimarse, era solamente puro amague al grito de la hinchada "Gordo pito corto!!", "Gordo manicero!!", "Gordo puto!!", etc., pero nadie siquiera lo tocaba.

No se si estaba borracho o drogado, pero el tipo a la próxima estación se bajó y nadie lo corrió. Después, según dichos de la mina, el tipo la había visto sentada y bonita y le fregó la verga por la carita. Pobre mina, como habrá quedado, se sentía a salvo de las apoyadas en el asiento y terminó con olor a pito de gordo por todos lados.
JAJAJAJAJAJA holy Crap!!!!! xD

Que buena anecdota LPM! XD jajaja