Parte del Debate Rucci - Tosco
P.: ¿Qué es la revolución para usted, Rucci?
RUCCI: La revolución es la que se plasmó en
1946 cuando el peronismo, prácticamente por sus
votos, barrió la alianza nefasta de la Unión Democrática.
P.: Pero con eso no la define...
RUCCI: Bueno la revolución es... Es decir, la revolución, mejor dicho una revolución, creo que no es
ninguna novedad saber lo que es una revolución...
Una revolución puede ser cruenta o incruenta. La
revolución es provocar el gran cambio que entierre esta estructura que somete a los pueblos; estructuras que someten a los trabajadores y que
colocan al país en el terreno de la dependencia.
Revolución es liberación, la forma de encarar la
revolución, la forma de llevarla y concretarla, eso
depende...
P.: Pero si usted dice que la propiedad de los
medios de producción debe ser de los particulares, del Estado o del...
RUCCI: No. La revolución que sostenemos los peronistas no es la revolución de decir aquello que
tenés vos es mío y vos hoy no tenés nada. Es decir,
acá no se trata de apropiar nada. Acá la revolución tiene que tener como objetivo fundamental
el respeto a la dignidad humana. Punto segundo:
que el capital cumpla una función social y se integre a las necesidades del país.
P.: ¿Usted entiende que en los países socialistas no hay respeto por la dignidad humana?
RUCCI: Si usted me dice que Rusia es un país
socialista yo le digo que es uno de los pocos paí-
ses, quizás el único en el mundo, donde el sindicalismo no existe. No hay libertad sindical sino
que los dirigentes son funcionarios del gobierno,
lo que implica...
P.: Le estoy hablando de Cuba, Rucci.
RUCCI: Bueno yo diría que el fenómeno de Cuba
es la lógica consecuencia que se plantea en el momento en que vivimos.
PANDOLFI: , pero concretamente, sin tantas
palabras?
RUCCI: Soy un admirador de la revolución cubana.
P.: ¿Adoptaría ese medio para la Argentina, ese
tipo de salida para el país?
RUCCI: Yo apoyaría toda revolución destinada a
la liberación del pueblo.
P.: Entonces, ¿cómo tendría que ser la liberación del pueblo en un futuro inmediato?
RUCCI: La liberación del pueblo en un futuro inmediato se puede dar a través del proceso que el
Movimiento Peronista ha optado: las elecciones.
Lo que no implica de manera alguna que ese sea
el único hecho idóneo para una revolución. Optamos por el camino incruento. Hay un proceso
que se gesta en el mundo que nada ni nadie podrá
detener.
P.: ¿Todos los sindicalistas optan por ese camino o hay otros que están buscando la conspiración para entenderse con un sector militar?
RUCCI: En este aspecto creo que lo fundamental
para mi, por lo menos como Secretario General de
la CGT, es mantener la vida orgánica, y si algún
dirigente ilusoriamente cree que él o algunos más
pueden torcer este proceso en el cual está empe-
ñado el movimiento obrero, se equívoca.
P.: ¿Por la vía orgánica de la CGT se puede acceder al poder?
RUCCI: Escúcheme... yo he sido elegido...
PANDOLFI: Al poder real del Estado. . .
RUCCI: Nosotros entendemos que el movimiento
obrero debe participar en el gobierno.
PANDOLFI: ¿Pero no se plantea nunca la toma
del poder?
RUCCI: Escúcheme, permítame, puede ser a través de las elecciones. En 1946 se concretó a través
de las elecciones.
P.: Tosco, yo quiero preguntarle ¿por qué cuando
estuvo detenido rechazó los pedidos de libertad
que se hacían por parte de la CGT? ¿Era porque
los hacía Rucci?
TOSCO: No. Nosotros no aceptamos el pedido de
libertad sino que reclamábamos la libertad (que
después la exigió el pueblo por nuestro caso) de
todos los compañeros presos, políticos, gremiales y estudiantiles, entre los cuales me encontraba yo. Y porque nosotros, en este momento, no le
pedimos a la dictadura la libertad de los presos
sino que luchamos. El paro que hemos hecho en
la CGT de Córdoba; nuestros pronunciamientos
categóricos donde exigimos la libertad de todos
los compañeros presos, políticos, gremiales y estudiantiles, son elocuentes...
P.: ¿Usted cree que existen explotados y explotadores?
RUCCI: Existen explotados y explotadores. Entonces nosotros tenemos que plantear la cuestión
para que desaparezcan los explotados y los explotadores dentro de una sociedad integrada, cada
uno con sus obligaciones y sus derechos, pero jamás como está ocurriendo en este momento. Un
millón y pico de trabajadores prácticamente sin
la posibilidad de llevar sus salarios a sus casas
y con salarios que no conforman. Todo eso es el
resultante, no -como muchos suponen- de la actitud de la Confederación General del Trabajo; esto
tiene origen en un sistema que, aunque muchos
dicen que lo combaten, se complican con el sistema, combatiendo a la Central Obrera. Nosotros
estamos en la lucha por la asunción del poder.
Hemos optado, como hombres que militamos en
el Movimiento Peronista, por ese camino: el de las
elecciones. Pero ahí no termina. Porque nosotros
sabemos que este proceso se ha aceptado y sigue
su marcha. De ahí es que si el gobierno intenta
proscribir o detener estas elecciones no significa
que nos quedaremos cruzados de brazos y tolerando el sistema.
P.: ¿Usted identifica el concepto de explotado y
explotadores con el sistema capitalista?
RUCCI: Acá en este momento se plantea una
cuestión de dependencia. Y no solamente la presencia de monopolios en nuestro país, sino de argentinos cipayos, que se ofrecen a esos monopolios. Lo que significa que lo primero que hay que
plantear cuando el gobierno asuma el poder es la
defenestración de todos aquellos capitales que no
están al servicio de la Nación y que no se integran
dentro de la comunidad. Como hay industriales
mercenarios, industriales que se ofrecen con generosidad a los capitales extranjeros, también hay
industriales que son argentinos y tanto o más nacionalistas que nosotros.
P.: ¿El capital nacional explota igual que los
monopolistas?
RUCCI: El capital nacional, si se integra en la comunidad y ofrece al trabajador un salario digno
que le posibilite vivir decorosamente, no explota.
Si el capital nacional tiene al trabajador en su
fábrica sometido, con inmerecidos y dentro de un
régimen que lo somete, es tanto o más explotador
y comete mayor delito que el de afuera por el hecho de ser argentino.
P.: ¿Cuál es su opinión, Tosco?
TOSCO: El movimiento obrero no puede menos
que plantearse, en esta etapa, los grandes problemas que surgen de la dependencia. Debe plantearse entonces la liquidación del dominio imperialista en nuestro país -particularmente del
imperialismo yanqui- sobre la base de medidas
concretas y, al mismo tiempo, en estrecha solidaridad con los movimientos de liberación, como en
el caso del gran triunfo del pueblo vietnamita y
la lucha de los pueblos de Africa y Asia, que también levantan estas banderas de independencia.
Quien se queda en los estrechos márgenes del economicismo del movimiento obrero que demanda
solamente aumentos de salarios, va a ser permanentemente un apéndice del sistema, pero esas
son banderas que se levantan desde hace mucho
tiempo en el movimiento obrero. Son banderas
que se continúan levantando; pero que hay que
llevarlas a la práctica porque no es cuestión de
inscribirlas en algún documento o de exponerlas
en alguna oportunidad de debate, sino reivindicarlas en la práctica. Por otra parte le diré que,
donde hay un asalariado y hay un capitalista, hay
explotados y explotadores. Lo que no quiere decir que en el proceso de cambio, que nosotros llamamos de liberación nacional y social, no haya etapas que debemos cubrir en alianza con aquellos
sectores de la pequeña burguesía y de la mediana
burguesía que estén dispuestos a enfrentar esa
penetración imperialista que no tiene solamente
una hegemonía continental sino que hay también
una hegemonía extracontinental.
P.: ¿Aún dentro del radicalismo? Porque a usted siempre se lo vincula con el radicalismo.
Inclusive hace muy poco tiempo le preguntaron qué opinaba del doctor Balbín y usted dijo
que no lo conocía. Eso parece un chiste. Porque, aunque usted no lo conozca personalmente, no es necesario para opinar sobre él.
TOSCO: Yo he dicho que Balbín representa el
sector de derecha, el sector conservador del radicalismo. Y ese planteo lo ratifico aquí.
P.: ¿Y el doctor Illia también? Usted ha tenido
contacto epistolar con él.
TOSCO: El doctor Illia es un amigo personal al
cual respeto. He tenido contacto epistolar con él.
No lo niego. Lo asumo con toda honestidad. Sin
que ello signifique que comparta la política y la
ideología del doctor Illia. Porque es una ley que
no sólo somos amigos de aquellos con los cuales
nos sentimos identificados ideológicamente
P.: Usted ha dicho que tanto la fórmula Cámpora-Lima como la radical de Balbín representan los márgenes de derecha del peronismo y
del radicalismo.
TOSCO: Así es. Y en el caso del peronismo, particularmente con el doctor Solano Lima, que ha
dicho en “Resistencia” que si acceden al poder van a erradicar al marxismo (que es una ideología
respetable, como son respetables todas las ideologías) porque pregona la lucha entre los hombres.
No. No pregona la lucha entre los hombres, y si
es entre los hombres, va contra aquellos que por
la vía militar o por la explotación capitalista,
por la explotación imperialista, se sirven de esos
otros hombres. Claro que eso que él ha caratulado guerra, nosotros la asumimos, la sostenemos,
y también ha de ser contra él, que no tiene una
trayectoria muy popular que digamos.