¡La gran invasión!

[Duffrose43]

Por más de mil años, las culturas que lograron dominar las distintas zonas del continente, han coexistido entre sí en un delicado equilibrio.
Los humanos, una de las razas más jóvenes en el continente, han logrado conquistar las llanuras fértiles, cercanas a ríos, las cuales cultivaron y utilizaron para prosperar.
En las remotas montañas, los enanos, poderosos y antiguos guerreros, han dominado por completo la dura vida en ellas, trasformándose en grandes artesanos del metal y formidables guerreros.
Sobre los inmensos bosques en el norte del continente, los elfos son amos y señores de ellos. Dueños de conocimientos milenarios, su sabiduría no conoce límites.
Por último, en las remotas lagunas y pantanos, en el este del continente, se haya unas pequeñas islas flotantes, hogar de los Gnomos, misteriosa cultura de pequeños seres expertos en la magia.

Las diferentes culturas poco se relacionaban entre sí. La desconfianza y el temor a lo desconocido, fomentaba la enemistad hacia las otras culturas.

No obstante, en la actualidad, podemos ver como no existen más las divisiones entre territorios por razas, ni temor a otra cultura.
Existe una leyenda que cuenta como todas las diferentes culturas unieron sus fuerzas para evitar que un mal como nunca antes se ha visto, acabase con el mundo.

La historia narra como la unión de estas razas fue vital para salvar el Continente y del precio que pagaron para lograrlo.


Una de las habilidades especiales de los elfos era la predicción.
En sus templos poseían instrumentos diseñados por ellos mismos para la adivinación y la lectura del cosmos. Su principal observatorio, ubicado en el centro de su territorio, en los bosques del norte, era su instrumento más importante para poder conectarse con el firmamento.
Normalmente no podían utilizarlo cuando quisiesen, pues necesitaban de una energía especial para poder entender el mensaje estelar, y solo se emanaba tal energía una sola vez por mes.
Llegado el día de la lectura del firmamento, los astrónomos elfos, acudieron al observatorio para interpretar algún mensaje del firmamento.
En anteriores veces, las estrellas les indicaron los problemas que tendrían con las sequías, los grandes terremotos que azotarían las zonas cercanas a las montañas, territorio de los enanos y muchos otros datos que no solo incumbían en la vida de los elfos, sino en la vida de todo habitante dentro del continente.
En esta ocasión, el mensaje fue claro y terrible al mismo tiempo. Las estrellas irrumpieron en la mente de los astrónomos y les brindaron claras visiones sobre lo que atormentaría al mundo en poco tiempo.
Tal fue la infernal visión de los astrónomos que no perdieron tiempo en consultar nada más.
Se precipitaron al palacio real, y dieron su escalofriante mensaje al rey elfo.
Después de interpretar el mensaje de los astrónomos, el rey decidió que era vital que todas las razas se enteraran del mensaje. Para ello convoco a una reunión como nunca antes se había hecho hasta el momento.
Representantes de todas las culturas sobre el continente acudieron al llamado.
Fueron reunidos directamente en el Palacio Inmortal, centro del poder elfo.
Al confirmar que todos los invitados han llegado, aparecen en escena los Astrónomos.
El líder Astrónomo, un viejo elfo llamado Akhelar, actuó de porta voz y su mensaje fue el siguiente:

“Por medio de nuestra comunicación con las estrellas, hemos sido advertidos por ellas, fieles vigilantes del firmamento, que una terrible amenaza se encuentra entre nosotros. Por medio de la magia negra, un poderoso Portal ha sido abierto hacia una dimensión dominada por las antiguas criaturas que habitaron alguna vez este continente. Es cuestión de tiempo para que estas poderosas criaturas encuentren el camino hacia nuestro mundo, y lo invadan sembrando el terror en cada uno de nosotros. Lo único que podemos hacer para remediar esta terrible situación, es unirnos y evitar que estas criaturas logren penetrar en nuestro mundo”.

Los representantes de todas las razas tomaron nota del mensaje apocalíptico, y retornaron rápidamente a sus tierras natales.

Los sabios Elfos localizaron la posición del maligno portal, del cual emergerían los demonios, y se apresuraron a montar una colonia que vigilaría los movimientos del portal, para que ninguna criatura pudiese pasar sin ser vista.
El portal fue invocado en las afueras de unas antiguas ruinas, posiblemente se tratase de alguna antigua ciudad habitada por estos seres infernales.

Desde cada rincón del continente, soldados, mercenarios y aventureros de todas las sociedades se pusieron en marcha hacia la localización del portal.

En las cercanías del Portal, se montó un campamento.
Los días pasaban, y del portal nada emergía.
En el séptimo día en que se había emplazado el campamento alrededor del portal, la tierra comenzó a estremecerse, el cielo se oscureció y poderosos rayos iluminaban el cielo, vientos terribles azotaron el campamento y una poderosa energía brotaba del Portal.
El campamento entró en pánico rápidamente, pues la mayoría eran aventureros y mercenarios, pocos eran soldados de profesión presentes, entrenados para todo tipo de situaciones, ya que con las naciones en plena desconfianza, poco era lo que enviaban al extranjero a combatir una amenaza que posiblemente era una exageración o algún plan de los elfos para disponer de las tropas de las demás naciones.
Pero la amenaza era real, muy real.
¡Un inmenso demonio emergió del portal!
Todos los presentes atacaron a la criatura con todos los poderes que conocían. Hechizos de todo tipo se vieron ese día. Los pocos valientes que se animaron a pelear cuerpo a cuerpo, fueron directo a cortar a la criatura con sus espadas y hachas.
A pesar del esfuerzo, la criatura parecía permanecer intacta. Nada surtía efecto, no lograban hacerla retroceder.
Muchos fueron los guerreros que perdieron la vida ese día.
La misión del campamento fracasó, y la criatura avanzó hacia la ciudad más cercana.
Se trataba de una colonia Humana establecida para el comercio.
La criatura no tardó ni un día en aniquilar todo ser vivo en dicha colonia.
Para peor, se confirmó que varias criaturas más emergieron del Portal y se dirigían a distintos puntos del Continente.

Lo que la historia no cuenta, es que el Portal no se invocó por si solo…alguien intercedió para que esta puerta dimensional sea abierta, y cuenta con suficientes conocimientos sobre las antiguas criaturas que habitaron el continente antes que las razas actuales…

[BBK]

Muy buena la historia lucia, la verdad muy buena. = )

[aramiR-]

Jajaj muy bien!.

[kRAMNiEj]

M... muy bueno, mis historias son infantiles al lado de esta jajaja, tengo qe empezar a usar ese vocabulario rolero

[tOmiii]

wuaw, están a full!

[Maty14]

Realmente me encanto, felicitaciones y cada dia me sorprendes mas con tus historias

[Leonelli]

Muy buena historia, no se si la hiciste vos sola o con los otros miembros de prensa, pero cada vez mejor ustedes, la verdad, muy buena historia

[Duffrose43]

Parte II:


Los soberanos de todas las naciones tomaron conciencia que si no enfrentaban seriamente esta amenaza, serían aniquilados uno por uno.

Las criaturas invasoras fueron descriptas por los pocos supervivientes de la masacre del campamento, como enormes criaturas de color rojo, con grandes garras y cuernos por todo su cuerpo. No solo poseían gran fuerza física, sino que poseían la habilidad de realizar conjuros mágicos.

Conocida la noticia de la masacre, los Humanos fueron los primeros en reunir un gran ejército, pues no podían dejar que otro poblado sea aniquilado por estas criaturas.
Las colonias enanas cercanas a las ciudades Humanas, formaron un pacto para agrupar sus filas y marchar hacia donde se encontraba la criatura del Portal más cercana.
Elfos y Gnomos, vecinos cercanos, hicieron lo mismo, y acordaron agrupar sus filas para combatir al resto de las criaturas que se dirigen hacia los bosques del norte, tierras de elfos.

La ciudad humana de Dharem fue el punto de encuentro para las unidades del ejército de todas las naciones. Esta ciudad se encuentra a varios kilómetros del Portal, y presenta varias fortificaciones ideales para detener allí a la criatura.

Tanto Enanos como Humanos, acamparon en la ciudad. El General a cargo de la operación era un antiguo héroe retirado, el General Myrium, conquistador de bastas tierras, quien engrandeció el reino humano y dotó a su ejército de modernas tácticas con estricta disciplina.
Del lado de los Enanos, su Capitán Theglor, es un veterano de viejas batallas contra los elfos.
Ambos acordaron hacerle frente a la criatura en campo abierto, antes que llegara a las fortificaciones, y en caso de que esta sobrepase las primeras líneas, retirarse hacia las murallas para evitar numerosas bajas.

Según los informantes, la criatura se dirigía directamente hacia ellos, destruyendo cualquier cosa a su paso. Se dice que en el trayecto, esta criatura fue invocando nuevos aliados demonios.

Las filas del ejército combinado de humanos y enanos, aguardaron en campo abierto la llegada de la criatura del portal junto a sus nuevos aliados demonios. Sabían que la batalla sería muy difícil, pero debían detener el avance de esta criatura a cualquier precio.

Llegada la tarde, en el horizonte, los jinetes que vienen siguiendo de cerca de la criatura del portal (ahora bautizada como Engendro del Demonio) ya son visibles; estos anuncian la llegada de la criatura, y junto a ella, una gran cantidad de demonios y criaturas salvajes, corrompidas por la energía maligna que emanan las criaturas invocadas por el Engendro.

Las criaturas avanzan rápidamente y pronto se encuentran al alcance de las lanzas y flechas aliadas. El ejército combinado abre fuego lanzando ráfaga tras ráfaga de flechas y lanzas que impactan de lleno a las criaturas salvajes y demonios. Provocan grandes bajas al enemigo, pero aun así, son tantas las criaturas que no logran hacerlas retroceder.

Viendo esto, el General, ordena a los jinetes avanzar hacia los lados de las unidades enemigas, mientras las unidades de infantería de enanos contiene la carga de las criaturas; los humanos se repliegan hacia los lados, tratando de abarcar la totalidad del campo. Los jinetes pronto se encuentran en la retaguardia de la oleada de demonios y ambos flancos logran unirse, encerrando a los demonios en el centro del campo.
Habiendo encerrado a los enemigos, tanto jinetes como infantería, liquidan a toda criatura que encuentran en su camino.

Pero aun falta enfrentar la peor de las amenazas, pues el Engendro se encuentra en medio del campo y todos los ataques lanzados contra él logra resistirlos, pues no hay flecha o espada que logre provocarle un golpe mortal.
La criatura logra eliminar varios grupos que se animan a intentar arrebatarle la vida. Con hechizos y golpes, se deshace de ellos. Pero poco a poco, su poder disminuye.

El mismo Engendro ahora se encuentra en una situación crítica, está completamente rodeado y sus demonios están siendo masacrados, no tiene como escapar ni oportunidad de avanzar. Para peor, comienza a notarse su falta de energía.

Theglor se abre paso entre los demonios y se encuentra cara a cara con la criatura; avanza hacia ella para asestarle un golpe crítico con su mazo de guerra, pero es inmovilizado por la criatura, quien ahora es la que intenta golpearlo con sus garras y terminar con la vida al Capitán de los enanos.
Cuando la vida Theglor estaba prácticamente perdida, emerge un guerrero, quien detiene el ataque de la criatura y remueve el hechizo que tiene inmovilizado al Capitán, permitiéndole a este asestarle el golpe definitivo a la criatura.

Una vez terminada la batalla, el guerrero se presenta ante todos, junto a un nefasto anuncio:

“Soy Vaxius, paladín de la tierras antiguas, y vengo a su continente a anunciarles que el mal está en camino a estas tierras. Este ataque no fue más que un mensaje de advertencia para estas tierras, su fin está próximo…”

Todos escucharon sus palabras y de inmediato los líderes del ejército combinado convocaron a una reunión general para saber más de este guerrero y del terrible augurio.

[BBK]

Estuvo buena la segunda parte.