Qué dijeron los diarios de EE.UU. sobre la respuesta del gobierno
New Orleans Times-Picayune , 4 de septiembre
Carta abierta al presidente George W. Bush.
El viernes, lo escuchamos fuerte y claro cuando visitó nuestra ciudad devastada y la costa del Golfo de México, y dijo: “Corregiremos lo que no está funcionando”. Por favor, perdónenos si esperamos a ver las pruebas de su promesa antes de creerle. Pero tenemos buenas razones para nuestro escepticismo.
Pese a las múltiples formas de llegar a nuestra ciudad, los burócratas de nuestro país pasaron varios días, después del huracán de la semana pasada, lamentándose sin hacer nada, deplorando el hecho de que no podían rescatar a las víctimas varadas de la ciudad, ni llevarles comida, agua o medicamentos. Cada funcionario de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) debe ser despedido, especialmente su director Michael Brown.
Nosotros, quienes somos de Nueva Orleans, no somos menos estadounidenses que quienes viven en las grandes planicies o en la costa del Atlántico. No somos menos importantes que aquellos de la región noroeste-Pacífico o de los Apalaches. Nuestra gente merecía ser rescatada.
Miami Herald , 3 de septiembre
Los congresos pasados y presentes, y los gobiernos en la Casa Blanca, de ambos partidos, han fracasado en la distribución del financiamiento necesario para reforzar los diques contra huracanes mayores a la categoría 3, y en la construcción de estructuras que impidan que el Lago Pontchartrain se desborde hacia la ciudad.
El Cuerpo de Zapadores del Ejército, responsable por los diques, nunca ha recibido financiamiento suficiente del Congreso o la Casa Blanca para cumplir su mandato de proteger a Nueva Orleans.
Mercury News, San José, California , 4 de septiembre
Si el gobierno no puede responder efectivamente a un desastre natural previsible días atrás en el radar meteorológico, ¿qué confianza pueden tener los estadounidenses de que estamos preparados para responder a otro atentado terrorista grave? La nación debe saber: Si la respuesta ante Katrina es un indicador sobre cuán bien preparada está la FEMA para lo inevitable, ¿qué va a hacer en caso de que ocurra lo inesperado?
The Atlanta Journal-Constitution , 4 de septiembre
Son una vergüenza los funcionarios públicos que reaccionaron lentamente a los gritos de ayuda desde Nueva Orleans. Son una vergüenza los criminales que merodean por las calles, haciendo presas a los pobres y los desamparados. Son una vergüenza quienes no atendieron las advertencias sobre la vulnerabilidad de Nueva Orleans. ¿Cómo pudo pasar esto en Estados Unidos?
The Times Herald-Record of Middletown, Nueva York , 4 de septiembre
El impacto del huracán fue magnificado por la respuesta, increíblemente lenta e inepta de las agencias gubernamentales de todos los niveles ante el desastre. Lo más sorprendente fue la falta de liderazgo de la Casa Blanca. En un momento de emergencia nacional, ningún funcionario público ofreció un mensaje consolador o de confianza de que la ayuda iba en camino a las víctimas y estaría ahí pronto. Ello fue porque la ayuda no estaba ahí.
Chronicle, condado de Citrus (Florida) , 4 de septiembre
Es claro que los individuos deben también asumir la responsabilidad por lo que pueden controlar. ¿Qué debe ocurrir para que la gente tome en serio las órdenes de desalojar? ¿Qué es lo que no entiende la gente cuando hay vientos de 175 millas por hora (282 kph)? Las advertencias son difundidas y son contadas las historias trágicas, y aún así, hay un grupo de gente que tontamente quiere esperar la tormenta.
The Democrat & Chronicle of Rochester, Nueva York, 3 de septiembre
Nos percatamos de algo que nos estremeció y nos hirió: Esto no era otro país, era Nueva Orleans. Eran estadounidenses muertos en las calles, mientras otros seguían muriendo.
New York Daily News , 5 de septiembre
“No permitiremos que la burocracia interfiera con el salvamento de vidas”, prometió el presidente Bush, pero la burocracia hizo exactamente eso, y sigue caminando pesadamente y a ciegas.
South Florida Sun-Sentinel , 3 de septiembre
¿Quién es el culpable? Elija usted. Comencemos con el alcalde Ray Nagin, quien culpa furioso al gobierno federal, pero quien envió inconscientemente a miles de personas al Superdome y al centro de convenciones, sin planes para sacarlos de ahí ni para atenderlos.
La gobernadora Kathleen Blanco fracasó también en la previsión de las dimensiones de una catástrofe que mucha gente vio venir. ¿Dónde está la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA)? La incompetencia de su director Michael Brown quedó otra vez de manifiesto.
Y luego, está el presidente Bush, nuestro ministro de vacaciones. Desde la mañana del domingo pasado, todo el mundo sabía que una catástrofe se avecinaba en la costa del Golfo de México. Sin embargo, nuestro “líder” permaneció en su hacienda en Texas.
The Washington Post , 5 de septiembre
Algunos atisbos de buenas noticias comienzan finalmente a surgir de entre los escombros y la desesperación de Nueva Orleans y de otras áreas devastadas por el huracán Katrina. Pero la lección indignante, clara e inquietante de la tragedia que continúa es el fracaso fundamental de todos los niveles del gobierno para proteger a sus ciudadanos.
Después de cuatro años y decenas de miles de millones de dólares gastados tras de los atentados del 11 de septiembre, esto sugiere que la preparación del país para lidiar con un desastre de gran envergadura sigue siendo insuficiente.
Omaha (Nebraska) World Herald , 4 de septiembre
Si los diversos niveles de gobierno no pueden hacer nada mejor que esto en un desastre natural predecible, y si los individuos son tan poco dignos de confianza en una emergencia, surge una pregunta aún más inquietante: ¿Qué confianza pueden tener razonablemente los estadounidenses sobre su capacidad de lidiar con un desastre auténtico en la “seguridad nacional”?
The Tampa Tribune , 3 de septiembre
La respuesta de Washington, tan lenta como un caracol, al colapso de Nueva Orleans, indica que el darle al Departamento de Seguridad Interna el control sobre los desastres nacionales ha sido, en sí mismo, un desastre.
Fuente : Diario Clarin