En una aldea de Aden se encontraba un hombre y su mascota. Pero como estaban muy solos, uno tuvo la idea de desnudarse, y de volver a vestirse para ir a comer unas facturas a la plaza, aquella plaza encantada, llena de luces y arbustos asombrosos, cuyos frutos estaban envenenados. Luego de comer las facturas decidió fumar un poco de pasto, ya que este tenía un pesticida que pegaba grozo.Al amanecer les agarro un enoooorme lakin en celo con el proposito de hacerles unos enemas