Cuba conmemora 26 de julio sin Fidel Castro
Los cubanos y simpatizantes de Fidel Castro en todo el mundo aguardaban hasta el miércoles con la esperanza de ver reaparecer el jueves en público al histórico líder de la Revolución, convaleciente desde hace casi un año, tras una delicada enfermedad intestinal.
El primer vicepresidente Raúl Castro quien presidió en Camagüey el acto central por el 26 de Julio, celebración que habitualmente encabezaba el mandatario.
Fue justamente el 26 de julio de 2006 cuando el estadista de 80 años de edad pronunció su último discurso en público, y cinco días después se publicó su "Proclama" al pueblo de Cuba, en la que delegaba temporalmente sus funciones al frente del país al primer vicepresidente, su hermano Raúl Castro.
Algo que alienta a sus seguidores es saber que "Fidel" se encuentra en "franca recuperación" de salud, según anunció hace unos días Carlos Valenciaga, su secretario personal, en la primera graduación de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), de la que egresaron 1.334 jóvenes.
Valenciaga dijo que a pesar de los trastornos de salud, Castro "no ha dejado de aportar sólidos argumentos a la batalla de ideas" que libra la isla, e instó a los graduados a imitar al estadista, haciendo de sus vidas "una universidad eterna".
Desde hace un año, el líder cubano sólo ha aparecido en fotos y videos y en una entrevista para el espacio televisivo "Mesa Redonda".
Mientras se recupera del todo, sigue activo en el quehacer oficial, y se comunica con el país mediante las "Reflexiones del comandante en jefe" que desde marzo aparecen en el "Granma".
Estos artículos frecuentes versan sobre los más diversos temas, y muestran que el octogenario líder mantiene sus extraordinarias facultades mentales y políticas, para alegría de muchos en todo el orbe y desencanto de sus enemigos permanentes en Estados Unidos y en países europeos.
A pesar de su recuperación, Castro -quien cumplirá 81 años el venidero 13 de agosto- no ha aclarado su futuro político, ni ha dicho si retomará el poder que transfirió con carácter "provisional" a su hermano Raúl el 31 de julio pasado, tras casi 50 años al frente de la nación.
Algunos detractores de Castro esperaron infructuosamentealgún resquebrajamiento o fisura en la política cubana en manos del histórico "número dos", pero el rumbo de la Revolución ha continuado, mientras Raúl Castro propuso en vano a Washington negociaciones en las que se respete la soberanía y autodeterminación de Cuba.
Sobre supuestas diferencias en la política de ambos hermanos, el canciller Felipe Pérez Roque dijo hace unos meses que "no hay en el pensamiento político de Fidel y de Raúl un alfiler de diferencia", al afirmar que la política revolucionaria de los dos líderes es la misma.
Entretanto, muchos siguen con interés el proceso electoral iniciado hace unos días en Cuba, y que concluirá en 2008 con la elección del presidente del Consejo de Estado, que desde la institución del Poder Popular en Cuba, en 1976, encabeza Fidel Castro.
Al respecto, el jefe del parlamento de la isla, Ricardo Alarcón de Quesada, pronosticó que Fidel "estará en perfectas condiciones para seguir asumiendo esa responsabilidad".
Negado a permanecer en cama por su espíritu rebelde y guerrillero, Fidel ha seguido trabajando desde su habitación, donde ha recibido a personalidades, estadistas como Evo Morales, Daniel Ortega y su amigo Hugo Chávez, y delegaciones de alto nivel de China y Vietnam, para intercambiar sobre el quehacer mundial y bilateral.
Muchas cosas han ocurrido en la siempre difícil relación Cuba-Estados Unidos mientras Fidel convalece: la Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA) admitió intentos de magnicidio contra Castro en los años 60, Washington liberó al terrorista Luis Posada Carriles y mantiene en prisión a los "cinco héroes" cubanos.
Gobernadores, legisladores y empresarios norteamericanos han visitado la isla este año, y luego han abogado en vano en su país por la normalizacion de las relaciones bilaterales, que siguen en punto muerto, debido sobre todo al bloqueo económico, comercial y financiero de casi medio siglo del país norteño contra Cuba.
Castro "no aparece", pero tampoco desaparece, sino que se recupera, para alegría de los cubanos y frustración de sus rivales políticos, como el presidente de EEUU, George W. Bush, quien expresó su esperanza de que "el buen Dios" se lleve "algún día" a Castro, lo cual causó masiva risa burlona hacia Bush en la isla.
El insólito anhelo del mandatario estadounidense también fue recibido con sorna por el mandatario cubano, quien ripostó que "el buen Dios me protegió de Bush", en alusión también a los más de 600 intentos de asesinato planeados contra él por la CIA.(CRI)
27/07/2007
Fuente: Peopledaily
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chau chau fidel