Sexo oral en la secundaria por dos pesos o por entrar al boliche

Chicos y chicas de Capital y el GBA consultados por Clarín lo admiten con naturalidad. Ellas dicen que lo hacen para poder comprar alcohol o para no quedarse afuera del grupo. Y ellos, que es por pura diversión.


Un amigo enganchó una oferta de una chica de 14 años en un boliche de la Costanera en diciembre: cinco pesos. Obvio que agarró", cuenta Manuel, de 17 años y de Recoleta. Para los varones, estas chicas son conocidas como las "peteras". Tienen entre 14 y 19 años, van a colegios secundarios (religiosos, laicos, mixtos o no) de Capital y conurbano, y por practicarles sexo oral a sus compañeros de aula, conocidos o desconocidos de otras escuelas, cobran entre 2 y 10 pesos. El dinero lo usan para comprarse tragos de alcohol durante las salidas del fin de semana. Pero eso no es todo: también lo hacen a cambio de que los chicos les hagan los deberes y en otros casos piden un "porro" o el simple hecho de que las dejen ingresar al boliche o a fiestas a las que no tienen acceso por ser menores de edad.

Aunque siempre se creyó que se trataba de un rumor o un mito urbano, Clarín conversó con chicas y chicos que lo admiten con naturalidad, y que aseguran que es una forma de hacerse de dinero de modo "simple, rápido y sin marcas" para no tener que pedirles a padres que, de otro modo, sospecharían que con plata en el bolsillo accederían al alcohol. Según ellos, "si no tomás, no tenés onda".

¿Dónde lo hacen? En los baños del colegio, en los micros que salen hacia los boliches o que van hasta los campos de deportes, o en los clubes de rugby y hockey, según testimonios coincidentes que recogió Clarín. "La hermana de mi ex novio, que tiene 16 años, me contó muchas veces que sus amigas les hacían sexo oral a los compañeros en el baño de varones del colegio para que les hagan la tarea", dice Eugenia (19 años, de San Isidro). Tomás (18 años, de Beccar) cuenta: "En mi colegio echaron a una chica de 16 porque la encontraron en el baño de mujeres haciéndole sexo oral a un chico de quinto por cinco pesos. Nos pareció zarpada".

Las madres parecen ser más comprensivas al momento de enterarse lo que hacen sus hijas o las amigas de éstas. Silvia, mamá de Micaela (13 años) señala: "A mí no me cierra el grupo de amigas de Mica. Cuando me cuenta algo, voy y lo hablo con sus madres. Porque las chicas se imitan entre ellas para no quedarse afuera". Hay padres, en cambio, que se niegan a creer que sus hijas estén involucradas: "Mi nena no haría eso jamás. La mato, no la dejo salir más", argumenta Ricardo, papá de Martina, de 15.

Mabel Bianco, psicóloga de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), lo califica como "un juego de sexo adolescente", debido a que "estas chicas no lo asocian con la prostitución". "Para ellas -detalla- una relación sexual es sólo sexo vaginal y/o anal". En tanto, las chicas confiesan que se trata de "jugar a ser prostituta por un rato", de "divertirse y llamar la atención a los varones", aunque algunas admiten que "para hacerlo es mejor estar borracha".

"Lo hacen para hacerse las cancheras porque son vírgenes. Hay minas a las que les gusta sentirse putas. El tema de la guita es para hacer más real la fantasía", explica Juan, de Palermo (18 años), que admite haberles comprado "Speed con vodka" a varias chicas a cambio de sexo oral.

Los chicos y chicas indicaron a Clarín que el término "peteras" no es nuevo ni se restringe a un lugar determinado. "Siempre lo hablamos con los chicos cuando hacemos el preboliche", asegura Gustavo (17 años), de Belgrano. "El año pasado, antes de terminar el torneo de rugby, un flaco de un club de La Plata contó que le pagó como a tres minas por hacerle sexo oral en las gradas de la cancha", añade.

Celina Calviño es psicóloga y da charlas de educación sexual en 150 colegios secundarios en todo el país junto a su hermana, Patricia, médica. Calviño explica: "Vamos a colegios de todos los niveles sociales y pasa en todos lados. Y escuchamos cada vez con más frecuencia dudas respecto al sexo oral".

En Capital y GBA existen organizaciones no gubernamentales que se ocupan de asesorar a chicas adolescentes que cobran por sexo oral. Puertas Abiertas es una de ellos. Está ubicada en San Telmo y es atendida por monjas. "Llegan chicas derivadas por psicólogos, familiares y amigos que se enteran de lo que hacían", cuenta la hermana Olga.

"En los bondis que salen todos los viernes y sábados a los boliches de San Miguel o a los del Centro, hay chicas que se van para el fondo, se tiran encima de los flacos y se ponen a hacerlo. A mí me da asco, así que me siento adelante de todo", contó Pilar, de Don Torcuato y de 16 años.