*AVISO: ESTA NOTA PUEDE QUE CONTENGA PARTES DE LA TRAMA DE LA PELICULA*





CANNES.- Los estudios de Hollywood suelen aprovechar la parafernalia mediática del festival (hay casi 4000 periodistas acreditados) para promocionar sus principales "tanques". Sucedió, en la apertura, con "El Código Da Vinci" y volvió a ocurrir ayer con la presentación, también fuera de competencia, de "X-Men: la batalla final", tercera entrega de la saga basada en la popular historieta de la editorial Marvel que esta semana se estrena en prácticamente todo el mundo.

Con una campaña publicitaria que no tuvo nada que envidiarle a "El Código Da Vinci", la 20th Century Fox inundó la Croisette con afiches gigantes del film que taparon incluso varias de las fachadas de los hoteles más lujosos de la ciudad (el Carlton, el Martínez, el Noga Hilton, el Majestic).

El despliegue de estrellas también fue avasallante: junto al director Brett Ratner llegaron hasta la Costa Azul y participaron del encuentro con la prensa el galán Hugh Jackman, Halle Berry, Famke Janssen, Anna Paquin y dos veteranos de lujo como Ian McKellen y Patrick Stewart, entre varios otros integrantes del elenco.

El film -de 150 millones de dólares de presupuesto- tiene como novedades principales la inclusión de varias escenas aéreas, un mayor énfasis en las secuencias de acción y una trama (sin demasiada coherencia ni profundidad dramática) que se centra en las implicancias de una vacuna que permite neutralizar los poderes de los mutantes. Aquí, las críticas de medios norteamericanos como Variety y The Hollywood Reporter fueron bastante menos entusiastas que en las dos muy exitosas primeras partes, pero el interés del público y de los cronistas fue el que Fox buscó con semejante operación de marketing.

El director Ratner explicó las extrañas coincidencias que lo llevaron a suplantar a Bryan Singer. "Yo estaba a punto de filmar «Superman regresa», pero el excelente guión de J. J. Abrams era demasiado caro y Warner no quiso hacerlo. Finalmente, Singer pasó a rodar la nueva Superman y yo lo reemplacé con X-Men. Si bien siempre fui más fanático de Superman que de los X-Men, la posibilidad de encabezar una superproducción basada en un cómic fue un sueño de chico que hice realidad. Siempre me preguntaba: «¿Por qué eligen a Sam Raimi para el Hombre Araña, a Chris Nolan para Batman, a Singer?». Finalmente, me tocó a mí y pude trabajar con un elenco excepcional, que incluye a McKellen y Stewart, dos leyendas vivientes que cuando hablan hacen vibrar las paredes", aseguró el realizador, que en agosto filmará la tercera entrega de "Rush Hour".

Por su parte, Jackman indicó: "Está todo dado para que ésta haya sido la última entrega de los X-Men, aunque si funciona bien en Hollywood nunca se sabe. El hecho de que en los títulos finales aparezcan un par de teasers no define nada. Creo que la idea de Fox es que la próxima sea una historia dedicada exclusivamente a mi personaje de Wolverine, ya tenemos dos versiones del guión y probablemente sea una precuela".

La superestrella australiana se sorprendió de que "The Fountain", la nueva película que hizo para Darren Aronofsky, no haya estado en Cannes. "Darren quería estar en competencia y le ofrecieron proyectarla en una función especial. Es la mejor película que hice en mi vida, y está al nivel de un film de Kubrick o cualquier otro genio. Seguro iremos a Venecia con ella. Por suerte, me ha tocado trabajar en los últimos meses con grandes directores: con Aronofsky, con Nolan en «The Prestige» y con Woody Allen en «Scoop»".

Por Diego Batlle
Fuente: LA NACION


Lo que más me intrigó de la nota es la casi confirmación de la precuela de Wolverine, groxisimo!!