YASMINA JIMÉNEZ (elmundo.es)

MADRID.- "Siete mujeres corren riesgo de ejecución por lapidación en Irán". De este modo comienza la carta que Amnistía Internacional espera que firme el mayor número posible de internautas urgentemente. Después, la ONG enviará las rúbricas al líder de la República Islámica de Irán para que conmute la condena a estas mujeres.

En la campaña lanzada por la ONG se intenta frenar la muerte de Parisa, Iran, Khayrieh, Shamameh, Kobra, Soghra y Fatemeh, que "han sido injustamente condenadas a la pena más cruel, inhumana y degradante, la de la pena de muerte".

La víctima condenada a morir lapidada es envuelta en una sábana blanca y enterrada hasta la cintura o el cuello para sufrir una muerte lenta y dolorosa mientras es apedreada con piedras no excesivamente grandes -como exige la ley islámica-, para evitar la muerte con el primer golpe.

La ley islámica deja clara su postura en cuanto a las relaciones extramatrimoniales y los castigos que se aplican, sobre todo en el caso de las mujeres, las principales víctimas. Cuatro testigos deben descubrir a la pareja en el acto y denunciarlo. En muchos casos, si ambos adúlteros están casados, son ejecutados en público; si están solteros, cada uno recibe cerca de un centernar de latigazos.

La organización defensora de los derechos humanos explica que "el país islámico trata el adulterio como un delito castigado con la pena de muerte por lapidación -según recoge el artículo 83 de su Código Penal- violando el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que garantiza el derecho a la vida y prohíbe la tortura".

Otra historia reciente
En la carta que enviará Amnistía a Irán se denuncia la muerte de un hombre y una mujer en mayo de 2006 mediante este método. A pesar de que en diciembre de 2002 el presidente de la magistratura anunció la suspensión de las ejecuciones por lapidación, los informes recibidos por la organización indican que la pareja ha sido ejecutada.

La ONG recuerda a las autoridades iraníes que el Comité de Derechos Humanos de la ONU ha explicado claramente que tratar el adulterio y la fornicación como delitos es contrario a las normas internacionales de derechos humanos, y que, por tanto, la imposición de la pena de muerte de este tipo constituye un incumplimiento del compromiso contraído por Irán en virtud del artículo 6.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, según el cual "sólo podrá imponerse la pena de muerte por los más graves delitos".

Amnistía Internacional ha utilizado en otras ocasiones la presión ciudadana e internacional en campañas similares para salvar a otras mujeres condenadas a morir lapidadas. Dos casos consiguieron dar la vuelta al mundo: el de Amina Lawal, una mujer de 31 años, y el de Safiya Husaini, de 35. Las dos mujeres, de Nigeria, consiguieron salvar sus vidas gracias a la presión internacional.

si existiese esa ley acá, cuantos muertos ya tendriamos
él que esté libre de pecado, que lanze la primera piedra