Rechazan los porcentajes que asigna la afa por los derechos de televisación


Los grandes se amotinaron

Boca, Independiente, Racing, San Lorenzo y Vélez faltaron a la reunión del Comité Ejecutivo: amenazan con organizar un torneo paralelo. River no adhirió, pero sus dirigentes se van el mes próximo.





En el cuartel de la calle Viamonte hubo un motín. Nunca antes en treinta años -salvo algunas chirinadas, escaramuzas menores- el comandante Julio Grondona se había dado de frente con las espaldas de los equipos más poderosos. Anoche sucedió: Boca, Independiente, Racing, San Lorenzo y Vélez dejaron sus sillas vacías durante la reunión en la que el Comité Ejecutivo cerró el acuerdo por el reparto de los dineros televisivos. La ausencia de River (su representante firmó el acta) convirtió al Grupo de los Seis en el Grupo de los Cinco. Aunque para algunos fue como si nada: los insurrectos, esos hombres que piden mayor participación en la distribución de la riqueza, suponen que la próxima conducción millonaria podría sumarse a la revuelta.

¿Y ahora qué? Ahora, dice uno de los dirigentes que desdeñó el acuerdo, la escalada podría aumentar hasta niveles que resultan impensados. ¿Hasta dónde? Esa voz, entonces, responde que hasta a una liga de clubes paralela a la dirección de Grondona, una suerte de colectora del fútbol argentino que reúna a los clubes que se suponen más grandes por sumatoria de hinchas y galardones. ¿Será para tanto? Quién sabe: tal vez sea el juego de tirar la cuerda, acaso una locura sin futuro, pero algunos de los amotinados comenzaron a cultivar, en las últimas horas, ideas separatistas. Así arrancó, este año, el conflicto por los derechos de la TV con el Grupo Clarín. Dándole un cachetazo a la incredulidad general, terminó en el fútbol para todos.

Esta vez, será Grondona el que tendrá que frenar la fuga. Está sentado sobre los 600 millones de pesos que pagó el Estado en la nueva sociedad con el fútbol. Todo para repartir en una temporada. Separará 415 millones para la Primera División, el resto lo regará en el Ascenso, el Interior y la caja chica de AFA. En la reunión de ayer, se resolvió que Boca y River reciban 30.680.000 por cabeza, un escalón privilegiado que los sitúa, como siempre, entre los clubes que más billetes cuentan. Los seguirán, según el acuerdo que generó el levantamiento dirigencial, Independiente, Racing, San Lorenzo y Vélez, con 23,1 millones de pesos para cada una de las respectivas tesorerías. Los otros catorce equipos cobrarán, individualmente, un cachet de 16.867.000 millones. Quedará una parte para operativos policiales.

Pero el Grupo de los Cinco repudia la distribución. Pretende que continúen, con algunas alteraciones, los escalafones que regían hasta la ruptura del contrato con Televisión Satelital Codificada. River y Boca quieren, según contó otro dirigente, cincuenta millones. Prometen continuar con las discusiones.

-Podríamos pensar en una Liga- dijo un dirigente, lanzando una advertencia temeraria: la autonomía.

River, que hasta aquí jugaba con el resto de sus pares (en tamaño), decidió abrirse. Julio Macchi, el vicepresidente del club, se presentó en el Comité Ejecutivo y firmó el acuerdo. El último acto, acaso, del gobierno de José María Aguilar, que se va el mes que viene.

Entre los clubes más pequeños, chicos, menos poderosos o como quieran llamarse, responden que están dispuestos a resistir aquello que Grondona, en una de sus tantas volteretas ideológicas, exclamó hace unos días con tono de estadista caribeño: “Muchachos, el reparto debe ser con sentido socialista”.




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