No te voy a negar que el Estado no es una empresa; ya determinamos que no. Pero yo creo que cuando el Estado hace algo, en algún lado el signo positivo tiene que estar. Qué quiero decir con esto: que si, por ejemplo, EEUU dejaba caer todo el sistema financiero, probablemente hubiese seguido a ello una crisis, recesion (ya estaban casi en recesión, eso lo hubiese disparado), etc, lo que implica que eventualmente el estado sufre pérdidas enormes por caída en el ingreso de impuestos y porque tiene que salir a cubrir a toda la gente que se queda en la calle...
De la misma manera, el signo positivo tiene que estar en alguna parte de lo que hacen con Aerolíneas; no me satisface que me digan que es "decisión estratégica". Empiezo por los precios, que nominalmente son parecidos a los que ofrece LAN (aunque quedo sorprendido: acabo de ver que hay un precio de "promocion", razonablemente más barato). Luego esta el asunto de la frecuencia de vuelos, que es más alta. Pero la verdad del asunto es que no veo un riesgo inmediato de que las otras aerolíneas decidan "quitarnos los vuelos". Es más, si el gobierno no se esforzase tanto en impedirlo, probablemente LAN ampliaría su flota y daría mejores precios.
Podemos hablar, en otro caso, de un escenario de conflicto internacional donde una empresa de otro país decida espontáneamente irse y dejarnos en banda. Pero más allá de que es improbable que ocurra el conflicto en sí, es mucho más difícil aún que una aerolínea decida rajar con sus aviones de un día para el otro, y si ocurre siempre habrá alguien a quien le interese llenar el vacío (o habría, si estuviesemos dispuestos a permitir que usen sus ganancias como quieran y puedan adquirir dólares). Si consideramos el caso extremo de una guerra, recordemos que creo que muchos de los pilotos de LAN, por ejemplo, son argentinos, y si es tan extremo el caso simplemente requisamos los aviones. Si vamos al caso, para eso debería preocuparnos más que no tenemos fuerza aérea...
Lo que pasa es que todo el escenario está puesto de manera tal de que no puede generarse mucha competencia por las rutas que ahora hace aerolíneas. Entonces se vuelve la profecía autocumplida: necesitamos a aerolíneas porque nadie más puede venir a ocupar su lugar.
De todos modos, no propongo que sea buena idea tirar todo por la borda. Pero sostengo que, independientemente de que el estado no es una empresa, Aerolíneas sí, y debería haber un esfuerzo concentrado en hacerla competitiva. Vienen prometiendo eso desde que empezaron.