Hay un problema. Hay 266 chicos perdidos. Al menos denunciados. Hay una organización que hace frente al problema,
Missing Children Argentina, que ayuda a recolectar información y gestiona para encontrarlos. Hay voluntarios, sí: 14. Tienen el teléfono de la ONG transferido a su casa. Pero viene otro problema: reciben denuncias, información, datos, que quedan difusos con el correr del tiempo… cada nuevo llamado es un nuevo archivo escrito en Word, que vuelve por mail al resto del equipo. Miles de mails. Miles de datos. La coordinación se vuelve difícil. Y si la vida es un problema para ser resuelto, entonces hay 266 motivos para que haya una solución.
Para que toda esta información valiosa no se pierda entremezclada en una maraña de mails y archivos de PC cinco chicos de 17 años y alumnos de la escuela
ORT (sede Belgrano) están armando un software para Missing Children Argentina.
“Es una Intranet”, explica Martha Semken, profesora de los chicos. “Ahora leemos un montón de mails por día y el que atiende no tiene información disponible del chico que está perdido", completa Lidia Grichner, presidenta de la Organización.
En medio de la desesperación, corren datos en el mismo tono. Todo se amontona. Y en ese sentido, la información que se puede aportar no queda disponible de una manera clara. Es necesario ordenarla. “Necesitamos que la información esté disponible todo el tiempo”, dice Grichner. “Y de manera más rápida”, completa Ronán Winberg Waks, uno de los alumnos de la especialidad TIC, que da sus primeros pasos y ayuda, a su manera, a reconstruir huellas.
Grichner expresa el problema con un ejemplo: “Este sistema nos permitirá contestarle a un padre en forma inmediata para que se quede tranquilo que nos llegó la foto de su hijo, que está la autorización para publicarla y contarle a qué medios de comunicación se envía la foto. Hasta hoy, tenemos que decirle que lo llamaremos ni bien tengamos información, demorándonos, cosa que no nos gusta, porque conocemos la angustia y ansiedad de un padre que busca a su hijo”, expresa Grichner.
Los chicos se juntan una vez por semana. Lo hacen más allá del horario de clase. Otros preferirían la chocolatada. No les importa. Les importan otras cosas. Menos que menos que sea un viernes a la tarde. Están en la etapa de análisis... PHP, MySql, JavaScript y Flash serán los lenguajes a utilizar para el soft. Los problemas no terminan aquí. Los voluntarios de Missing Children suelen ser personas mayores sin mucho uso de la computadora. “Tiene que ser un sistema amigable”, explica Semken. Ese es el otro objetivo.
La presidenta de la ONG está atenta a los movimientos. Sabe que por más experiencia, paradojas del mundo de hoy, cuenta con desventaja en la explicación informática. Ella tiene las ideas; los chicos, los recursos. Mira el PowerPoint de análisis encantada por las posibilidades. Ella es usuaria. “El sistema tiene que ser algo elemental como ir a un cajero, donde metés la tarjeta, sacás el dinero y listo”, les dice a los chicos.
Son los primeros pasos de la unión entre Missing Children Argentina y el colegio secundario ORT que arrancó gracias a la iniciativa de un grupo de CIOs (la red de 270 gerentes de sistemas de las principales empresas del país que colaboran con la organización de chicos perdidos). “Conocían la metodología de aprendizaje-servicio solidario que se desarrolla en la Escuelas ORT. Así fue como presentaron a la presidenta y vicepresidenta de Missing Children con directivos de la Escuela y luego expusieron ante todos los alumnos las actividades que desarrolla la institución y sus necesidades más urgentes”, dice Alejandro Ferrari, Director de Estudios de la Escuela (sede Belgrano). Ya está la puesta en marcha...
“Nos plantearon la idea y nos entusiasmó mucho. Darío Mischener (director de la especialidad TIC) ofreció para que haya voluntarios. Y a los que estaban más desarrollados les dieron para que hicieran la parte de Intranet”, cuenta Marco Giangarelli, uno de los novatos desarrolladores. Luego habrá una segunda etapa en que otros alumnos quedarán como referentes tecnológicos de la aplicación Web.
“Va a haber una etapa terminada a fin de año, en la que servirá para asentar la toma de datos. Suponemos que a mitad del año que viene podría estar listo”, explica la profesora.
Quedan reunidos. Ajustan detalles. Miran la pantalla LCD con la convicción de que el monitor de 17 pulgadas sirva para entender. El software, la tecnología, una vez más puesta al servicio del servicio. Felipe Xaus, Esteban Rey, Ronán Weinberg Waks, Marco Giangarelli y Milton Ramos lo saben bien. Semken y Grichner observan. Ellos (deben pensar ellas) también son el recurso mejor utilizado.
Para ayudar con Missing Children Argentina: comunicarse al 4797-9006 o por mail a
[email protected]. Su página Web:
Missing Children de Argentina
