"La vida de Akthal" - Capítulo I
Capitulo 1
Akthal y Zahir comenzaron a hacer el equipaje, llevaron antiguos libros sacados de la biblioteca de Furmin, en su mayoría de magia y dos libros que tenia mapas de pequeños sectores de todo el mundo. También recogieron agua, comida, ropas desteñidas y una vieja vara que había construido Zahir para un poderoso mago, que luego de unos años se la devolvió.
Subieron al viejo barco de Zahir, y Akthal comenzó a navegar mientras el dueño de la barca abría los libros con mapas para indicarle la dirección que tenían que seguir.
- Tienes que dirigirte al oeste para llegar a Banderbill, hogar del rey y sus más fieles seguidores. – Dijo Zahir aunque seguía concentrado en los mapas.
- ¿Por qué piensas que debemos ir a esa ciudad? – Dijo Akthal observándolo interesadamente.
- Porque aún no tienes los conocimientos necesarios para encontrar a tu padre, yo tengo dos viejos amigos que te podrán enseñar algunas cosas que necesitás saber.
Por varias horas ninguno de los dos volvió a hablar, Akthal seguía concentrado en mantener el rumbo indicado con el barco, mientras que Zahir estaba sentado en una vieja silla que había construido.
Entrada la noche, Akthal divisó en el horizonte algunas luces, seguramente de la gran ciudad de Banderbill y dos horas después ambos viajeros pisaron por primera vez, en mucho tiempo, las costas de la Gran Ciudad.
- Bienvenido a Banderbill – susurró Zahir.
Mientras bajaba el equipamiento del barco, Akthal no perdía de vista ningún detalle del puerto iluminado por altos faroles donde a pesar de ser las diez de la noche, seguían llegando y partiendo barcos.
Una vez que salieron del puerto comenzaron a caminar las calles hechas de piedras de la ciudad, veían tabernas con poderosos luchadores tomando los mejores vinos de la región, casas con las luces apagadas y también caminaron por la puerta del palacio del rey.
- En esta ciudad son tantas las casas que están numeradas, nos dirigiremos a la casa número 17, donde vivía un gran amigo mío, espero que aún esté aquí. – Dijo Zahir.
Akthal prefirió no decir nada y limitarse a seguir caminando con el equipaje en sus manos, sólo esperaba que esa casa no estuviera muy lejos de allí. Tras caminar unos pocos minutos, llegaron a una casa de madera de muy mal aspecto con un cartel que decía que esa era la casa número 17, en la que vivía el amigo de Zahir.
Antes de que Zahir levantara la mano para golpear la puerta, ésta se abrió y a los pocos instantes apareció un hombre de unos setenta años con una barba plateada, su largo pelo lacio de color gris, un sombrero de color azul y una túnica remendada del mismo color.
El anciano sonriente se apartó de la puerta y dejo pasar a los viajeros sin preguntarle nada. Cuando ya los tres estuvieron adentro, la puerta se cerró y el dueño del lugar saludó a su viejo amigo Zahir. Luego de unos segundos de conversaciones triviales, posó su mirada en Akthal y dijo:
-Zahir ¿quién es este muchacho? – pregunto el hombre casi gritando.
- Alork, este joven es Akthal, el hijo de Furmin. – respondió Zahir.
- Buenas noches muchacho ¿para qué regresaste a esta gran ciudad si tu padre planeaba no volver jamás? – Dijo Alork aunque parecía que ya sabía la respuesta.
- Bueno, en realidad mi padre desapareció hace un tiempo y mi misión es encontrarlo. Aunque en realidad, no sé por qué estoy aquí, Zahir aún no me lo ha explicado. – Respondió rápidamente Akthal.
- Y dime Zahir, ¿para qué has traído a este joven a mi humilde morada?
Cuando Alork dijo esto Akthal sonrió, esa casa no era para nada humilde, estaba llena de objetos hechos de oro y en una esquina había una especie de mueble que él no había visto en su vida en donde guardaba decenas de túnicas.
- Viejo amigo, lo traje para que aprenda magia del mejor y más antiguo de estas tierras, ya que para encontrar a su padre creo que le será de ayuda aprender poderosos hechizos tanto para atacar como para defenderse. – Afirmó Zahir.
- Sinceramente dudo que este chico pueda aprender magia, pero antes de iniciar cualquier tipo de entrenamiento tengo que estar seguro que posee un alma noble, para eso es imprescindible que jure fidelidad al Rey de Banderbill.
- Sí señor, sería todo un honor hacerlo. – Dijo Akthal seguro de sí mismo.
- Bueno, mañana podrás hacerlo, mientras tanto no es seguro que duerman por ahí, es mejor que ambos se queden en mi casa hasta que la hora del juramento llegue.
Así fue como los tres se durmieron pensando en los acontecimientos que sucederían el próximo día.
Re: "La vida de Akthal" - Capítulo I
Espectacular ah ah ah ah (Y)
Re: "La vida de Akthal" - Capítulo I
buenisimo espero q no se tarden en aser el 2do capitulo :)
PD:felisidades porq tiene una imaginacion re piola
Re: "La vida de Akthal" - Capítulo I
christiAndiez un profe de lengua please
no podes ser tan burro hermano
Re: "La vida de Akthal" - Capítulo I
Re: "La vida de Akthal" - Capítulo I
Muy copada la historia, sigan así :)
Re: "La vida de Akthal" - Capítulo I
mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm no me gusto, o sea esq es corta y no tiene mucho entretenimiento pero x lo q lei el 2do capitulo va a estar mejor :P
Re: "La vida de Akthal" - Capítulo I
Muy buena la historia, esperemos ver el proximo capitulo ^^
Re: "La vida de Akthal" - Capítulo I
le dejo una buena intriga muy buena!
Re: "La vida de Akthal" - Capítulo I
la intro no era en gallego?