El Cholo se fue de Racing
Pero la gente le regaló un afecto tremendo: hubo banderas, canciones y hasta plaquetas para el ídolo. Mostaza Merlo asume el lunes
Quién lo hubiera pensado en pleno retiro. Momento caliente, en el que nadie quería subirse al carro incómodo que significaba Racing. Fue allí, entonces, cuando el Cholo Simeone dejó de lado su objetivo personal, se sacó los cortos y se puso el buzo. El de técnico, claro. “En la vida no hay mucho tiempo para pensar”, decía. Con una injusta indiferencia abandonaba una exitosa carrera como futbolista frente a Estudiantes, en cancha de Quilmes.
Pese al corte, había una continuidad. Los primeros partidos, además, seguirían el mismo rumbo: el principio, fue derrota contra Independiente e insultos para todos, inclusive hacia él. Pagaba caro ser el referente del gerenciador, Fernando Marín, desacreditado por todos en un Cilindro que se asemejaba a los campos de batalla de los treinta años de sequía. Tuvieron que pasar siete partidos para que la visión, resultados mediante, empezara a cambiar sobre el Cholo. La victoria sobre San Lorenzo, gol agónico de Menghi, dio vuelta la tortilla. Empezaba a nacer otro técnico, otra imagen, la de un técnico que no abandonaba pese a los conflictos; la gente empezaba a entenderlo: Simeone sentía lo mismo que ellos. Había que sacar a Racing de la crisis.
Dos derrotas más no hicieron cambiar el parecer. La Academia empezaba a verse acechado por la Promoción, pero el técnico era optimista. Entonces, vendría la redención. Cuatro victorias al hilo, inclusive frente a River, en el Monumental, hicieron desaparecer los fantasmas de descenso. El ídolo, el hincha, el que quería la camiseta, el que sentía lo mismo lograba el objetivo.
Entonces, al menos en parte, la gente intentó retribuirle semejante indiferencia en su retiro como futbolista. “Gracias Cholo”, decía una bandera. “Volverás y seremos campeones”, vaticinaba otra. Encima, Matías Sánchez, el pollo de Simeone, metía un gol y lo iba a abrazar. Los cantos de la gente y semejante muestra de cariño fueron demasiado: el Cholo, firme y duro, se largó a llorar.
“El Cholo es de Racing y de Racing no se va”, cantaba la gente a los 28 del segundo tiempo. Claro, después de semejantes cambios internos, el flamante gerenciador, Fernando De Tomaso, optó por el pasado glorioso: Mostaza Merlo. La esposa de Simeone y sus hijos veían desde la tribuna la despedida pendiente, la merecida. La que frente a Estudiantes había sonado a indiferencia. “Agradezco el esfuerzo de los jugadores. Después de una salida un poco difícil, seguro que voy a volver”, concluyó el Cholo. En definitiva, media Avellaneda le dio su merecido. Y el apoyo que los dirigentes no le terminaron diendo.
Fuente: Olé
Re: El Cholo se fue de Racing
debo destacar que por mas que sea del rojo...el cholo supo dominar la situacion en contra que tenia desde los hincha que le tiraban mala onda ...puso huevo y llevo (por lo menos los ultimos partidos) a racing adelante...los saco de la promocion...asi que se merece mi reconocimiento.
:cool2: