Versión para Imprimir
En una aldea de Aden se encontraba un hombre y su mascota. Pero como estaban muy solos, uno tuvo la idea de desnudarse, y de volver a vestirse para ir a comer unas facturas a la plaza, aquella plaza encantada, llena de luces y arbustos asombrosos, cuyos frutos estaban envenenados..
En una aldea de Aden se encontraba un hombre y su mascota. Pero como estaban muy solos, uno tuvo la idea de desnudarse, y de volver a vestirse para ir a comer unas facturas a la plaza, aquella plaza encantada, llena de luces y arbustos asombrosos, cuyos frutos estaban envenenados. Luego de comer las facturas decidió fumar un poco de pasto, ya que este tenía un pesticida que pegaba grozo.
En una aldea de Aden se encontraba un hombre y su mascota. Pero como estaban muy solos, uno tuvo la idea de desnudarse, y de volver a vestirse para ir a comer unas facturas a la plaza, aquella plaza encantada, llena de luces y arbustos asombrosos, cuyos frutos estaban envenenados. Luego de comer las facturas decidió fumar un poco de pasto, ya que este tenía un pesticida que pegaba grozo.Al amanecer les agarro...
les agarro un enoooorme lakin en celo
En una aldea de Aden se encontraba un hombre y su mascota. Pero como estaban muy solos, uno tuvo la idea de desnudarse, y de volver a vestirse para ir a comer unas facturas a la plaza, aquella plaza encantada, llena de luces y arbustos asombrosos, cuyos frutos estaban envenenados. Luego de comer las facturas decidió fumar un poco de pasto, ya que este tenía un pesticida que pegaba grozo.Al amanecer les agarro un enoooorme lakin en celo con el proposito de hacerles unos enemas
En una aldea de Aden se encontraba un hombre y su mascota. Pero como estaban muy solos, uno tuvo la idea de desnudarse, y de volver a vestirse para ir a comer unas facturas a la plaza, aquella plaza encantada, llena de luces y arbustos asombrosos, cuyos frutos estaban envenenados. Luego de comer las facturas decidió fumar un poco de pasto, ya que este tenía un pesticida que pegaba grozo. Al amanecer les agarro un enoooorme lakin en celo con el proposito de hacerles unos enemas, la mascota cedió y el hombre corrió y corrió y corrió...
En una aldea de Aden se encontraba un hombre y su mascota. Pero como estaban muy solos, uno tuvo la idea de desnudarse, y de volver a vestirse para ir a comer unas facturas a la plaza, aquella plaza encantada, llena de luces y arbustos asombrosos, cuyos frutos estaban envenenados. Luego de comer las facturas decidió fumar un poco de pasto, ya que este tenía un pesticida que pegaba grozo. Al amanecer les agarro un enoooorme lakin en celo con el proposito de hacerles unos enemas, la mascota cedió y el hombre corrió y corrió y corrió hasta que se topo con un...
En una aldea de Aden se encontraba un hombre y su mascota. Pero como estaban muy solos, uno tuvo la idea de desnudarse, y de volver a vestirse para ir a comer unas facturas a la plaza, aquella plaza encantada, llena de luces y arbustos asombrosos, cuyos frutos estaban envenenados. Luego de comer las facturas decidió fumar un poco de pasto, ya que este tenía un pesticida que pegaba grozo. Al amanecer les agarro un enoooorme lakin en celo con el proposito de hacerles unos enemas, la mascota cedió y el hombre corrió y corrió y corrió hasta que se topo con un gallifante en celo...
En una aldea de Aden se encontraba un hombre y su mascota. Pero como estaban muy solos, uno tuvo la idea de desnudarse, y de volver a vestirse para ir a comer unas facturas a la plaza, aquella plaza encantada, llena de luces y arbustos asombrosos, cuyos frutos estaban envenenados. Luego de comer las facturas decidió fumar un poco de pasto, ya que este tenía un pesticida que pegaba grozo. Al amanecer les agarro un enoooorme lakin en celo con el proposito de hacerles unos enemas, la mascota cedió y el hombre corrió y corrió y corrió hasta que se topo con un gallifante en celo, el cual le toco el trasero, el hombre se mosqueo y le dio una patada en la cara y el gallifante murio desangrado, y el hombre siguio corriendo..
En una aldea de Aden se encontraba un hombre y su mascota. Pero como estaban muy solos, uno tuvo la idea de desnudarse, y de volver a vestirse para ir a comer unas facturas a la plaza, aquella plaza encantada, llena de luces y arbustos asombrosos, cuyos frutos estaban envenenados. Luego de comer las facturas decidió fumar un poco de pasto, ya que este tenía un pesticida que pegaba grozo. Al amanecer les agarró un enoooorme lakin en celo con el propósito de hacerles unos enemas, la mascota cedió y el hombre corrió y corrió y corrió hasta que se topó con un gallifante en celo, el cual le toco el trasero, el hombre se mosqueó y le dió una patada en la cara y el gallifante murió desangrado, y el hombre siguió corriendo por unos 20 minutos hasta que vió una señal que decía "PARE"