¡Hola a todos! ¡Sean bienvenidos a nuestro espacio en el foro! Somos una guild relativamente nueva y nos hacemos presentes ante esta comunidad para darnos a conocer un poco más.
Somos una guild que se está encaminando más hacia el PvE pero sin dejar de lado el PvP. Queremos formar un buen grupo de gente que realmente le guste y que entienda sobre PvE para así comenzar con las raids y no ser "un grupo season set" más. Queremos ir más allá de llegar a nivel 70 y buscar ese set. Nuestras aspiraciones van más allá de eso.
Si estás interesado en esto que planteamos, podés mandar un mensaje en el juego a Tami, Ergol, Gorcs o Zarynne para aprobar tu inscrpición.
A continuación dejo la historia de cómo se formó nuestra guild... un poco larga pero entretenida al fin. Esperamos que les guste:
Photoshop... :w00t:
http://img44.imageshack.us/img44/7659/tomatesi.jpg
Parte 1
En una galaxia no muy lejana, en un tiempo inmemorial vivió un misterioso tomate que, aburrido de la monotonía de su no muy agitada vida cotidiana, decidió embarcarse en un viaje por los confines del universo y llegar hasta los más recónditos poblados del espacio estelar.
Montado en su motocicleta partió con la viva esperanza de hallar algo más que una huerta y ver a sus hermanos convertirse en sofritos y salsas que servirían para algún futuro plato de fideos. Pero no se iría a embarcar en esta travesía sin la compañía del tomatito más gordo de la galaxia: Gorcs. Sería una fiel ayudante en esta aventura y una buena cebadora de mates para el largo y cansador viaje.
Tampoco habría de olvidarse de su leal compañero de la infancia, el tomate Equeco, que fue sometido a varias pruebas de injerto con zanahorias y pepinos sin obtener resultados positivos pero milagrosamente saliendo ileso de aquella inhumana práctica.
Adentrándose en esa espesa negra masa estelar, cultivando la euforia en sus seres por empezar a conocer lo desconocido, por alcanzar lo que nunca hubieran soñado, dejaron de ser 3 tomates cualquiera, eran 3 tomates rebeldes... eran Tomates Motoqueros.
Juntos fueron explorando la majestuosidad del universo conocido pasando por grandes planetas, pequeños asteroides, enanas negras, pulsares, novas casi sagradas por su resplandor... como si fueran holy novas. Hasta que llegaron a un extraño mundo, el cual los habitantes llamaban Azeroth. Y tanta fue su perplejidad por aquel fascinante planeta que la decisión unánime de descender no se hizo esperar.
Fueron recibidos con una hostilidad inefable, puesto que venían en son de paz con las más ansiadas ganas de entablar nuevas amistades y poder intercambiar sus culturas. Muy pronto entendieron estos 3 ingenuos tomatitos que esas extrañas vacas-hombres no eran nada amigables y sus precarias costumbres no entenderían el cariño, amor y compañerismo que los inseparables vegetales tenían para ofrecer. Sin pensarlo dos veces corrieron (o rodaron) hasta sus motos y en el momento de despegar, se dieron cuenta que el tanque de gasolina estaba completamente vacío. Miraron hacia atrás y no sólo las vacas-hombres los perseguían sino que detrás de ellos venían unos seres azulados con unos peinados estrambóticos y de horribles y pronunciados colmillos que salían de sus bocas.
Los tomates pensaron que ese era su fin, ya se imaginaban los hermosos momentos de su infancia, cuando sus madres tomates apartaban las orugas que querían comerse sus hojitas, cuando la hermosa lluvia saciaba la sed estival en esos momentos de sequía y tantos lindos recuerdos que se esfumaban a cada paso que daban aquellas terribles bestias con la furia en sus ojos y la sed de sangre emanando por sus poros... pero en el momento en que uno de esos horripilantes seres estuvo preparado para asestar su mortal golpe, la asquerosa criatura se convirtió en una hermosa e indefensa ovejita incapaz de matar una mosca. Los 3 amigos quedaron anonadados sin entender qué fue lo que pasó exactamente, pero no había tiempo de entender nada, detrás venían más seres aterradores, como si hubieran salido de abajo de la tierra, con partes de su esqueleto a la vista y con un olor tan fétido y nauseabundo que los tomates se estaban empezando a descomponer con tan sólo verlos de lejos...
Explosiones por acá, luces por allá, ruidos por doquier, chillidos, crujidos, escupitajos, /lol'es y demás por todos lados y los tomatitos miraron detrás suyo y vieron que unos seres de orejas largas y marcas en la piel bajo el poder de su luna peleaban para defenderlos, al igual que enanos guerreros y los tan venerables magos humanos.
Luego de aquella sanguinaria batalla, los tomatitos comprendieron que no todo en ese planeta era feo, sino que alguien había abierto sus brazos para recibirlos y protegerlos...
Y allí permanecieron hasta que aprendieron el arte de la lucha para poder valerse por ellos mismos y una vez dominada cada una de las técnicas podrían salir solos en busca de aventuras.
Y esas no se hicieron esperar. Habiendo dejado a Equeco en sus aposentos, el tomatito misterioso y Gorcs salieron de la ciudad para ayudar a sus salvadores en su interminable lucha para exterminar la raza malvada que no los dejaba descansar en paz... y grande fue su sorpresa, cuando en una de estas encarnizadas luchas, se encontraron con otro tomate en ese extraño mundo. Más grande fue la sorpresa de los dos tomatitos aún cuando se dieron cuenta que esta nueva persona no sabía que era un tomate. Así que le preguntaron su nombre y orígenes... el tomate respondía por el nombre de Zarynne y desconocía completamente su origen.
El misterioso tomate entonces recordó un extraño suceso en su planeta, hacía no mucho tiempo atrás, cuando varias semillas de tomate habían sido expuestas al viento y, por un gran descuido, fueron sopladas por éste, desparramándolas por el universo sin lugar fijo aparente y nunca más se había sabido de ellas.... hasta ese momento...
Le preguntaron a la nueva tomate si había visto gente de su misma especie por el planeta y ella contestó que le había parecido ver a algunos, pero que no recordaba muy bien ya que le había parecido lo más natural del mundo. Curiosamente Zarynne había sido entrenada en el arte de las curaciones y la magia sagrada, la renovación espiritual, era una tomate curadora... aliviaba tanto que le empezaron a decir "tomate un actrón". Y así fue como Zarynne decidió comprarse una moto y empezar a formar parte de esta gran banda de amigos motoqueros.
La aparición de otro tomate se hizo presente un tiempo después, en pleno invierno, cuando el tomatito misterioso ayudaba a unos humanos a buscar abrigos para el frío interminable. La sorpresa fue de ambos, porque, si bien no se reconocieron, ambos entendieron instantáneamente que pertenecían a la misma especie y rápidamente el tomatito misterioso le preguntó su nombre y origen. El nuevo tomate comentó que se llamaba Ergol y que estaba exiliado porque había sido plantado en un lugar donde no era bienvenido, una tormenta estelar desvió su rumbo y cayó en una vid. Nadie lo quería en su patria, todos eran amantes del vino y despreciaban el gazpacho. De modo que tuvo que huir, todos le tiraban tomates (?)...
...continuará.
(voy a ir ampliando la historia cada tanto... estén alerta :w00t: )
