Hace miles de años, las tierras que hoy conocemos como Fúrius no eran tal para cual con respecto a las actuales.
Los dioses Lhiam, el dios de la verdad, Haid, el dios de la justicia, Orquidea, la diosa de la flora, Zuraem, el dios de la vida, Thek, el dios de la creación, Rilian, el dios del agua y Lexius, el dios del universo. Estos dioses eran los encargados de mantener el orden entre el mundo espiritual y el mundo terrenal.
Son pocos los que realmente pudieron ver a los dioses, algunos aseguran que Orquidea es la mujer más bella de este mundo, sus ojos color verdes capases de hipnotizarte, su cabello rubio, como hilos de oro, su piel suave y sedosa, la mujer era perfecta. Lexius se distinguía de los demás dioses por poseer atuendo sagrado, capas de curar cualquier enfermedad, transformar el odio en amor y la mentira en verdad. Poseía un báculo y una corona, aseguran que esta corona tiene incrustados pedazos de piedras preciosas. Tanto Lhiam como Zuraem y Haid, usaban túnicas con incrustaciones de diamantes y espadas de oro.
Un día, en una típica junta de los siete poderosos dioses, Lexius decidió hacer un comunicado a los demás dioses.
Lexius: - He estado meditando y pensado por un largo tiempo, sobre una cuestión muy importante que cambiara este mundo para siempre…-
Los demás dioses anonadados y sorprendidos desean escuchar sobre lo que estaba pensando Lexius.
Lexius: - Bueno, no les haré perder su tiempo. He decido en que debemos crear un nuevo mundo, donde los seres vivos se relacionen entre si, junto a los animales y junto a su ambiente.-
Luego de unos largos segundos de silencio, Lhiam responde:
Lhiam: - Me parece una fantástica idea, poseemos el potencial suficiente para realizarlo y podremos enriquecernos de su afecto mortal.
Los demás dioses afirman que se debe hacer. Lexius alegre, ya que a todos los dioses les ha parecido una sensacional idea. Pero algo no lo mantenía conforme, veía que Thek no había dicho nada y menos había puesto cara de alegría o de aceptación. Por esto Lexius lo interroga.
Lexius: - Thek ¿Qué te sucede? ¿A caso no te ha gustado mi sugerencia? -
Thek: - Te seré sincero Lexius. No me ha gustado nada tu idea, me parece que es innecesario repudiar este mundo con estos patéticos mortales.
Zúraem (Rápidamente salta de su trono y exclama): ¡Pero que barbarie!, ¿A caso piensas que en este universo solamente debemos existir nosotros?
Todos los dioses miran a Zuraem, sabiendo que a Thek no le gusta que le griten.
Thek (Pega un salto de su trono y exclama): ¡Tú no tienes el derecho a gritarme Zuraem!
Thek (Se sienta en su trono muy calmadamente): - Me parece innecesario crear la vida. Para que hacerlo si nosotros estamos bien aquí, poseemos todo, ¡SOMOS DIOSES! Vivimos en el paraíso donde todo es sagrado. No hay nada que nos haga falta.
Orquidea le responde.
Orquidea: Thek, tenemos que dejar de lado el egoísmo. Y pensar que no podemos y debemos estar solos en el universo. Debemos crear la vida.
Lexius asintió y agrego:
Lexius: Es verdad Thek, no podemos quedarnos de brazos cruzados sabiendo que podemos crear la vida en este mundo.
Todos los dioses asentaron con su cabeza a acepción menos Thek.
Así fue que los días pasaron todos se pusieron en acción, Lhiam junto a Zuraem modelaron las tierras, creando montañas, mesetas, llanuras. Orquidea puso árbol por arbole, flor por flor en cada rincón de las tierras y creo el primer espécimen de vida, las plantas. Rilian creo los océanos, lagos y ríos que atravesaban las tierras de Fúrius. Lexius modelo el mundo para que quedara todo en perfecta sintonía. Y por ultimo Haid creo los animales, los dividió en distintas clases. Estaban aquellos que podían volar, aquellos que caminaban, aquellos que se deslizaban y aquellos que nadaban.
Todo el planeta empezó a tener color y forma. Los dioses estaban sumamente satisfechos al saber que su plan se estaba llevando a cabo de una buena manera, todos excepto Thek, el seguía con la idea de que este nuevo y maravilloso mundo era innecesario. Thek, frustrado, al ver que los dioses seguían dando vida sin escuchar sus pedidos de detenerse decidió tomar mano propia y alejarse de ellos, así fue que Thek salio del paraíso y se dirigió a las tierras que habían creado los dioses. Tomo barro, ramas y agua. Las comenzó a modelar y de ellas salieron poderosas criaturas, sedientas de sangre y destrucción, engendros del mal construidos para acabar con esas tierras.
Con el tiempo estas criaturas destruyeron gran parte del mundo. Los dioses no tardaron en enterarse lo que sucedía justo debajo de ellos. Lexius decidió tomar cartas en el asunto y llamo a todos los dioses. Una vez reunidos.
Lexius (Exclamo muy enfadado): ¡¿Qué es lo que esta sucediendo?! -
Los demás dioses se miraron entre si, sabiendo que ellos no habían hecho nada.
Rilian en inmediato se pone de pie.
Rilian: - Lexius no creo que halla sido creado por alguno de nosotros debe haber sido un error a la hora de modelar el mundo.
Todos asintieron con la cabeza, pero Lexius no estaba conforme.
Luego de esa junta los dioses continuaron con sus creaciones, pero a Haid le parecía que faltaba algo. Por ello llamo a Lhiam, Zuraem y Orquidea y les dijo.
Haid: - El mundo está muy vació debemos crear algo que mantenga el orden en la tierra ya que no podemos estar mucho tiempo aquí y controlar todo.
Zuraem junto con Lhiam y Orquidea respondieron en sintonía “Sí”.
Pero Zuraem pensaba “¿Qué es lo que podemos crear con la capacidad suficiente para mantener el control?” Entonces se le ocurrió.
Zuraem: - ¡Claro como no me di cuenta!
Los demás dioses lo quedaron mirando, pensando que quiso decir Zuraem con eso. Entonces Orquidea rompe el silencio.
Orquidea: - ¿Qué es lo que estas pensado?
Zuraem: - He escuchado historias sobre seres vivos llamados humanos, de cuerpo delgado con la capacidad de controlar el orden y de alterarlo.
Lhiam junto con Haid se quedaron mirando entre sí, pensando “¿Qué son los humanos?”
Orquidea: Sí, yo también he escuchado esas historias de otros mundos. -
Lhiam: - ¿Entonces si creamos a estos humanos, ellos lucharan por defender estas tierras en nuestra ausencia?
Orquidea: Sí, es hora de crear una nueva raza.
Los cuatros dioses dieron todo su potencial y crearon a los humanos, a su vez le dieron géneros: Hombre y Mujer. Pero no solamente crearon humanos, también crearon Enanos, su tamaño era mucho menor al de un humano pero poseían las fuerzas y agallas suficientes para luchar. Crearon Gnomos criaturas pequeñas pero de un intelecto cerebral superior al normal y por último crearon a los Elfos, eran símiles a los humanos pero estos poseían orejas más alargadas y una agilidad superior y un nivel de espiritualidad muy superior. Así fue como la vida comenzó a brotar en estas tierras las diferentes razas pusieron orden a la destrucción. Y comenzaron a crear ciudades, nace la era de la “orden”. Donde las razas se relacionaban con los seres vivos y con su ambiente.
Lexius felicitó a Orquidea, Lhiam, Haid y a Zuraem por su ardo trabajo.
Esto hizo enfurecer aun mas a Thek llevándolo a tomar medida drástica, enojado y cansado de la desobediencia de sus compañeros decide asesinar a Haid, sabiendo así que se romperá el equilibrio y que le provocará un enorme dolor a Lexius. Y así fue, Thek había asesinado a Haid, automáticamente su cuerpo se transformo. Su piel se volvió escamosa, sus ojos se volvieron rojos, sus dientes afilados, su mirada perversa y sedienta de sangre. Sus dedos se trasformaron en garras que, con el simple hecho de mirarlas, te provocaba un escalofrió. De su cabeza salieron cuernos mas afilados que la mismísima espada de los dioses, sus piernas tornaron la forma de piernas de caballo y de la espalda le crecieron alas similares, a las de un murciélago. Thek dejo de llamarse así y se autodenomino “Lord Thek”. Lord Thek no le alcanzo con asesinar a Haid, tuvo que atacar uno por uno a cada Dios, dejándolos inconscientes. Luego de esto descendió a las tierras y proclamo su reinado de oscuridad esclavizando a cada uno de los habitantes de las distintas ciudades y aldeas, muchos intentaron defenderse pero no lo lograron, no había opción, todo estaban esclavizados y dominados por “Lord Thek”…
¿Habrá alguien capas de parar con tanta maldad? ¿Lord Thek saldrá victorioso? ¿Quién nos salvará ante tanta maldad?
Próximo capitulo, el día miércoles 16 de Abril.
Mis agradecimientos a JulyII por guiarme y darme algunos consejos.
