Resulta que un gallego andaba de visitas por Mexico.
De repente unos ladrones le roban la billetera y entran a golpearlo.
En eso, de la nada, aparece un personaje montado en un caballo negro.
El tipo tenia una capa negra, un antifaz que cubria su rostro y empuñaba un espada.
Este se enfrenta con los ladrones y tras vencerlos les dibuja una Z bien grande en el pecho.
El gallego ya sin poder contenerse y con lagrimas en los ojos le grita "¡gracias Zuperman!"