Una bochornosa caída de Real Madrid
Con muchas de sus figuras en cancha, cayó por 4 a 0 ante Alcorcón, un modesto equipo de la tercera división de España
MADRID (EFE).- La puesta en escena en la Copa del Rey de los equipos de primera división de España deparó la cara más triste de Real Madrid, que padeció una histórica humillación, un sonrojo sin paliativos, en el campo del Alcorcón, donde naufragó con estrépito tras ser goleado por 4-0 ante un equipo, Alcorcón, que se gana la vida en segunda división B.
Real Madrid, con gran parte de sus titulares en el once inicial, hombres como
Alvaro Arbeloa, Raúl Albiol, Esteban Granero, el francés Karim Benzema, Fernando Gago, Raúl y Guti fue vapuleado ante un equipo agigantado a base de empuje que sacó a relucir las miserias del cuadro del chileno Manuel Pellegrini.
Apenas valió para el trance las experiencias pasadas. Del equipo, que ya fue ridiculizado el pasado año cuando fue eliminado, en esta misma situación, por el Real Unión de Irún, entonces del mismo rango que Alcorcón, ni la vivencia del propio preparador chileno, que sufrió un golpe similar, en sus propias carnes, con Villarreal, goleado por el Polideportivo Ejido (5-0).
Real Madrid, que representa un transatlántico futbolístico, alimenta también su relación de ruinas en una competición que se le resiste desde hace diecisiete años y donde lejos de concentrar su empuje, afea su historial.
Uno tras otro cayeron los goles sobre la meta del polaco Jerzy Dudek, uno de los más destacados del conjunto blanco. Borja firmó dos de los cuatro del Alcorcón. Es el verdugo del equipo madridista al que le ha marcado seis en cinco encuentros, con los jugados con Alicante y Leganés en tiempos pasados. Los otros fueron obra de Álvaro Arbeloa en propia meta y Ernesto.
Independientemente de que el Real Madrid se encomiende a la magia del Bernabeu y apele a remontadas históricas para superar a un cuadro como Alcorcón, las miserias advierten de tiempos difíciles para el club madrileño, que tuvo al presidente Florentino Pérez y al director general, Jorge Valdano, como testigos en el palco.
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