El entuerto se decidió nueve horas después de terminada la clasificación para el GP de Hungría, 11 fecha de F-1. Perdieron Fernando Alonso y McLaren. El campeón, que había logrado la pole position en pista, recibió un recargo de cinco lugares por parte de los comisarios deportivos y fue relegado al sexto cajón. El equipo, líder de la Copa de Constructores (le lleva 28 puntos a Ferrari), no podrá sumar puntos en este GP, una decisión apelable.
Al asturiano le habían cambiado gomas y liberado del box para que diera una última vuelta veloz en clasificación. Atrás esperaba Lewis Hamilton. El bicampeón se demoró diez segundos más de lo convenido por los ingenieros sin razón valedera, según las autoridades. Salió con tiempo justo para dar el giro de calentamiento e iniciar uno rápido. Su compañero y líder del campeonato no pudo por la tardanza de Alonso. Hamilton, el más rápido hasta ese momento, se vio imposibilitado de mejorar su tiempo. Alonso hizo pole en Hungaroring.
El malestar de Ron Dennis (director de McLaren) alimentó la polémica, que llegó hasta los comisarios. Sin embargo, Alonso y Dennis coincidieron en la inocencia del español y le apuntaron a Hamilton: el líder del torneo no había respetado la orden de dejar pasar en pista a su compañero, que llevaba más nafta y quería gastarla. Eso rompió la frecuencia prevista y provocó el encuentro en boxes. Los comisarios Tony Scott Andrews, Derek Ledger y Lajos Herczeg revisaron videos, comunicaciones por radio y tomaron declaraciones, y castigaron a Alonso por el bloqueo a Hamilton y al equipo por actitud "perjudicial a los intereses de la competición y del automovilismo".