Yo voy a refutarte lo de San Martín.
Hubo un hecho famoso en la vida de San Martín [además de los que ya todos conocemos] que fue la llamada "genial desobediencia" de San Martín.
Está consistió en un acto de rebeldía contra el gobierno unitario.
Cuando se disponía a iniciar la campaña al Perú, San Martín recibe la orden del directorio de marchar hacia el Litoral con su ejército para combatir a los federales de Santa Fe y Entre Ríos. San Martín se niega declarando: "el General San Martín jamás desenvainará su espada para combatir a sus paisanos", desobedece e inicia la travesía hacia el Perú.
No solo este hecho refleja la no concordancia con las ideas unitarias.
Tras la entrevista de Guayaquil donde San Martín entrega el mando de sus
tropas, regresó a Lima y renunció a su cargo de Protector del Perú y partió rumbo a Chile donde permaneció hasta enero de 1823. Cruzó por última vez los Andes y estuvo unos días en Mendoza desde donde pidió autorización para entrar en Buenos Aires y poder ver a su esposa que estaba gravemente enferma. Rivadavia, ministro de gobierno del gobernador Martín Rodríguez le niega el permiso argumentando que no estaban dadas las condiciones de seguridad para que San Martín entre a la ciudad. En realidad Rivadavia, que siempre le había negado cualquier tipo de ayuda a San Martín, temía que el general entrase en contacto con los federales del Litoral.
El gobernador de Santa Fe, Estanislao López le envía a San Martín, una carta advirtiéndole que el gobierno de Buenos Aires esperaba la llegada del general para someterlo a un juicio por haber desobedecido las órdenes de reprimir a los federales. Ante el agravamiento de la salud de Remedios, San Martín decidió viajar igual a Buenos Aires pero lamentablemente llegó tarde, su esposa ya había muerto sin que él pudiera compartir al menos sus últimos momentos. Difamado y amenazado por el gobierno unitario, San Martín decide abandonar el país en compañía de su pequeña hija Mercedes rumbo a Europa.
En 1838, durante el gobierno de Rosas, los franceses bloquearon el puerto de Buenos Aires. Inmediatamente José de San Martín le escribió a Don Juan Manuel De Rosas ofreciéndole sus servicios militares. Rosas agradeció el gesto y le contestó que podían ser tan útiles como sus servicios militares las gestiones diplomáticas que pudiera realizar ante los gobiernos de Francia e Inglaterra. Al enterarse del bravo combate de la vuelta de Obligado, el 20 de Noviembre de 1845, cuando los criollos enfrentaron corajudamente a la escuadra anglo-francesa, San Martín volvió a escribir a Rosas y a expresarle sus respetos y felicitaciones. Quizás por este hecho el general dispuso en su testamento que el sable que lo acompaño en todas sus campañas sea entregado a Don Juan Manuel de Rosas, por la satisfacción que tuvo "como argentino, por la firmeza con que aquel general sostuvo el honor de la república contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla."
Ahora, realmente, no digo que San Martín haya sido federal, pero claramente, NO FUE UNITARIO.
Por las dudas...
Carta a Tomás Guido con motivo de la asunción del segundo mandato de Rosas:
“Grand Bourg cerca de París, 17 de diciembre de 1835
“Señor Don Tomás Guido:
“Mi querido amigo…hace cerca de dos años escribí a Ud. que yo no encontraba otro arbitrio para cortar los males que por tanto tiempo han afligido a nuestra desgraciada tierra que el establecimiento de un Gobierno fuerte o más claro Absoluto, que enseñase a nuestros compatriotas a obedecer…25 años en busca de una libertad que no sólo no ha existido sino que en este largo período, la opresión, la inseguridad individual, destrucción de fortunas, desenfreno, venalidad, corrupción y guerra civil ha sido el fruto que la Patria ha recogido después de tantos sacrificios. Ya era tiempo de poner término a males de tal tamaño y para conseguir tan loable objetivo yo miro como bueno y legal todo gobierno que establezca el orden de un modo sólido y estable, y no dudo que su opinión y las de todos los hombres que amen a su país pensarán como yo…”
En carta a Molina del 27 de abril de 1836 dice sin dudar “…veo con el mayor placer la marcha uniforme y tranquila que sigue nuestro pais: ella sólo puede cicatrizar las profundas heridas que han dejado la anarquía, consecuencia de la ambición de cuatro malvados…”.
San Martín, después de casi dos años del 2° Gobierno de Rosas vuelve a expresar su pensamiento y le manifestó a Guido en carta del 26 de octubre lo siguiente, “…veo con placer la marcha que sigue nuestra patria, desengañémonos, nuestros países no pueden (a lo menos por muchos años) regirse de otro modo que por gobiernos vigorosos…”.
En la segunda carta que le escribió a Rosas, el 10 de junio de 1839, informado del ataque militar de Francia al que se habían unido los unitarios que estaban en Montevideo, le dice “...Esta conducta (la agresión francesa) puede atribuirse a un orgullo nacional, cuando puede ejercerse impunemente contra un estado débil...pero lo que no puedo concebir es el que haya americanos que por un indigno espiritu de partido se unan al extranjero para humillar a su patria y reducirla a una condicion peor que la que sufriamos en tiempos de la dominación española: una tal felonia ni el sepulcro la puede hacer desaparecer...”
En fin... de unitario, no tenía ni un pelo...