En medio de una fuerte presión social y tras un intento de copamiento de la Gobernación de Santa Cruz, la jueza Valeria López Lestón resolvió anoche negar la excarcelación del ex funcionario kirchnerista Daniel Varizat, quien el viernes arrojó su potente camioneta contra una marcha de estatales, dejando un tendal de heridos.

Durante su indagatoria, el sábado de madrugada, Varizat argumentó que "no quiso atropellar a nadie". Y brindó una curiosa defensa que no conformó a la magistrada. Dijo que "soltó el freno sin querer y que la camioneta automática se deslizó sobre la gente". Las imágenes que pudieron verse por TV lo desmienten. No se entiende si no por qué la Grand Cherokee que conducía aceleró sobre los manifestantes, luego retrocedió y volvió a adelantarse pisando gente.

Tras este dramático suceso, que se produjo en momentos en que el presidente Néstor Kirchner y su esposa, Cristina Fernández, participaban aquí de un acto electoral, Río Gallegos se convirtió en un pequeño polvorín. A punto tal que el sábado, una multitud marchó en repudio a Varizat, llegó hasta la Casa de Gobierno provincial, derribó las vallas que la protegían y provocó algunos destrozos.

Ayer el clima social estuvo más calmo, pero la denominada Mesa de Unidad Sindical anticipó una nueva ofensiva a partir de mañana. Reclama que el Gobierno garantice "juicio y castigo" para Varizat, así como la renuncia del jefe de la Policía, Wilfredo Roque. A este funcionario, sobreviviente de varias gestiones, se lo acusa de dirigir un sistema represivo contra las protestas sociales. El episodio más controvertido se registró el 9 de mayo pasado, cuando un grupo de municipales marchaba por la avenida principal y fue duramente reprimido.

En este contexto, López Lestón rechazó anoche el pedido de excarcelación presentado por la defensora oficial, tal como había solicitado el fiscal de la causa, Andrés Vivanco, quien denunció al ex ministro de Gobierno de Santa Cruz por "lesiones de gravedad contra 7 personas y lesiones leves en concurso real" contra otros diez manifestantes, De la gran cantidad de heridos que llegó al hospital el pasado viernes, anoche todavía quedaban cinco internados. Marta Guillarmaz, una maestra de 52 años, seguía en terapia intensiva y con pronóstico reservado.

Fuente | CLARÍN.com