Regirá desde enero próximo; el boleto mínimo de colectivo y el de subte pasarán a 90 centavos; el tren costará 65 centavos en promedio
Las tarifas de los servicios de transporte urbano de pasajeros de jurisdicción nacional, que incluyen trenes, subtes y colectivos, se incrementarán a partir del 1 de enero próximo, confirmaron en la secretaría de Transporte.
El boleto mínimo de colectivo pasará de 75 centavos a 90 centavos; el viaje en subte subirá de 70 a 90 centavos, y la tarifa promedio de un pasaje en tren será de 65 centavos, contra los 55 centavos actuales.
La medida será formalizada mediante una resolución del Ministerio de Planificación Federal e implicará la primera modificación desde diciembre de 2000. "Se terminar 7 años de tarifas congeladas", dijeron en la secretaría de Transporte.
Poco después de entonces se activó un esquema de subsidios a estos servicios, que fue distribuido por esa cartera, y que fue en constante aumento en razón del incremento de los costos operativos, que incluyen desde repuestos hasta combustibles y aumentos de salarios.
Las nuevas tarifas implican incrementos de 18 por ciento para el caso de las ferroviarias, 20 por ciento para las de los colectivos, y 28,5 por ciento para las de los trenes subterráneos.
En el caso del Premetro, la tarifa se ajustará 20 por ciento, pasando de 50 a 60 centavos.
Las fuentes oficiales consultadas destacaron que la aplicación de los ajustes redundará en "un ahorro para el Estado de aproximadamente 600 millones de pesos anuales".
También señalaron que las nuevas tarifas del área metropolitana de Buenos Aires "siguen siendo más baratas que la tarifa media nacional, que es de 1 peso", y que también resultan "mucho más barata que en países limítrofes, donde ronda en promedio, un dólar".
Siguen los subsidios. El nuevo esquema tarifario fue anticipado por el Gobierno al sector empresario a cargo de tales servicios, y algunos miembros del sector lo consideraron insuficiente.
De hecho, el ajuste tarifario no implicará la desaparición del esquema de subsidios por parte del Estado, aunque sí un ahorro de 600 millones de pesos anuales.
Los subsidios se pusieron en marcha en forma simultánea a la devaluación y pesificación de las tarifas de los servicios públicos dispuestas en general, en el contexto de la emergencia económica y social declarada por ley a principios de 2002.
En el caso específico del Transporte los subsidios rondaron en 2006 los 2000 millones de pesos, con tendencia creciente para el año en curso.
Ya el año pasado el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, había estimado que la eliminación total de los subsidios implicaría en la práctica aumentar las tarifas del transporte en el 100 por ciento.
Fuente: LA NACION