.. asi se entera España de la noticia hace 4 años, con las palabras de Iñaki Gabilondo en los microfonos de la SER en el programa de Radio HOY POR HOY.


4 años han pasado y algunos como yo aun nos estremecemos cuando pasamos cerca de la estacion de Atocha, de la calle Tellez, de la estancion del Pozo, en Santa Eugenia ... esa linea de tren es la recorrida todos los dias por muchisimos amigos, conocidos y familiares todas las mañanas, mañanas como la fatidica del dia 11 de Marzo del 2004... por suerte, no tuve ninguna perdida conocida ... pero si pude ver el dolor en gente cercana a mi, y si pude escuchar el sentimiento de las personas que usan esos trenes dias despues de la masacre ... "Falta gente que siempre me cruzaba en la estacion"


- Aqui algunas no todas ... por que serian demasiadas ... de las personas que ya nunca podremos ver mas en los andes de la linea C-2 del Tren de Cercanias de Renfe en Madrid.


Cristina Romero Sánchez. 34 años. Trabajaba en la ayuda domiciliaria a ancianos. Pagaba un piso de nueva construcción con su novio. Murió frente a la calle Téllez. "Pedía que le tocase la lotería para regalarle algo a mis hijos" Susana. Su hermana.
Elías González Roque. 31 años. Administrativo. Hijo de un conserje de la Biblioteca Nacional. Murió en El Pozo. "Tengo el corazón lleno de su amor, ¿para qué necesito odiar?" Ana. Su mujer.
Sam Djoco. 42 años. Nacido en Guinea-Bissau y ciudadano senegalés. Dejó viuda y seis hijos cuando murió en El Pozo. "Quiero estar aquí para celebrar cada año el aniversario de su muerte" Alauso Correia. Su mujer.


Abel García Alfageme. Cumplía 27 años el día de los atentados. Mecánico de ascensores. Tocaba la guitarra y el djembé. Murió cuando esperaba el tren en Atocha. "Los políticos no tienen derecho a sentirse dolidos. Culpables, sí, pero no dolidos" Miriam. Su novia.
Oscar Abril Alegre. 19 años. Estudiante en el INEF. Le gustaba preparar tartas de chocolate con la receta de su abuela. Murió en Téllez. "Ha pagado el pueblo inocente la decisión de llevarnos a la guerra". Beatriz, su hermana.
Nicoleta Diac. 26 años. Nacida en Rumanía y residente en Coslada. Quería montar una pizzería en España. Murió frente a la calle Téllez. "Estoy seguro de que hay un cielo para esta gente y nos veremos allí". Ioan. Su novio.


Esteban Martín Benito. 39 años. Instalador y programador de centrales telefónicas. Su hija hizo la comunión el día de la boda real. Murió en Atocha. "Algunos vecinos no sabían su nombre, pero todos lo conocían". Nieves Ortega. Su mujer.
Alicia Cano Martínez. 63 años. Cobraba una pequeña pensión de viudedad y trabajaba como limpiadora. Murió frente a la calle Tellez. "Nos pegaba dos gritos y a continuación se reía a carcajadas". Gema. Su hija.
Angélica González García. 19 años. Estudiante de filología inglesa. Iba a pasar el verano pasado en Dublín. Murió en Santa Eugenia. "Nació sonriendo y con los ojos abiertos como un ángel". Florentina, su madre.


Sanaa Ben Salah. 13 años. Alumna de 3º de ESO. Hija única de una mujer de Tánger que no ganaba lo suficiente para tenerla con ella. Murió en El Pozo. "Ella siempre era la que amansaba a sus compañeros más revoltosos". José Luis. Su jefe de estudios.
Andryan Andrianov y Kalina Vasileva. 22 y 30 años. Iban a casarse. Están enterrados en traje nupcial, en la misma tumba. Murieron en el pozo. "Tenemos que dejarla aquí, con él, para que siga feliz en la otra vida". Petra. Madre de Kalina.


Vicente Martín Chiva. 37 años. Trabajaba en una consultoría. Adoraba al atleti y sabía de memoria el callejero de Madrid. Murió en la calle Téllez. "Era tan alegre y jovial que sacaba la sonrisa a los tristes". Milagros, su mujer.
Anabel Ávila Jiménez. 43 años. Trabajaba como educadora en una escuela preinfantil. Le encantaban las violetas y los boleros. Murió en Atocha. "Era como una estrella que iluminaba el lugar donde ella estaba". Pedro, su hermano.
Florencio Brasero Murga. 50 años. Dice su hija que era un hombre dulce y apasionado del Real Madrid. Su viuda, Concha, aún se asoma a la ventana creyendo que va a regresar.


Mariom Cinthia Subervielle. 30 años. Francesa. Trabajaba como azafata en la recepción de la Biblioteca Nacional. Le gustaba España porque aquí no hay rencor. Murió en Santa Eugenia.
Miguel Mateos Reyes. 37 años. Funcionario de Emigración y Extrajería. Hombre casero y tranquilo, era feliz con su familia. Murió en el Pozo.
Ana Isabel Gil Pérez. 29 años. Técnica en comunicaciones. Embarazada de un niño que se iba a llamar Samuel. Los dos murieron en Atocha.


Eduarzo Sanz Pérez. Era empleado civil del ejército. Su viuda acababa de dar a luz a un niño llamado Sergio. Murió en El Pozo.
John Jairo Ramírez Bedoya. 37 años. colombiano. Trabajaba en una empresa de limpieza. Murió en el tren de El Pozo.
Loli Fuentes Fernández. 29 años. Estaba preparando un viaje a una casa rural de Teruel y quería irse a vivir con su novio. Murió en atocha.


Javier Guerrero Cabrera. 25 años. A punto de acabar informática, era programador de sistemas en el Palacio Real. Murió frente a la calle Téllez.
Carlos Tortosa García. 31 años. Químico. Trabajaba en Repsol, en Puertollano, había jugado al fútbol americano. Murió en Santa Eugenia.
Neil Torrres Mendoza. 34 años. Albañil ecuatoriano. Viajaba con su esposa que resultó herida de gravedad. Él murió frente a la calle Téllez.


Francisco Javier Barahona Imedio. 34 años Informático. A veces iba en coche a trabajar, pero ese día fue en tren. Murió en el que explotó en la calle Téllez.
José Luis Tenesaca Betencourt. Estudiaba 4º de Eso. Quería ser actor. Iba a una feria de educación cuando murió en el tren que estalló en la calle Téllez.
Paz Criado Peltier. secretaria en Michelín. Su única hija acababa de regresar de un viaje de estudios en Túnez. Murió en el Pozo.


María Jesús Macías Rodríguez. 30 años. Psicóloga de Vodafone. Quería quedarse embarazada y anunciarlo en la boda de una amiga. Murió en Santa Eugenia.
Julia Frutos Rosique. 44 años. Vivía temporalmente en Torrejón de Ardoz y se iba a trasladar a Salamanca. Murió frente a la calle Téllez.
Juan Pablo Moris Crespo. 32 años. Era donante de sangre, objetor de conciencia y miembro de la plataforma ¡Basta ya! Murió frente a la calle Téllez.


Eva Belén Alba Quijada. 30 años. Sus restos fueron esparcidos en su rincón favorito de la niñez: la ribera del río Bronco (Cáceres). Murió en Téllez.
Tibor Budi. 37 años. Emigró de rumanía a Italia con su mmujer, pero vino aquí porque los italianos no le gustaban. Murió en Téllez.
Alberto Alonso Rodríguez. 38 años. Trabajaba en la Tesorería de la Seguridad Social. Responsable y amante de la familia. Murió en Atocha.


Pilar Cabrejjas Burillo. 38 años. Trabajaba en Telefónica y escribía una novela, Pasión Virtual. Le encantaba jugar al mus. Murió frente a la calle Téllez.
Óscar Gómez Gudiña. 24 años. Repartidor de una empresa de cafés y líder de una pandilla de amigos que han jurado no olvidarle. Murió en el Pozo.
Inés Novellón Martínez. 30 años. Enfermera y bailarina vocacional de salsa y danza del vientre. Le encantaban Disney y Harry Potter. Murió en Téllez.


Juan Francisco Pastor Pérez. 51 años. Trabajaba como técnico de telefonía en el Palacio de Congresos. Murió en el Pozo.
Emilian Popescu. 42 años. Rumano y jefe de cuadrillas de obreros de la construcción; le gustaba la montaña. Murió en el Pozo.
José María García Sánchez. Perito agrónomo. Viajaba a Guadalajara para comprar miel de la Alcarria y vender castañas y almíbar. Murió en Atocha.
Luis Andrés Martín Pacheco. 54 años. Pintor de brocha gorda. Trabajaba en las obras de ampliación del Congreso de los Diputados. Murió en Téllez.
Alois Martinas. 27 años. Rumano. No tenía pemiso de residencia. Se iba a casar en verano con su novia. Rodica. Murió en Téllez.




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...NUNCA