"Por primera vez el Estado se encuentra no solo apoyando sino impulsando la despenalización de la tenencia para consumo personal. Mas allá de que uno pueda coincidir o no con las políticas del actual gobierno, es un hecho histórico que merece reconocimiento. Son muchos los que dudan y pocos los que confían, pero ninguno sabe bien como terminara este nuevo capitulo del debate por la despenalización en Argentina. ¿Por que el gobierno pretende despenalizar? ¿Por que cree en las libertades individuales? ¿Porque confía en el derecho que tenemos de disponer de nuestro propio cuerpo?
Lamentablemente el peso de la realidad, pero hay que decir que el gobierno no quiere, sino que necesita despenalizar. Y ahí es donde las cosas cambian, en esa línea que separa la determinación ideológica del estado de necesidad. Hoy la despenalización es pedida a gritos por un sistema judicial saturado y un sistema de salud que paga las consecuencias de tanto abandono. Se despilfarran miles de pesos en perseguir perejiles, mientras las causas se acumulan en los pasillos de Tribunales y en las guardias de los hospitales mueren las victimas de la desinformación.
Pero esta todo bien. Así son las cosas. ¿O vamos a pretender a esta altura del partido que se discutan con fundamentos reales las cuestiones de fondo? No, el prohibicionismo esta muriendo por el peso de los hechos. De esos hechos que sus impulsores supieron construir a lo largo de la historia, y que hoy lo ponen entre la espada y la pared. Fueron 30 años de la aplicación sistemática de estas políticas de drogas en Argentina y bastaron para socavar con nichos de corrupción todas las instituciones, llenar cárceles de consumidores y matar a miles de jóvenes con sustancias adulteradas... Por fin, después de tantos años de "prueba y error", el modelo llora por su fracaso. Y como reza el lema budista, cuando algo se hace insostenible no queda otra que dejar de sostenerlo.
Dentro de poco los consumidores dejaremos de ser perseguidos. ¿Pero después? Porque para que la despenalización realmente funcione, habrá que ver como se lleva a cabo. No nos olvidemos que la actual ley tampoco persigue el consumo sino la mera tenencia (recién se dieron cuenta que es imposible consumir algo sin tenerlo). Si ahora vamos a poder tener lo que elegimos consumir. ¿De donde lo vamos a sacar? Por las dudas, se recomienda no borrar el teléfono del dealer amigo, porque el comercio obviamente seguirá penado y el autocultivo (en el caso de la marihuana), el método mas efectivo para alejar consumidores del narcotráfico, podría seguir el mismo camino. Tampoco sabemos si los que tienen problemas con su consumo tendrán la asistencia y cobertura medica que merecen o si se abandonara el "fantasma de la droga" y se instalara políticas educativas de prevención. Habrá que esperar.
Los tres poderes están listos. El Ejecutivo promueve, el Judicial avala y será el Legislativo quien termine de analizar y votar una ley. Entre los diputados y senadores hay consenso, y ni hablar de los millones de consumidores. Falta poco."




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