Rusia ordenó el martes frenar la ofensiva en Georgia, cuyas tropas se retiraron de la única zona abjasa que controlaban, mientras en Moscú, los presidentes ruso y francés pedían "negociaciones internacionales" sobre el "futuro estatuto" de las regiones separatistas.
"He tomado la decisión de suspender las operaciones para obligar al gobierno georgiano a pactar la paz", anunció el presidente ruso, Dimitri Medvedev, en un encuentro con responsables de la operación militar lanzada en respuesta a la ofensiva de Tiflis contra la región separatista de Osetia del Sur.
Pero las autoridades georgianas denunciaron que pese al anunciado fin de la ofensiva, la aviación rusa seguía machacando tres poblados georgianos.
La Casa Blanca dijo que está verificando si Rusia detuvo sus ataques a Georgia.
Sobre el terreno la situación permanecía confusa.
Georgia anunció que se había retirado de los desfiladeros de Kodori, una estratégica zona en Abjasia, la única que controlaba en esa región georgiana pro rusa.
Poco después, Alexander Lomaia, secretario general del Consejo de Seguridad Nacional georgiana, aseguraba que las tropas rusas se estaban desplazando hacia la región de Mestia, cerca de Abjasia.
La información que llegaba desde Moscú contradecía esas informaciones.
En rueda de prensa, Medvedev, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que viajó a la capital rusa este martes para tratar de mediar en el conflicto, abogaron porque las fuerzas rusas y georgianas regresen a sus posiciones anteriores al estallido de la escalada bélica, el pasado viernes.
Sarkozy, presidente de turno de la Unión Europea, aseguró que contaba con el apoyo de los Veintisiete en su iniciativa de mediación y afirmó que el bloque está "disponible" para participar en una fuerza de paz en Georgia.
Ambos mandatarios pidieron "negociaciones internacionales" sobre el "futuro estatuto" de las regiones separatistas de Georgia, Osetia del Sur y Abjasia.
Un documento de seis puntos que prevé "negociaciones internacionales sobre el futuro estatuto de Osetia del Sur y de Abjasia y sobre su seguridad" fue acordado por ambos jefes de Estado, dijo Medvedev ante la prensa.
La solución del conflicto "depende de Tiflis", añadió Medvedev. "La puerta está abierta para una normalización gradual de la situación en Osetia del Sur", dijo.