Tal vez atraído por lo 'exótico' de la noticia, el portal Infobae publicó un artículo sin chequear la veracidad de la información. Y, por eso, cayó en el juego. La empresa que dijo vender galletas con grasa humana era un campaña contra la pobreza.
La empresa holandesa que aseguraba fabricar galletas para el Tercer Mundo a partir de grasa humana obtenida en operaciones de liposucción es, en realidad, un montaje artístico cuya pretensión es denunciar las dificultades para acceder a la alimentación en algunas zonas del mundo.
La noticia de que existía una empresa que vendía esas galletas fue publicada hoy por Infobae, que tal vez atraído por lo 'exótico' de la noticia publicó la información sin chequear su veracidad. Y, por eso, cayó en el juego.
El fabricante de las galletas, Irfak, que publicita sus productos en Internet, es una entidad ficticia ideada por la artista Mieke Smits, que se hace pasar por fundadora del proyecto empresarial, según publicó el portal 20 Minutos.
El montaje forma parte de la exposición de arte 'Glocal Affairs', centrada en la interrelación entre las escalas globales y locales y que actualmente se puede visitar en la ciudad holandesa de Maastricht.
La página web creada para promocionar el montaje explica que Irfak recicla la grasa humana sobrante de liposucciones para elaborar galletas y otros productos alimenticios para enviar a países en vías de desarrollo o en situación de emergencia, por ejemplo por conflictos armados.
La supuesta fundadora del proyecto empresarial -y en realidad artista- indica que uno de sus productos, cerrado herméticamente para poder ser distribuido incluso en las situaciones más adversas, está compuesto de un "50% de grasa humana, otro 50% de azúcar y una enorme cantidad de vitaminas añadidas". También anuncian el sorteo de una liposucción cada medio año, para atraer donantes.