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Tema: Portaaviones de Hielo

  1. #1
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    Portaaviones de Hielo

    Es medio largo de leer pero muy interesante.

    Invento singular

    Cuando la necesidad aprieta es cuando se echa a volar la imaginación para encontrar la solución a los problemas y así es como nacen muchos de los inventos, unos tienen éxito y otros quedan relegados al olvido por diversos motivos: demasiado costosos, demostración de su ineficacia, por lentitud en su desarrollo, etc.etc.

    Entre los que fueron relegados se encuentra el portaaviones de hielo. No se si alguno de vosotros habrá oído hablar él, yo en realidad hace poco que supe de su existencia o mas bien de su “casi existencia”.

    A los americanos ya se les había ocurrido utilizar hielo, concretamente iceberg para dañar los puertos alemanes, el proyecto consistía en enviar barcos al Polo Norte para que arrastrasen esos enormes bloques de hielo hacia las costa alemanas procurando dejarlos a la deriva para que fueran empujados por las corrientes marinas hacia las instalaciones portuarias. La idea no era muy brillante, así que pasó a mejor vida, pero los ingleses la retomaron con un uso bastante diferente.

    A mediados de 1942 los alemanes estaban en posición de hacerles la vida imposible a los Aliados pues sus submarinos obstaculizaban el tráfico de mercancías y armamento entre Estados Unidos y Gran Bretaña y a pesar de que los ingleses disponían de una excelente fuerza aérea, la falta de portaaviones o de aeroplanos de largo alcance hacía imposible la localización y hundimiento dichos submarinos.

    Estudiada la capacidad aliada para construir esos portaaviones tan necesarios, se llegó a la triste conclusión de que tanto el hierro como el acero del que podían disponer eran insuficientes, por lo que era necesario buscar otro material fácil de obtener y aquí fue en donde a un científico inglés llamado Geoffrey Pyke se le encendió una lucecita en su cabeza y dijo: ¡Eureka, ya lo tengo, pistas de aterrizaje de hielo!.
    Al principio parece que el único que estaba contento con la idea era el científico, los demás no lo veían claro, pero como no tenía otra cosa Churchill ordenó iniciar los estudios preliminares y mientras Goffrey y sus coleguillas se pusieron manos a la obra, los demás se pusieron a pensar en un nombre a este proyecto pues como ya se sabe, todo proyecto tiene que ser bautizado debidamente.

    Tiraron de Biblia y decidieron llamarle “Habacuc”, ¿por qué? pues porque ese era el nombre de un profeta que había escrito un libro que forma parte del Antiguo Testamento y que en el versículo 5 del primer capítulo figura esta frase atribuida a Yahveh: “Mirad a las naciones y ved, y quedareis sobrecogidos y estupefactos, pues está para cumplirse en vuestros días una obra que, si os la contaran, no la creeríais”. La verdad es que fue bien elegida pues para quedarse estupefactos era lo del portaaviones de hielo.

    La cosa empezó por la captura de icebergs en el Atlántico Norte y ahí surgió el primer problema, a pesar de su poderosa apariencia, no soportaban el peso de los aviones. De nuevo hincaron los codos para pensar en la solución y recurrieron al hielo artificial lo que resultó aún peor porque era más quebradizo. El tiempo iba pasando sin que se encontrara la solución así que se pensó en dar por terminado el asunto, pero desde América les llegó un nuevo aire de esperanza, en un instituto de Estados Unidos habían descubierto la forma de endurecer el hielo hasta extremos que nadie hubiera podido pensar, incluso se lo podía trabajar en un torno como si fuera una pieza de acero y la clave era tan sencilla y tan barata como añadir un 14% de serrín al agua mientras esta se congelaba. Y como todo debe de ser bautizado, a este hielo especial se le dio el nombre de pykrete en honor a Geoffrey Pyke, utilizando las primeras letras de su apellido y las últimas de la palabra concrete que significa hormigón en inglés.

    Como todo invento que se precie, hay que llevarlo a cabo en el mas absoluto secreto, por eso de los copiones, así que los ingleses decidieron llevarse bajo el brazo su proyecto a Canadá en donde no falta ni el agua ni la madera para el serrín y los primeros prototipos fueron botados en el lago Corner Brook en Terranova, lugar en el que la temperatura se mantenía muy baja, ideal para mantener el nuevo hielo en perfectas condiciones.



    Por un lado se hacían las pruebas con el hielo y por otro el diseño del portaaviones. Sus paredes tendrían doce metros de grosor y su peso más de dos millones de toneladas; su forma sería la de un portaaviones convencional con una pista de seiscientos metros de longitud y casi cien de anchura, capaz de albergar unos doscientos aviones de caza o cien bombarderos. La tripulación estaría formada por 3.500 hombres aproximadamente.

    El siguiente problema a resolver era como evitar que el hielo se fundiese y lo resolvieron con una red de tuberías refrigerantes para mantener los quince grados bajo cero y además el hielo iría recubierto por un tejido impermeable para evitar la pérdida de agua. El proyecto se presentó en Québec en una reunión prevista entre Franklyn D. Roosevelt y Churchill. la reacción de los presentes en dicha reunión al ser presentado el proyecto fue de asombro y de incredulidad pues la cosa sonaba a tomadura de pelo, pero Lord Mounbatten tenía preparado un numerito de exhibición para convencer a los más reacios y que consistió en lo que sigue. Mandó venir a un auxiliar que entró en la sala con un carrito de bebidas cubierto con una tela, al retirarla todos pudieron contemplar dos barras de hielo de un metro de longitud cada uno lo que produjo ciertas risitas que se congelaron rápidamente y no por el hielo presente, si no porque otro auxiliar sacó de la mesa un hacha.

    Lord Mounbatten retó a los presentes a que alguien partiera los dos bloques de hielo con el hacha y claro, con lo grandones que son, fue un corpulento general americano el que se presentó voluntario. Blandió el hacha y de un golpe partió el bloque de hielo convencional, aplausos y felicitaciones varias. El general todo ufano blandió el hacha de nuevo y la descargó con toda su fuerza sobre el bloque de pykrete, la herramienta rebotó violentamente dislocando los dos codos del general mientras la barra de hielo se quedó tan ancha sin un rasguño. Pero la puesta en escena del producto no había terminado, el Lord sacó su revolver y disparó contra la barra de hielo que siguió sin inmutarse mientras todos se ponía a cubierto porque la bala rebotó yendo a parar a una de las paredes no sin antes rasgar el pantalón de un mariscal de la RAF.

    Después de este numerito ya no quedaba escépticos y todos apoyaron el proyecto, pero terminada la reunión, su presentador y más entusiasta defensor fue nombrado comandante supremo en la guerra contra Japón y se machó a Oriente. Asi y todo se siguió adelante aunque con más lentitud y con menos medios y por si eso fuera poco, la industria de Estados Unidos estaba produciendo cada vez mas barcos y aviones al tiempo en que los problemas para conseguir hierro y acero eran cada vez menores.



    De todas formas en marzo de 1944 un Habacuc de bolsillo de dieciocho metros de largo y nueve de ancho y un desplazamiento de mil toneladas conseguía navegar por el lago Patricia en el parque Nacional Jasper en Alberta (Canadá) disfrazado de casa flotante, por si algún espía andaba cerca, pero pese al éxito de los ensayos el proyecto estaba a punto de perecer ya que los técnicos necesitaban todavía de un par de años y la marcha de la guerra no podía esperar tanto, además el tema económico también tuvo su peso en la decisión, se calculaba que el coste final del portaaviones de hielo sería de setenta millones de dólares que como se podría decir, se salía con mucho del presupuesto.

    Al final, este pequeño portaaviones de prueba se mantuvo a flote durante el verano gracias a su sistema de refrigeración, pero luego se dejó que se fundiera permitiendo que los restos metálicos se fueran al fondo en donde aún hoy los submarinistas que se sumergen en el lago Patricia pueden observar lo que queda del Habacuc y de aquella “obra que no creeríais si se os contara”.

  2. #2

    Re: Portaaviones de Hielo

    Que loco boludo, nunca había escuchado sobre esto


  3. #3
    Senior Member Avatar de one_shoot
    Fecha de Ingreso
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    Re: Portaaviones de Hielo

    Cita Iniciado por Tenshi Ver Mensaje
    Que loco boludo, nunca había escuchado sobre esto

    si si
    aca hay un dibujo de como hubiese quedado
    era muy grande

    http://www.combinedfleet.com/furashita/habbak_f.htm

  4. #4

    Re: Portaaviones de Hielo

    que flahsero men, muy orijinal la idea

  5. #5

    Re: Portaaviones de Hielo

    Interesante.

    Me intriga saber como pensaban hacer el sistema de refrigeración para mantener sólidos +2 millones de toneladas de hielo. o0


  6. #6

    Re: Portaaviones de Hielo

    q flashero

  7. #7

    Re: Portaaviones de Hielo

    q groso, aunq el hielo indestructible les quedo
    "Imaginate que un dia prohiben el anime o colapsa internet, ahi podemos ver todo el anime que tenemos guardado, hay que sobrevivir, es anime en casa o salir a matar gente, prefiero ver anime en casa, ademas esto es como pokemon, 'hay que tenerlos a todos'..."
    Y unos años despues se hizo la noche... espero que haya algo guardado o va a correr sangre.

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