HACIA EL FIN DEL MIEDO
Fue la fragorosa lucha de las madres, las abuelas, otros organismos de derechos humanos, de las militancias políticas y sociales la que abrió el paso a un inédito momento de ensanchamiento de los DDHH en nuestro país. Esos combates desembocaron en contiendas judiciales pero se desplegaron en modos plebeyos y callejeros. Los juicios hoy en curso pueden serlo por la capacidad movilizadora y resistente frente al Orden Establecido del terror de Estado y a los intentos de construcción de hegemonía por parte de los sectores dominantes que promovieron, con posterioridad a la dictadura, el olvido, la pacificación sin justicia, amnistías, puntos finales e indultos.
El “2° Prólogo” del Nunca Más, aparecido con la edición del texto correspondiente al 30 Aniversario del golpe es el escrito que institucionaliza banderas, ideas, sentimientos, legados que blandieron las luchas populares de muchos años. Dice el texto: “Es preciso dejar claramente establecido –porque lo requiere la construcción del futuro sobre bases firmes- que es inaceptable pretender justificar el terrorismo de Estado como una suerte de juego de violencias contrapuestas, como si fuera posible buscar una simetría justificatoria en la acción de particulares frente al apartamiento de los fines propios de la Nación y del Estado que son irrenunciables”. La simetría justificatoria reaparece una y otra vez encubriendo y disolviendo la total responsabilidad de los terroristas estatales que deben ser juzgados como únicos responsables de haber conducido planificadamente un genocidio en Argentina, con el objetivo de “ disciplinar a la sociedad ahogando en sangre toda disidencia o contestación”, como dice el prólogo citado. Esos retornos perviven con tanta magnitud en su insistencia ideológica que logran alimentar el discurso de políticos y de directivos de organizaciones sociales y civiles. La lucha ideológica no ha acabado y es necesaria la construcción de un relato histórico que cuente la verdad, sin el cual la justicia no será hecha.
Sin excepción las conducciones de los centros de estudiantes universitarios en las épocas predictatoriales hacían de la lucha reivindicativa un baluarte de su actividad, se construían con la autonomía como esencia y promovían articulaciones con las movilizaciones de los trabajadores y el pueblo. Como retazo y tara del retroceso cultural de la dictadura y de los intentos encubridores, cuya expresión paradigmática es la teoría de los dos demonios, se leen expresiones como: “La dictadura militar no hizo más que profundizar infinitamente lo que la triple A empezó. Una guerra sucia y desigual, contra las organizaciones terroristas (principalmente montoneros y ERP) que existían y llevaban a cabo atentados, en nuestro país”; escritas en un impreso que circula con información valiosa para los estudiantes y que referencia inequívocamente a la dirección actual del CECE (Centro de Estudiante de Ciencias Económicas). La expresión es tributaria típica de la disolución de responsabilidades, los contrajuegos de la misma cumplen el rol de no demarcar a los responsables del terror sistemático y contraría, seguramente sin conocerlo, al Prólogo citado que sostiene: “El terrorismo de Estado fue desencadenado de manera masiva y sistemática por la Junta Militar a partir del 24 de marzo de 1976, cuando no existían desafíos estratégicos de seguridad para el statu quo , porque la guerrilla ya había sido derrotada militarmente”.
El CECE es una organización gremial estudiantil cuya historia y sentido no reporta a un corte generacional sino a distintas experiencias de época que fueron construyendo una identidad. Fernando Sánchez, uno de los compañeros detenidos-desaparecidos supo ser su vicepresidente, muchas de sus conducciones se construyeron en la clandestinidad y soportaron la represión de distintas dictaduras. La inusitada, antidemocrática y falsa responsabilización a “tomas, cortes, etc como camino sin retorno a la violencia de hecho” es irrespetuosa y ofensiva respecto de valientes y, muchas veces, heroicas actividades de los centros estudiantiles con numerosas militancias y magrísimos recursos, cuyos puntos más altos fueron tomas de facultades con resistencia a la violencia policial de gobiernos autoritarios para defender lo que era justo.
Los firmantes rechazamos por falsas y regresivas las afirmaciones que pretenden vincular el desencandenamiento de la violencia estatal con el despliegue de luchas reivindicativas, populares, sociales. Estos engendros argumentativos persiguen el objetivo de amedrentar a la ciudadanía haciendo presente, ahora en forma fantasmática, al mismo terror de Estado para que la memoria de sus efectos inhiba la lucha contra las injusticias del presente.
Para reafirmar consecuentemente los objetivos Memoria, Verdad y Justicia invitamos a toda la comunidad de la facultad y, especialmente, a los familiares y amigos de los compañeros detenidos-desaparecidos de la facultad, recordados por nuestra placa de la rotonda, a concurrir al acto del 17/04/09 a las 19 hs convocado por la "Comisión para la reconstrucción de la Memoria de la Facultad de Ciencias Económicas".