Tiene agua líquida en la superficie, temperaturas que oscilan entre los 0 y los 40º Celsius y condiciones atmosféricas que lo convierten en el planeta habitable más similar a la Tierra que se haya descubierto hasta ahora. Se trata de Gliese 581c (o GL 581c), un planeta ubicado fuera de nuestro Sistema Solar, cinco veces más pequeño que nuestro planeta, que orbita alrededor de una estrella enana roja llamada Gliese 581.
Después de meses de observación, astrónomos suizos, franceses y portugueses de la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral (ESO en inglés), utilizando un telescopio de 3,6 metros en el observatorio La Silla (IV Región), descubrieron esta súper Tierra. El Gl 581c, se encuentra 14 veces más cerca de su estrella que la Tierra del Sol, por lo que tarda sólo 13 días en completar su órbita. Estar tan cerca de su estrella no le impide ser habitable por cuanto este sol, es más pequeño emitiendo menos calor y luminosidad.
Según explicó a La Nación, Francesco Pepe, uno de los descubridores de este exoplaneta, el sistema en el que se encuentra está compuesto de una estrella enana roja y tres planetas. El primero de ellos -Gliese 581b- está muy cerca de su sol por lo que su temperatura es mayor, haciendo imposible habitarlo. Con el planeta que está más alejado, Gl 581d, ocurre lo contrario debido al frío reinante.
“De verdad que estamos fascinados y muy contentos de haberlo encontrado”, dijo.
“Podemos decir que hay agua en este lugar, pero la cantidad es difícil de calcular. Tampoco sabemos si es un océano o está cubierto en su mayor parte de agua. Además, es posible que en los polos, haya hielo, igual que en la Tierra”, agregó.
El nuevo planeta está a 20 años luz de la Tierra, una distancia que sería abordable en una nave convencional en mil años de viaje. Sólo para tener una referencia, el Sol está a 150 millones de kilómetros, ocho minutos luz.
Respecto de la atmósfera, Pepe dijo que “no hay ninguna razón para creer que no existe, el problema podría ser su composición y densidad”.
La tarea que sigue es observar este tipo de planetas a través de una imagen directa y
Así luce la estrella roja enana Gliese 581, el sol del nuevo planeta habitable.
a través de espectroscopía, es decir, realizar un análisis de su luz y color y así saber si existen moléculas de agua, CO2, o clorofila. También será necesario en los próximos 10 ó 20 años, trabajar con telescopios más grandes y de mayor sensibilidad.
Según Stéphane Udry, del Observatorio Génova (Suiza), el planeta sería rocoso y su tamaño podría ser tan sólo 1,5 veces superior al de la Tierra.
“El agua líquida es crucial para la vida como la conocemos”, indicó Xavier Delfosse, miembro del grupo de la Universidad de Grenoble (Francia). “Debido a su temperatura y proximidad relativa, este planeta muy probablemente será un objetivo muy importante en las futuras misiones espaciales dedicadas a la búsqueda de vida extraterrestre. En el mapa de tesoros del Universo, estaríamos tentados de marcar este planeta con una X”.
Enanas rojas
Gliese 581 es una de las cien estrellas enanas rojas más cercanas a nuestro planeta, perteneciente a la constelación de Libra.
Las enanas rojas son al menos 50 veces menos perceptibles que el Sol y son las estrellas más comunes en nuestra galaxia: entre las 100 estrellas más cercanas al Sol, 80 pertenecen a esta clase.
“Estas estrellas son objetivos ideales para la búsqueda de planetas extrasolares porque emiten menos luz y la zona habitable se encuentra mucho más cerca que en el caso del Sol”, enfatiza Xavier Bonfils, un colaborador de la Universidad de Lisboa.
Cualquier planeta que se encuentre a esta distancia es detectado más fácilmente con el método de velocidad radial, el más exitoso en la detección de exoplanetas.
El mismo grupo de astrónomos había descubierto un planeta tipo Neptuno alrededor de Gliese 581. Con una masa 15 veces mayor al de la Tierra, este planeta completa su órbita en 5,4 días. Entonces, los astrónomos ya habían advertido rastros de otro planeta y tras nuevas mediciones pudieron confirmar la presencia de la súper Tierra.
La evidencia obtenida indica que incluso podría existir un tercer planeta, con una masa equivalente a 8 veces la masa de la Tierra y que tardaría 84 días en orbitar la enana roja.