Quilmes: ...que las hay, las hay
Se jactaban de no creer en fantasmas y brujas, pero el clima espeso que generan las derrotas los obligó a obrar de apuro: “Que no se entere la prensa, sino vamos a quedar como los más giles de todos”, maldecía uno hacia los otros en pleno viaje a Chascomus, provincia de Buenos Aires. Es verdad; es poco común que tres dirigentes de un club de fútbol argentino, como es el Quilmes Atlético Club, estén frente a una tumba olvidada del cementerio de ese lugar un día de enero, mes atípico de competencia futbolera.
¿Qué hacían allí?, a quien buscaban?; la historia parece propia de una película de Alfred Hitcoch, y es más o menos así:
El club Quilmes , conocido en el ambiente futbolístico como los cerveceros, había descendido tras realizar una pobre campaña en la máxima división. Era la primera experiencia de los ex torneros largos, ahora divididos en dos; Clausura y Apertura. Quilmes volvería a la categoría B, tras finalizar el Clausura del año 1992. Decano del fútbol argentino –Quilmes es el primer club del fútbol argentino, fundado por ingleses en 1887, ganándole la pulseada a Gimnasia y Esgrima de La Plata- siempre fue de largas agonías por sus intentos por volver a la primera división y sentir ese coqueteo con los grandes Boca Juniors, River Plate, Racing, el Rojo, entre otros. Ese año 92 sería más duro aún.
Es que Quilmes es particular. Tiene como una especie de estigma que lo puede convertir en el mejor pero también en el peor casi al mismo tiempo. Un ejemplo fue la obtención del campeonato de 1978. Pocos años después el mismo equipo descendió.
El primer año de bajada al Nacional B, en 1993, Quilmes casi logra la vuelta a Primera. Algo parecido casi ocurrió al año siguiente, ese del Mundial yanqui del 94. El cervecero jugaba bien, allí brillaban jugadores, como Nelson Vivas… pero el miedo a otra frustración comenzó a volar. Siempre faltaban 50 para el peso. Así fue como a algunos dirigentes se les ocurrió un disparate total para algunos, aunque no algo atípico en el ambiente del fútbol, sujeto a cábalas y la magia negra: contratar los servicios de una bruja. Dicen que la idea la había tirado un viejo dirigente de Temperley . Pero en el Celeste no había logrado resultados y yacía en las últimas divisiones desde el año 1987. Así igual, unos dirigentes del cervecero viajaron a Chascomús en busca de la bruja Dora. Arreglaron un precio, primero la entrega de una parte; la otra, se entregaría cuando Dora termine el trabajo que consistía en que Quilmes gané su partido, y además caiga derrotado quien lo perseguía en la tabla por la vuelta a Primera: Gimnasia de Jujuy.
Creer o reventar, el partido del Decano contra Morón fue suspendido por disturbios, pero Gimnasia cayó frente al último Douglas Haigh de Pergamino. Se cumplió lo pergeñado por Dora quien al lunes siguiente viajó a la ciudad Quilmes en busca del cobro de su dinero. Pero los dirigentes cerveceros se negaron a pagarle argumentando que si bien los jujeños perdieron, al haberse suspendido el partido, el cervecero no había ganado. Mujer de instintos, Dora discutió duramente con ellos, renunció a la deuda y sentenció con una frase que no olvidarían: “Hombres infames; condenó a Quilmes a 13 años de mala suerte; no subirán jamás a Primera”.
Días después el partido contra Morón se reanudó. Contra todos los pronósticos, el puntero Quilmes cayó derrotado 3 a 2. Luego perdió los otros partidos. Así, Gimnasia de Jujuy era quien volvía a Primera división ese año… muchos comenzarían a hablar de maldición cuando en 1995, también sopa y se erigía campeón el Huracán de Corrientes.
Entre los muchos hinchas cerveceros se corría lo de la bruja maldita. Las malas campañas se repetían. En el año 2000, Quilmes cobró el mote burloso del tricagón; perdió tres finales que lo hubiesen catapultado a Primera, frente a Huracán, Los Andes y en el sistema de Promoción, con los cordobeses de Belgrano.
Con los ojos rojos de tanto llorar cuando en el año 2001, hubo otra de tricagón, esta vez frente a Nueva Chicago y nuevamente en Promoción frente a Belgrano. Fue así que un dirigente disparó: “La culpa es nuestra; nos mofamos de esa bruja de mierda; tenemos que pagarle”… y nuevamente viajaron Chascomus, en una operación secreta, a saldar
la deuda.
Vaya sorpresa cuando se enteraron que Dora había fallecido y sus restos yacían en el cementerio de esa localidad. La bruja no tenía familiares y pocos vecinos se acordaron de ella. Los dirigentes sólo atinaron a dejar un ramo de flores en la tumba de la bruja.
Querer o reventar, el espíritu de Dora continuo castigando a Quilmes. En un partido por uno de los ascensos en el 2001, pleno día soleado, una nube que salió de la nada se adueño del cielo, o al menos del Estadio Centenario de Quilmes. La lluvia hizo del campo de juego un chiquero y Chicago derrotó a Quilmes 1 a 0 vovliendo a Primera. Algo parecido ocurrió en el 2002 frente a Gimnasia de Entre Ríos.
Dicen que fue un trabajo de exorcismo de otra bruja quien liberó al Decano de su maldición. En julio del año 2003, Quilmes logró derrotar 1 a 0 a Argentinos Juniors y así, tras casi 13 años, volvería a Primera división. Tras buenas campañas, volvió al Nacional B el año pasado… Dora no esta… pero las brujas existen o no?