fuente | Crítica DigitalIniciado por Nicolás WiñazkiEs una generalizada expresión de intenciones, sin referencia alguna al tema de la inseguridad. El requisito electoral fue cumplido con más solvencia por la oposición.
Impresa en Times New Roman tamaño 14, ocupa sólo tres páginas. La plataforma electoral del Frente Justicialista para la Victoria (FJPV), presentada por la lista que encabezan Néstor Kirchner y el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, es un compendio de promesas generales y en muchos casos abstractas, no incluye esbozos de nuevos proyectos de ley que los candidatos no testimoniales podrían presentar en el Congreso, y tampoco incluye medidas de relevancia, salvo un caso puntual referido a la educación. A pesar de esto, es justamente el oficialismo el que insiste en criticar a la oposición por su falta de “propuestas”.
En su introducción, con el título “El Estado”, el FJPV da una definición básica de lo que significa “acción política” y luego describe que uno de sus fines parlamentarios es generar una “democracia de base municipal, con una profunda descentralización de políticas públicas”.
Siguiendo esa línea, entonces, se desarrrolla la plataforma electoral K, que en su gran mayoría está repleta de lugares comunes, como la promesa de realizar “una profunda reforma política que permita participación popular”; o la que asegura que la Argentina buscará su “inserción al mundo [...] haciendo especial hincapié en el proyecto regional Mercosur, apostando al mismo fin de presentarnos ante el mundo como un bloque compacto”.
En otros párrafos, el escrito sorprende por lo ambicioso. Es que propone, por ejemplo, “garantizar” un mínimo de 220 días de clases para todos los alumnos, una medida para la que el oficialismo debería reformar la Ley de Educación enviada en 2006 al Congreso por el propio Kirchner, que estipula que los días de clase deben ser 180. Ni Kirchner, ni la presidenta Cristina y menos el ministro de Educación, Juan Carlos Tedesco, contaron que buscaban modificar algo tan sensible como los días de clase del alumnado. La plataforma del oficialismo liquida la cuestión en una línea y sin dar mayores explicaciones: “Desde el punto de vista educativo, garantizar un mínimo de 220 días de clases efectivos para todos los alumnos”, dice, y listo.
El escrito K, presentado ante la justicia electoral tal como dicta la legislación, no hace alusión en ninguna parte a la inseguridad, una de las máximas preocupaciones de los bonaerenses, según admite el propio Scioli ante las diferentes propuestas y discursos que hacen sus opositores. Tampoco se refiere a las cuestiones relativas al transporte público, otra de las problemáticas bonaerenses: sólo se dice que se reforzarán los “órganos reguladores a fin de transparentar el marco de las prestaciones de luz, agua, gas, transporte, etc” (sic). También se promete que a partir del año que viene se hará “una protección de usuarios y consumidores” a través de una “aplicación estricta de la Ley de Defensa de la Competencia”.
Respecto a las políticas de salud, la plataforma tampoco es muy específica. A pesar de que Buenos Aires sufre la falta de recursos en sus hospitales, se promete “reformar el sistema de salud con eje central en el hospital público”, y luego se remarca que se fortalecerá “a las salas de primeros auxilios para que sean las encargadas de informar y llevar adelante los diferentes calendarios de vacunación así como también cualquier otro tipo de campañas de prevención de salud que impulse el Estado”. No se menciona al dengue, ni se habla de políticas de prevención de otras enfermedades.
Los ítems económicos tampoco son concretos: prometen “una reforma impositiva”, la creación de un “programa de exportaciones”, y se asegura que se luchará de manera “más eficiente” con la evasión fiscal, además de contar que los legisladores oficialistas intentarán crear “un ente encargado de encontrar los nichos de producción más rentables”. El FJPV también hace hincapié en la necesidad de buscar la solvencia fiscal que permita “el desarrollo de la obra pública”.
En el llamado “plano internacional”, la novedad es que se revela que el oficialismo aspirará “al fortalecimiento (regional) invitando a diferentes países de nuestro continente a que formen parte” del Mercosur. También se describe que se buscará una “vinculación seria y responsable” con los organismos internacionales de crédito, aunque buscando que eso no dificulte “el desarrollo y el crecimiento de nuestro país”.
En cuanto a planes sociales, se destaca una propuesta que promete “crear desde el Estado y con diferentes ONG una red que garantice y asegure la comida en cada hogar”. No se explica cómo se hará ni de dónde saldrán los fondos para un fin tan justo.
En varios párrafos del escrito resaltan las faltas de ortografía y los errores gramaticales.