Es que no, la objetividad es prácticamente imposible de empuñar. Vamos bien a lo técnico.
Objetivo
1. adj. Perteneciente o relativo al objeto en sí mismo, con independencia de la propia manera de pensar o de sentir.
Haría falta una especie de dios perfecto para discernir sin sentimientos de por medio y sin verse afectado por su entorno.
Tanto vos como yo, somos afectados por nuestro entorno desde una cantidad infinita de frentes casi incalculables. Familia, amigos, modos de vida, de relación social. Todo eso y más (junto con el modo en que nos ha llegado a cada uno) termina formando nuestra subjetividad. Somos producto de nuestro contexto.
Respecto a que alguien puede o no optar por no hacerle caso a Tinelli, hay también muchisimas disposiciones en los modos en que las noticias son presentadas e incluso en la frecuencia con que una misma noticia es presentada y representada.
Una noticia, por su carácter espectacular y dramático, puede o no llevarte de cabeza a un pensamiento, pero una noticia inyectada con la suficiente insistencia y acompañada de 1 o 2 más al día que esten relacionadas, crean un clima. No toda la gente que cree en que no se puede salir a la calle porque te matan ha sido efectivamente asaltada, ni mucho menos vive encerrada en su casa porque crea eso. Simplemente reproduce lo que el clima les induce. Sutil, aunque poderosamente.
Podés tomarlo o no de manera conciente, pero el clima se genera de todos modos.
De hecho, me atrevo a decir que no se que tanto discutiríamos de esto si los medios no le dieran tanta bolilla.
Incluso esto, que podría ser cosa de un noticiero nomás, termina siendo la lógica de todos los noticieros y programas de la tarde. Donde la lógica de lo espectacular e impactante como generadora de rating, termina legitimando los contenidos y homogeneizando la oferta de lo que podés ver y oir.
En fin, me fui muy a la mierda, pero es un tema muy interesante.