Los regalos K

[GrimReaper]

Los regalos K

Antes de partir al Calafate, la Presidenta dejó apilados los presentes que los argentinos abrirán hoy a la medianoche: inflación por arriba de los doce puntos, vaciamiento del Anses y pago de la deuda externa con reservas del Banco Central.
El grito de la Presidenta sonará en la paz de los glaciares: “¡Feliz navidad argentinos/ argentinas!”, dirá en medio de un Parque Nacional que se parece más al paraíso que habitaron Adán y Eva, que a las humildes casas donde millones de argentinos brindarán con lo que tienen. Eso sí: los argentinos también se acordarán de ella y chocarán sus copas rogando que el año próximo los encuentre en una situación mejor.

Pues el Gobierno de la Presidenta dejó 15 millones de pobres, dos millones de desempleados y otras casi 7 millones de personas que están trabajando en el sector informal. Será por eso que el 71,4% de los argentinos desaprueban la gestión; aunque no dejarán de sorprenderse cuando abran los regalos que Cristina dejó para todos.

Sorpresitas

Su trineo era demasiado pesado y, según se comenta, debió, como en tantas otras oportunidades, prometer “un pancho y una coca” para que algunos servidores lo muevan. Aníbal Fernández y Amado Boudou fueron los primeros en ofrecerse a semejante esfuerzo que tanto significó para la Presidenta, quien no se hubiera arriesgado a arruinar sus hermosas uñas esculpidas. Además, el hacer tanta fuerza hubiera generado demasiada presión sobre sus pómulos inyectados, algo a lo que no estaba dispuesta a someterse.

Sea como fuere, los regalos estarán ahí, al pié del árbol. Y el primero será uno que fue empaquetado con un papel brillante, de color verde y una tarjeta que reza: “Este año he cumplido con ustedes, amigos del FMI. Aunque en reiteradas oportunidades los insulté, bien saben que forma parte de la pantomima nacional. Para ustedes, este hermoso presente”. Dentro de una caja de vidrio, la Presidenta dejó el comprobante del pago que realizó al organismo internacional, con dinero de todos (reservas de libre disponibilidad del Banco Central).

Al pié del árbol, Cristina dejó una caricatura del gobernador bonaerense, al que le exige sumisión política a cambio de fondos que llegan a cuentagotas, y que ni siquiera alcanzan para pagar los sueldos a docentes y estatales. Fue debido a ese estricto entrenamiento, que el gobernador Daniel Scioli debió suspender el depósito de retenciones gremiales; obsequio que cayó como un balde de agua fría a los trabajadores estatales.

El manual de usos y costumbres kirchneristas advierten que es necesario meter la mano en los bolsillos de los trabajadores. Si eso afecta el consumo no importa: “Lo necesario es que se garantice el dinero en la caja (de ahorro)”. Así decía la tarjeta que antecedía el paquete que la Presidenta dejó para todos los bonaerenses: una Provincia que casi no llega a pagar salarios, donde la falta de insumos en los hospitales es cotidiana, y los sueldos de las fuerzas de seguridad rozan la indigencia.

“¿Qué más nos dejó Cris?”, preguntará algún niño que mirará atento cómo su padre abre los regalos de la Presidenta. “Cristina nos dejó un campo que ya casi no produce”, responderá algún productor desconsolado. Y no se equivoca: la actual gestión sumergió al agro en una de sus peores crisis.

El paquete que sigue llamará la atención de muchos: “Disculpen queridos argentinos/argentinas. Aquí pensaba regalarles un teléfono celular a cada uno de ustedes; pero olvidé la aprobación del impuestazo tecnológico, y me resultó imposible comprarlos. Además no tendría sentido: los aumentos que autoricé imposibilitarían su mantenimiento. Pero no se enojen, uno no está exento de cometer errores”, rezaba el mensaje de un paquete vacío. Pero ese no sería el único envoltorio sin contenido.

“Aquí les dejo unas ricas rebanadas de aire. Intenté cocinarlas con ayuda de Néstor, pero el precio del gas hizo imposible hornear pan dulce para semejante cantidad de gente. Aunque luego pensé: si Peter Pan sobrevivió en la tierra de Nunca Jamás, imaginando comida, ustedes podrán hacerlo en el país más al Sur del continente. Este es mi sentido obsequio”. Con esas palabras escritas, la Presidenta anunciaba otro de los regalos del arbolito (aparte de las rebanadas de aire): los sucesivos aumentos registrados en las facturas de luz y gas, que en el año que está por terminar casi llegan al 400%.

Para los abuelos también hay

Cualquier argentino que esté en la ceremonia de apertura de los paquetes, dirá: “¡Ya basta por favor! No quiero más regalos”. Pero como cuando uno es chico, Papá Noel no siempre responde a nuestros pedidos. La versión femenina de “Cristina Noel”, tampoco lo hará. La siguiente sorpresa lleva un papel muy arrugado, y dentro de una gran caja estarán los documentos que permitieron destinar fondos de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), a fines tan cuestionables como el rescate de la empresa General Motors en Argentina, mientras que miles de jubilados abarrotaron los tribunales de expedientes reclamando que se actualicen sus haberes y se les reconozca la movilidad. .

En ese paquete, dejado especialmente para los mayores, figurará la tasa del 8,5% anual, que fue la que se estableció para que el Gobierno pague por los créditos dados desde la Anses; una tasa muy inferior a las de la plaza financiera. Esa polémica cifra fue la que permitió en todo 2009 disponer de esos fondos públicos según los antojos del Gobierno nacional, que en general no coincidieron con la necesidades de la gente.

Si de números bajos se trata, otro de los presentes que dejó la mandataria son los mentirosos números del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), que indicaron una inflación muy por debajo de la real. Lo mismo sucedió con los niveles de actividad económica y de desempleo. Como si todas las cifras hubiesen estado dibujadas por el mismo lápiz (el de Moreno), calcularon -en general- 10 puntos menos que las cifras reales. Quizá Cristina se tomó demasiado en serio el personaje de “Mamá Noel” y creyó que estaba hablando con niños. Pero los argentinos repudiaron y cuestionaron, a lo largo y ancho de 2009 (y del territorio nacional), las cifras del INDEC.

Los regalos que faltan abrir son: las elecciones anticipadas en medio de la gripe A, con candidaturas testimoniales incluidas (un verdadero fraude electoral), y el fracaso de los planes canje, volviendo imposible renovar la heladera o el termotanque. Cristina, además regaló otro año sin poder acceder a la casa propia por la dificultad para obtener un crédito hipotecario. Y a no olvidar que la Presidenta también dejó al pie del árbol la inseguridad cotidiana, inundaciones e inundados, incapacidad para garantizar los días de clase y peleas con la farándula.

Ojalá esta media noche, cuando los argentinos abran los regalos que preparó Cristina, no se sorprendan como chicos y puedan leer en cada una de las etiquetas la inscripción que, como en todo regalo, reza: “Se aceptan cambios”.

El optimismo como política de Estado

Aunque los regalos que la Presidenta dejó al pie del arbolito no den cuenta de un país equilibrado, con justicia social, seguridad y equidad, la mandataria habla como si viviera en el país de las maravillas.
“Creo que son dos años que hemos trabajado fuertemente, 2008, junto al 1973 y 1948, fueron los tres mejores años en términos económicos de la Argentina, y completamos en 2008 el mejor año económico de los últimos 200 años”, decía en uno de sus discursos más recientes.

Siguiendo esta línea optimista, la Presidenta, enumeraba “las fuertes y profundas reformas estructurales” encaradas en su gestión; “como fue el sistema de las AFJP”, y “la administración pública de los recursos de los trabajadores”, “la incorporación de Aerolíneas Argentinas al patrimonio”. También hizo referencia a la reforma política “que constituye algo de lo que se habló siempre: la democratización de los partidos políticos”.

La Presidenta parece enorgullecerse por la implementación de la Asignación Básica Universal por hijo y los planes de obra que, según ella, generan 900 puestos de trabajo por día en los últimos tres meses.
Pero su optimismo no llegó sólo a 2008, sino que para 2010 auguró “un mayor crecimiento”, porque “estamos tomando todas las decisiones para que así sea”.

Lo que no regaló: autocrítica

Como si los obsequios hubieran sido pensados con el ensañamiento de una suegra malvada, o con el veneno de una tía arpía, los regalos de Cristina tienen mucho de desagradable y poco de autocrítica.

“No parece que el discurso de la mandataria siguiera una línea autocrítica, muy por el contrario”, aseguró a Hoy el analista político Julio Burdman. “Me quedé pensando si en los últimos tiempos ha habido un giro novedoso en esa forma de posicionarse. Pero no. Los dos (Néstor y Cristina) se movieron en una posición triunfalista”, aseguró Burdman, que ejemplificó lo dicho con la lectura que hizo el matrimonio presidencial de los resultados electorales y de los datos económicos.

La cuestión está en saber si la Presidenta realmente cree en lo que dicen sus discursos, o la suya es una estrategia para posicionarse políticamente. “Yo creo que es más bien lo segundo. De hecho cuando sucedió el conflicto con el campo, ellos decían que no podían moverse porque eso implicaría una muestra de debilidad. Considerar que no ve la situación real del país, sería subestimarla”, aseguró el analista político.

El mensaje navideño

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó ayer que “mi compromiso con los humildes sigue inalterable”, y subrayó que “ese compromiso lo voy a profundizar en todos los días de mi Gobierno”.

Al encabezar un acto en la localidad de Gregorio de Laferrere, en La Matanza, la Presidenta advirtió a los trabajadores que “no permitan que nadie les venga a reclamar nada ni a pedirles agradecimientos, porque de ahora en más no van a depender de un político de turno para lograr trabajo y dignidad”, dando por supuesto que las relaciones clientelares son moneda corriente.

En la misma jornada, pero en diálogo con un medio nacional, la Presidenta aseguró que “terminamos este año infinitamente mejor que como lo empezamos, cuando se desplomó esta crisis que nos vino de afuera y que nos tuvo a maltraer”,

La mandataria pasó revista a los anuncios de inversión que realizaron distintas empresas en las últimas semanas y destacó que el año se termina “con anuncios de inversiones de los más importantes grupos económicos nacionales y extranjeros”.

“El Bicentenario va a encontrar una Argentina en producción, con inversión, con generación de trabajo, muchas veces con ruidos, discusiones y conflictos, pero cuando hay ruido y discusiones es cuando hay gente que está viva; cuando hay silencio es porque no hay nada. Solo los muertos guardan silencio”, afirmó.

Por lo menos trompeta lo disimulaba un poquito...

Fuente para que no digan que es fake.

[IceWind]

ok, la culpa de que todo eso suceda es de los argentinos. simple

[Stifmaister]

ok, la culpa de que todo eso suceda es de los argentinos. simple

completamente de acuerdo...

[Panto]

Pues el Gobierno de la Presidenta dejó 15 millones de pobres, dos millones de desempleados y otras casi 7 millones de personas que están trabajando en el sector informal. Será por eso que el 71,4% de los argentinos desaprueban la gestión; aunque no dejarán de sorprenderse cuando abran los regalos que Cristina dejó para todos.

Ya con esto le saco toda seriedad, como si eso fuese de ahora.
No estoy a favor pero bueh...Todos siempre la dibujan para su lado.

[GrimReaper]

Yo cuando lo leí dije "na, esto es fake", pero vi la página del diario ese random y la verdad, me sorprendió, hasta Trompeta se automodera un poco con las críticas agresivas

[Dummy_]

ok, la culpa de que todo eso suceda es de los argentinos. simple

Mientras estemos en democracia, si.

[ChuO]

Mientras estemos en democracia, si.

qe vuelvan los militares

[Dummy_]

qe vuelvan los militares

yo no dije eso

[Gurdieff]

Mientras estemos en democracia, si.

Q vuelva el virreinato!

[Dummy_]

Q vuelva el virreinato!

/ok..