Hace algún tiempo escribí, en una pieza literaria sinceramente inmortal: “Rosario Central no tiene historia. Tiene mitología”. Y esto es así porque sus orígenes, sus avatares y sus formidables campañas están siempre fluctuando entre la realidad y la fantasía, lo palpable y la ficción, lo comprensible y lo inexplicable.¿Cómo no ser hincha, entonces, de un equipo así? ¿Acaso puede evitar, un intelectual sólido y sensible como quien esto escribe, ser captado, atrapado y seducido por una divisa que desde la realidad más palmaria y comprobable se dispara hacia la exageración y la desmesura? Todo es increíble, todo es sospechoso, mis amigos, en los relatos partidarios de hechos inusitados, de hazañas que rozan lo inconcebible, lo fantasioso y la imaginación pura.
igual, si pones frente a frente el pirata y el ninja, gana el pirata, pistoletazo y ninja muerto, por muy ninja que sea no puede parar las balas
si pones al ninja en sigilo lo tienes al ninja jugando en casa, es como si me dices que el ninja está en su base y el pirata le bombardea la base a cañonazos, entonces el pirata gana de calle porque no queda nada ya xD