Pachauri debe renunciar y el IPCC debe ser disuelto

Las evidencias de corrupción son abrumadoras

Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC
Enero, 25, 2010

El jefe del IPCC Rajendra Pachauri no sólo debe renunciar sino que tanto él, el IPCC y Al Gore deben retornar el Premio Nobel y el dinero recibido en 2007 por haber basado sus informes y predicciones en procedimientos plagados de manipulaciones, falsificación de datos, y acciones contrarias a la más severas reglas del procedimiento científico y a la ética profesional.

El Glaciergate tiene varios costados de una gravedad tal que deben ser ya, inmediatamente, clasificados como crímenes de lesa humanidad porque a la larga implican la perdida de niveles de vida saludables, sufrimiento y muerte de millones de seres humanos inocentes que no pueden hacer absolutamente nada más que esperar por el hacha de un verdugo propuesto por el IPCC y las políticas recomendadas por el grupo. No hay exageración en esto.

Ya hemos visto cómo Rajandra Pachauri, en su condición de director del Instituto TERI y apoyado por su puesto como jefe del IPCC, ha solicitado y recibido un subsidio del Consejo de la Unión Europea de 10 millones de euros para investigaciones “científicas” sobre la posible desaparición de los glaciares del Himalaya en 2035 –increíble mentira inventada por miembros de su equipo en TERI y el IPCC. Esto es mucho más que un ejemplo de absoluta incompetencia y total desprecio por las más elementales normas de procedimientos científicos y de revisión de los pares para elaborar informes. El mundo supone que el IPCC es una organización cuya autoridad influye sobre políticas económicas que le costará a la gente miles de billones de dólares, y una segura debacle económica global que hará parecer a la actual crisis mundial un juego de niños.

Esto constituye un asunto criminal que debe enfrentar cargos penales en cualquier lugar del mundo donde el siste-ma judicial funcione de manera adecuada. Pachauri sabía que la afirmación sobre los glaciares era falsa, y como lo declaró uno de sus empleados en TERI, el cientifico Dr. Murari Lal que el 22 de enero pasado dijo sobre la publica-ción del futuro de los glaciares en el Informe del AR4, “Esto es más una falla sistemática del proceso de revisión del IPCC. Las conclusiones fueron enviadas a cientos de científicos y gobiernos… y nadie expresó entonces ningu-na duda al respecto.” Increíble demostración de la incapacidad de esos cientos de científicos y gobiernos para analizar datos e informes científicos. En el Capítulo 10 del Grupo de Trabajo II del AR4 de 2007 se lee:

"Los glaciares en el Himalaya están retrocediendo más rápido que en ninguna otra parte del mundo (Ver Tabla 10.9) y, si la actual tendencia persiste la probabilidad de que ellos desapa-rezcan hacia el año 2035 y quizás antes es sumamente alta si la Tierra continúa calentándose a la actual tasa. Su área total se reducirá de los actuales 500.000 a 100.000 km2 para el año 2035 (WWF, 2005).

El retroceso y adelgazamiento de los glaciares del Himalaya pueden atribuirse primariamente al calentamiento global debido a la emisión de gases de invernadero antropogénicos.”

La referencia científica para tal afirmación es: WWF, 2005. Como diría nuestro amigo Ripley: “Increíble, pero cierto!” Un parte de prensa en la revista The New Scientist del 2005, tomada de una entrevista al Dr. Lal, que mencionaba haber leído eso en el sitio web del WWF se constituye una pieza rigurosamente “revisada por los pares”. Esa es la calidad de la seriedad científica que impregna los procedimientos e informes del IPCC.

A pesar de que este 20 de enero pasado el WWF realizó una corrección a su “paper” de 2005 donde afirmaban la condena de los glaciares para 2035, declaran ahora que: “Esa declaración fue usada en buena fe pero ahora está claro que era errónea y debe ser descartada.”
Pero el mismo día el Sr. Pachauri y su cohorte de burócratas declaran en el sitio web del IPCC que:

Al redactar el párrafo en cuestión, no se aplicaron las normas claras y bien establecidas de evidencias requeridas por los procedimientos del IPCC.

El episodio demuestra que la calidad de las evaluaciones depende de la absoluta adherencia a las normas del IPCC, incluyendo la completa revisión de “la calidad y validez de cada fuente antes de incorporar los resultados de la fuente en un Informe del IPCC.” Reafirmamos nuestro fuerte compromiso para asegurar este nivel de performance.”

Sin embargo, miles de oyentes de la TV en Australia vieron y escucharon a Pachauri decir:

Cada etapa de la redacción de nuestro informe está revisado por los pares, y cualquier comen-tario que recibimos del proceso de esta revisión está publicado en el sitio web del IPCC, y las razones por las que aceptamos o rechazamos esos comentarios están claramente especifica-das. Si aceptamos un comentario decimos: “Sí. Aceptado.” Cuando no lo aceptamos tenemos que aducir razones muy claras por las que los autores no concuerdan con el comentario. De manera que es un procedimiento muy transparente.”

No, no lo es. Para nada. Es mentira flagrante decir que nadie expresó su disenso sobre el asunto de los glaciares del Himalaya. Muchas dudas fueron expuestas por gobiernos, Expertos Revisores y el Diputado General del Grupo de Trabajo II TSU (ciencia), Clair Hanson, quienes enviaron comentarios a los Autores Principales, pero todos ellos fueron rechazados!

Los comentarios de los revisores no están, ni jamás lo estuvieron, en el sitio web del IPCC como afirma Pachauri. Cuando se le requería a la secretaría del IPCC el lugar donde esos archivos estaban, no se recibía respuesta alguna, como muchos revisores han expresado. Por otro lado el curador de la Biblioteca Littauer de Harvard dice que tiene los “archivos abiertos” del Tercer Informe del IPCC guardados en ocho cajas si indexar. Esa es la manera en que el IPCC planeaba archivar los borradores, comentarios y respuestas de la última evaluación hasta que las requisitorias amparadas por la Ley de Libertad de Información (FOI) forzaron su disposición “online”. Los archivos están ahora a disposición del público a pesar de y no porque el IPCC lo hubiese dispuesto así, como miente el Sr. Pachauri.

El sistema implantado hasta ahora por el IPCC permitía a los Autores Principales confiar en que los Revisores Expertos disidentes no sabrían si sus objeciones había sido aceptadas hasta que leyesen el texto revisado muchos meses después, cuando ya era tarde para que pudiesen presentar alguna queja o hacer algo al respecto. Esa es una de las causas por las que el Autor Principal del capítulo sobre Enfermedades Tropicales, el Dr. Paul Reiter, del Instituto Pasteur en París, renunció a seguir participando en los trabajos del IPCC porque sus conclusiones finales habían sido totalmente alteradas mostrando un futuro absolutamente diferente a lo que el estudio de su grupo había pronosticado.

A las repetidas observaciones de científicos y de gobiernos –como el de Japón- las respuestas eran breves ambi-güedades o evasivas como: “Se hicieron las adecuadas revisiones y edición.” O cuando se sugerían la inclusión de referencias a estudios científicos contradictorios las respuestas eran: “No pudimos obtener las referencias suge-ridas –las consideraremos en la revisión final.” O la sugerencia de añadir mayores referencias a un punto no muy probado ni claro, la respuesta: “Más referencias añadidas.” Cosas que no hicieron, por supuesto.

Conclusiones

Lo primero es la renuncia indeclinable de Rajendra Pachauri. Es grave publicar una predicción falsa en un largo informe –algo groseramente incompetente y negligente, desde luego, con las declaradas intenciones de presionar a la clase política mundial para tomar medidas restrictivas para las emisiones de CO2 y afectar a la economía mundial. ¿Cómo podemos estar seguros de que el resto de los informes del IPCC no siguen la misma tónica destinada a presionar a los políticos, basándose en exageraciones o, como se ha comprobado ahora con el Climagte, con una flagrante manipulación de la información y la eliminación de toda opinión contradictoria en los journals científicos?

Una persona honorable debería cuando menos renunciar en tal situación, aunque lo que veremos será una defensa acérrima de su posición, algo típico de personas con poco o ningún sentido de la vergüenza.

Pero el asunto de la renuncia empalidece frente a la actividad criminal de usar esa afirmación inventada sobre los glaciares para solicitar fondos de investigación de un problema creado por ellos y no por la naturaleza o algún hipotético cambio climático.

Los ecologistas deberían ser los primeros en exigir al cabeza de Pachauri en una bandeja de plata. Quienes verda-deramente creen que el mundo está frente a un peligro inminente y que es necesario un esfuerzo concertado para salvar al planeta del cambio climático causado por el hombre, deberían exigir una profunda y completa investigación de la incompetencia del IPCC y la posible criminalidad de sus actos. De otra forma, cualquier advertencia que pro-venga de la organización, por más verdadera que sea, será desechada por la enorme desconfianza que hoy se tiene sobre los pronunciamientos del IPCC. Esta es la única manera en que los científicos serios que forman el núcleo de la comunidad del cambio climático pueden recapturar la confianza y la credibilidad de la gente.

Justificadamente, la gente se cansa cuando se le grita “¡Viene el lobo!” y lo único que se ven son corderos
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Pachauri wont resign over erroneous IPCC report: Rediff.com Business