Seguro que todos se habrán informa de los muy recientes informes del FMI donde se mostraba que eran los países emergentes, sobresaliendo sudamérica los que mejor estaban llevando la situación actual. Lejos de ser una situación actual, los analistas opinan que se trata de la instauración de políticas macroeconómicas serias durante la década de los 90 y su ampliación posterior en el marco de una mayor ayuda social.
Habría solo un país sudamericano que no está viviendo este sueño rosa que sería Venezuela, que pasa por un proceso que algunos llaman estanflación (inflación y recesión).
La situación Argentina es también extraña, porque nadie se pone de acuerdo en cuanto crecimos ya que el INDEC tiene una crisis de credibilidad. Dice que crecimos un 7% mientras que algunos analistas privados opinan que incluso, decrecimos un 1%. El FMI está obligado en poner las cifras oficiales, así que en el informe aparece que crecimos un 7%, pero el asunto es engañoso.
Tenemos, en mi opinión, dos ovejas negras del futuro sudamericano.
Ahora, más allá de eso, lo que me interesaría discutir es que en los últimos veinte años llego a la conclusión que el 2000 nos encontró unidos, que era la preocupación de un gran hombre, y que, en el futuro, a Sudamérica le espera un papel cuanto menos, cada vez más protagónico.
El otro día discutiendo con unos amigos, uno sostenía que el eje mundial económico, y por lo tanto social y cultural del mundo iba a pasar dentro de no mucho a ser China, relegando a EEUU y a Europa. Yo no creo que sea tan así, no me parece pero ni de cerca que Oriente desplace a Occidente de su lugar, y en todo caso, me parece que lo que estamos viendo es un traspaso de importancia del Atlántico al Pacífico. El papel principal lo va a seguir representando EEUU y vamos a entrar en escena nosotros, y se va a afianzar la importancia de los puertos del Pacífico.