Disiento.
O más bien, agregaría que el hecho de ser fácilmente asimilable no quiere decir que sea cierto. En mi opinión tanto la teoría keynesiana como la teoría clásica de la economía (como casi todas, en general*) son propias del sentido común y son simples de entender en sus modos más precarios. Y las dos no pueden ser ciertas, no al mismo tiempo al menos. Es por eso además necesario recurrir a la historia y ver a que llevó cada cosa, como se logró, que efectos trajo, cuanto duró. Y obviamente, tratar de entender un montón de cosas propias de los seres humanos y de las sociedades que escapan a la economía, porque el factor humano se ríe de todas nuestras elucubraciones matemáticas e ideológicas.
*Salvo la de este gobierno, claro; pero es la consecuencia de basarse en mentiras, nunca pueden ser claras, salvo para los fans.