"La vida de Akthal" - Capítulo II
La gran invasión
Ya el sol se asomaba por el horizonte, el pueblo se empezaba a despertar y no fue la excepción de Akthal y Zahir. Se empezaron a vestir para ir a jurar la fidelidad al Rey de Banderbill. Alork les ofreció algo para desayunar pero no aceptaron ya que Akthal estaba muy emocionado por ir a prometer su vida ante el soberano.
Caminando hacia el castillo, Akthal, muy sorprendido por la gran abundancia de población en la ciudad, disfrutaba de todo lo que estaba viendo y escuchando de aquellos extraños.
Akthal tristemente dijo:
-¡Zahir, no recuerdo absolutamente nada de esta gran ciudad!
-Tenías tan sólo meses cuando partimos para Isla Beleta, hijo- Responde Zahir y empieza a susurrar por lo bajo con Alork, palabras que Akthal no alcanzaba a escuchar.
Estaban entrando en el gran castillo, donde Akthal prometería su lealtad. En el patio de la entrada del palacio veía mucha gente movilizada como si algo estuviese pasando o estaría por ocurrir. Cruzando un pasillo largo que los desembocaría en el patio del fondo, donde sería la ceremonia, cuando de repente un espía del Rey, que parecía desesperado, ingresa a la oficina de éste, donde estaban hablando con el general real de las tropas de Banderbill, HAID. El soberano le estaba ordenando mover todas sus tropas al sur de la ciudad, cuando el espía lo interrumpe y dice, temerosamente:
- Discúlpeme mi señor, vengo a informarle que Lord Thek también está reclutando tropas en su ciudad al mando de POMA y nos superan ampliamente en número y temo también decirle que los neutros que se reúnen en la ciudad a conquistar, Ullathorpe, no nos superan en número pero tienen a los más poderosos guerreros a su lado, el clan FMIF.
Luego cerraron la puerta de la oficina y no se pudo escuchar nada más de la conversación.
Akthal muy preocupado por lo recientemente había escuchado, va corriendo al fondo del pasillo para que el clérigo, Neeth, encargado de realizar el acto, lo haga lo antes posible.
Luego del corto cortejo hasta Alork y Zahir estaban preocupados por lo que iba a suceder en un corto plazo de tiempo. Alork sabía que no iba a poder enseñarle los mejores conjuros en tan poco tiempo, pero había que por lo menos enseñarle algunas tácticas de combate para defenderse de posibles enemigos.
Luego de 5 minutos de caminar, llegan a unas tierras al sudeste de Banderbill. El viejo mago le brindó a Akthal una vara de fresno, una túnica y un viejo pergamino que decía “Dardo mágico”.
-¡Leé estos pergaminos y luego matá esa serpiente!
Akthal emocionado empieza a leer dificultósamente. Va con su primer intento y no la puede derribar, ni si quiera le puede ocasionar un daño leve. Zahir intenta levantar el ánimo y le grita:
-¡Vamos Akthal, concéntrate. ¡Tú puedes!
Akthal vuelve a intentar y otra vez lo mismo. Alork corre hacia su posición y le susurra algo en el oído. Luego de eso, intenta por tercera vez y logra eliminarla.
Alork y Zahir estaban muy contentos por el primer logro, pero el mago, muy sabio, dice:
Akthal no será un gran mago, tiene alma de paladín, vi como movía la vara e intentaba golpearla como si fuese una espada.
Lanzó un conjuro y creó una “Espada larga” en el medio de los yuyos. La recogió y se la dio a Akthal.
Alork le explica como va a ser el siguiente ataque, ya que tenía gran conocimiento de los entrenamientos de sus antiguos amigos.
-Ahora prueba con el lobo de ahí.
Akthal intenta y falla, rápidamente lo vuelve a intentar y deja al lobo agonizando y finalmente, con un dardo le da su golpe final.
Justo cuando Akthal logra realizar el golpe-hechizo a la perfección, se escuchan unos fuertes pasos y sin dudar, Alork, lanza un conjuro y se teletransportan a su casa sanos y salvos.
Por la ventana ven a las tropas del rey dirigiéndose a Ullathorpe por la salida del sur. Akthal, sorprendido, destacó por su vestimenta a los más poderosos fieles del rey, entre ellos a los clanes Rats Users, Let it be y FLAWLESS.
La batalla se aproxima en el centro de Ullathorpe, ¿quién ganará?
La historia continuará…
La historia fue escrita por los actuales miembros de Prensa, Iván and me.
¡Ojalá les guste!