Me gusta esta nueva obsesión del oficialismo por entrelazar dos mundos tan cercanos como son la política y la aeronáutica. Como unos visionarios, cuando vieron todo el revuelo que se armó por la casi tonelada de cocaína en España, ellos vieron que era una chance única como no se les presentaba desde la última vez que
le habían prestado un avión gubernamental a la hija para ir al Sur y un amigo filmó el video mientras viajaban y después lo subió a internet. Como al rato después empezó el quilombo de Skanska y la bolsa de Miceli, la aeronáutica quedó relegada a un segundo plano... hasta ahora.
Primero, intentaron emular directamente el hecho con la
pista de aterrizaje clandestina del concejal K en Formosa. Después de éso le dijeron a Alperovich que
se compre un avioncito, le tirara 2 paquetes de gasa atrás del minibar y lo pasara como "avión sanitario" (aunque le podrían haber dicho que tuviese un poco más de carpa y
no se lo llevase a Punta en temporada alta.)
Viendo que las noticias tenían menos repercusión que las muertes por desnutrición de jovenes en el noroeste argentino en el diario Tiempo Argentino, decidieron no menguar en esfuerzos y buscar buscar un nuevo 'aerocaso' en territorios internacionales: primero tiraron el amague con la visita de Obama a América Latina y el sobrevuelo que iba a tener en Argentina sin bajarse del avión a saludar. Como con éso no tiraban ni media semana, decidieron autorizar que venga un avión de afuera (como el caso se necesitaba de urgencia,
decidieron saltearse todo ese paso burocrático y tedioso que dice que la autorización del ingreso de tropas extranjeras al país es potestad del Poder Legislativo) y después encanutarle dos o tres boludeces insignificantes y así armar un bardo terrible.
Ésto es un premio al esfuerzo, y nos tiene que demostrar a todos los argentinos que cuando se quiere, se puede.