De acuerdo a un reporte de
Business Week, Google está tomando políticas mas estrictas con respecto a la libertad de los fabricantes para modificar las próximas versiones de Android a gusto. Esto se está haciendo notar por ejemplo al ver que Google retrasa la liberación del código de Android 3.0 Honeycomb.
Hasta ahora los fabricantes podían modificar el SO a gusto y personalizarlo sin la intervención de Google (que promocionaba a Android como una plataforma abierta). Una consecuencia de ésto es la variación en la experiencia del usuario que va desde excelente en algunos dispositivos a mediocre en otros.
El reporte dice que ahora Google tiene que aprobar cualquier modificación que se haga al sistema operativo por parte del fabricante si quiere tener un acceso temprano para desarrollar sobre la plataforma. Parece ser una buena manera de reducir la actual fragmentación de Android y como podemos ver ya se está notando en las tablets, que fueron anunciadas con el mismo software e interfaz de usuario.
Es probable que este cambio afecte principalmente a fabricantes pequeños que no tengan mucha relación con Google. Esperemos que sirva para estandarizar un poco el SO y nos evite llevarnos sorpresas al comprar un teléfono que brinde una mala experiencia de usuario.