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Tema: La piedra Oscura.

  1. #1

    La piedra Oscura.

    Bueno, voy a dejarles una historia que la vengo escribiendo desde hace ya mucho tiempo con la ayuda de mi amigo jeremias, y por fin llegó el momento en que tengo que sacarla a luz... muchas gracias, les dejo aqui abajo.

    Desde ese día, las cosas no volverían a ser las mismas. Por lo pronto, lo único que podía hacer era correr tanto como mis piernas me permitieran. Mi complexión física es tan robusta que si la tierra en donde piso está siquiera un poco mojada o apenas húmeda, dejaré una huella. Y vaya que estaba húmeda esa noche de lluvia, en la que no cesé de llorar, y no me di cuenta que había dejado un rastro, un peligroso recurso que en bandeja de plata serví a mis enemigos. Hasta el día de hoy me cuestiono cómo fue que logré escapar, y no puedo responder esa pregunta porque atrapados en un mar de sentimientos quedaron los recuerdos de la huida, y mi llanto, diluido en las gotas de lluvia. Pero grabadas a fuego en mi memoria permanecen las imágenes de aquel día.

    Desperté en lo que parecían ser unos matorrales cerca de la ciudad de Eldamor, a pocos kilómetros del bosque de los Espectros. Estaba tirado en la hierba odiando todo lo que existía, incluso a mí mismo y sufriendo por las heridas a mi honor y a mi cuerpo y por primera vez tomando conciencia de las consecuencias de los hechos de aquel día, cuando avisté a un sabio y su aprendiz que se dirigían hacia el bosque, del que yo con mucha dificultad había salido el día anterior. Al verme se apresuraron a ayudarme, percatándose de lo maltratado que me encontraba. Juntando fuerzas de donde no las había, me levanté.

    — ¿Te encuentras bien?, mi nombre es Thianty — me preguntó el discípulo.

    Sin darme tiempo a responder, un feroz tigre se abalanzó sobre el grupo, obligando al joven a sacar su navaja y clavarla en la mandíbula del animal. Cayó al suelo prontamente, manando de su boca borbotones de sangre. En los ojos de la bestia brillaba esa luz propia de aquellos que se saben derrotados y agonizantes, y esperan a que su vencedor termine con la batalla. Entonces el muchacho pronunció:

    —Zugasta et Zëilen.

    En ese preciso momento, mi mente se puso en blanco. Ese hechizo era el que habían usado los elfos para llegar a lo que querían, el conjuro por el que yo tanto padecí. Mis ojos se opacaron de furia y rencor y en el tiempo que dura un suspiro, desenfundé mi espada corriendo directamente hacia el lozano hechicero. Sólo habiendo tres metros entre nosotros, se apresuró a recitar:

    — Li Firu ut jes.

    Abrasadoras llamas interrumpieron mi carrera, pero a toda velocidad y con un alarido ensordecedor atravesé la barrera de fuego y le asesté un tremendo golpe en su yelmo. Aunque aturdido y tendido en el suelo, su perseverancia le permitió pedirle ayuda a la naturaleza y en pocos segundos las raíces de las plantas surgieron desde el seno de la tierra y rodearon mi cuerpo, pero antes de que pudiera quitarse de mi alcance, alcé mi espada por sobre mi cabeza, blandiéndola con ambas manos, augurando un golpe mortal.

    — ¡Suficiente! — gritó el anciano, despertándome de mi trance. Yo, muy confuso y arrepentido, me liberé de mi prisión herbal y asistí a su aprendiz para que se pusiera en pie.

    — Yo... no entiendo qué me pasó, no sé.... me siento mal — Me excusé.

    — No hay necesidad de explicar nada chico. Desde el primer momento vi la pena en tu alma y si acaso mi estudiante no se dio cuenta del aura de dolor que rodea tu noble corazón, no estoy haciendo bien mi trabajo.

    — No sea duro maestro, hasta los muertos vieron el lamento de este hombre. — aclaró el joven. Entonces comprendí cuán perceptivos eran estos viajeros.

    — Me llamo Shildur. Dinos, — me preguntó el veterano mago — ¿qué es lo que te carcome el alma, valiente guerrero?

    Vi entonces una luz de esperanza... Con estos poderosos magos de mi lado, podría combatir a los elfos antes de que fuera demasiado tarde.

    II


    Yo vivía en un pequeño pueblo humano en el Bosque de los Espectros, llamado Yhandor. Nací y me crié hasta el día de ayer en ese poblado con mi padre. Mi madre, que me nombró Ilandur murió en una travesía hacia el bosque, por lo que mi padre tuvo que cuidarme él solo. Me enseñó todo lo que sé hacer con la espada. Día tras día me entrenaba y luchábamos, pero él era muy fuerte y siempre me derrotaba, hasta que crecí y pude hacerle frente. A pesar de las dificultades que conllevaba el hecho de vivir en el bosque, éramos libres de hacer lo que quisiéramos sin el control de los vasallos del Rey. Nadie practicaba magia porque nuestra tradición era la lucha cuerpo a cuerpo. Las historias de valientes guerreros cuyas espadas vencían a los terroríficos hechiceros, nos inspiraban para entrenar muy duro. Mi padre siempre me llevaba al bosque para cazar animales. Pero había una regla: nunca ir más allá de un cierto punto, porque el bosque escondía oscuras criaturas que podrían acabar conmigo sin que yo pudiera hacer nada al respecto.

    Cuando fui creciendo, me volví muy curioso y le pregunté por qué la zona del bosque circundante al pueblo (donde nosotros siempre cazábamos) era segura, y él me llevó al capitolio del pueblo, donde todos se reunían para realizar las asambleas y discutir los problemas. Avanzamos a través de varias habitaciones que yo nunca había visto y pasando por una puerta custodiada por dos guardias, entramos a una sala vacía, circular, en cuyo centro había un pedestal. Allí estaba una piedra que a la vista me pareció común y corriente. Me explicó que aquella piedra había sido encontrada en el bosque por los fundadores del pueblo, y que ahuyentaba a todos los espectros y almas en pena que vagaban por el bosque.

    — Esta roca — dijo — posee un gran poder mágico, y los fundadores del pueblo siempre tuvieron mucho cuidado de protegerla ante cualquier amenaza. Según relatan los más antiguos, sólo hechiceros con gran poder podrían liberar su magia, pero nadie podría controlarla, sino que serían consumidos por su oscuridad.

    La piedra era muy famosa y se hablaba mucho sobre ella, tanto, que llegó a los oídos de un grupo de malvados elfos, habitantes del bosque, y su líder creía que podría usar el poder de la piedra para destruir Eldamor. Siempre hubo codiciosos que quisieron invadir el pueblo para quitárnosla, pero todos siempre fueron derrotados por nuestros soldados... Hasta ayer.

    Estábamos durmiendo en nuestra cabaña, cuando la alarma general sonó. Era un desastre. El pueblo estaba en llamas, a pesar de la lluvia. El panorama era totalmente desfavorable, íbamos a ser derrotados. Teníamos que llegar a la piedra antes que los invasores. Corrimos a través de los soldados y los elfos hasta llegar a la sala en que esta se hallaba. Pero antes que pudiéramos llevárnosla rápidamente fuimos interceptados por dos magos. Luchamos valerosamente, hasta que por fin los derrotamos, pero quedamos muy heridos, como pueden ver, y cuando vinieron más de ellos, comprendimos que no teníamos oportunidad. Luego de varios conjuros, mi padre, que tenía en sus manos el talismán, estaba indefenso y vulnerable. Entonces uno de ellos pronunció:

    — Zugasta et Zëilen.

    Yo no podía creer lo que veía: mi padre había sido asesinado por esos malditos. Mi corazón estaba lleno de dolor, de ira, de cólera, pero sabía que no tenía oportunidad contra dos magos yo sólo. Entonces, llorando escapé a toda velocidad, adentrándome en el peligroso bosque, y todavía ahora no recuerdo como me las arreglé para salir con vida de él.

    Me siento como una basura, dejé a mi pueblo y a mi gente atrás, vi a mi padre morir frente a mis ojos y no pude hacer absolutamente nada. Ahora, les ruego, les pido de rodillas que me ayuden a recuperar la piedra y liberar a quienes hayan quedado con vida del día anterior, y, por sobre todas las cosas, dar sepultura a mi padre.

    III

    — Tu historia es muy impresionante, — se sorprendió el joven — realmente lamento lo que pasó. Estaría encantado de ayudarte a tomar venganza.

    — Y yo no permitiré que pongan en peligro a ningún habitante de Eldamor — sostuvo el viejo — con gusto te ayudaremos. Pero antes que emprendamos el peligroso viaje, déjame calmar tus lesiones.

    A continuación, pronunció una serie de palabras, imposibles de citar, y sentí que mi cuerpo se recobraba de sus heridas.

    — Y déjame darte un presente — mientras de la nada, aparecía una hermosa espada, reluciente, brillante; lucía como si tuviera un filo tal, que cortaría una armadura sin temblar (aunque más adelante, me percataría que es capaz de cortar mucho más que una armadura).

    Así, los acompañé en su travesía hacia el bosque. Empecé a ponerme muy nervioso y algo asustado, porque fui criado teniéndole miedo al bosque. Supuse que preferiría estar delante de ese poderoso mago y enfrentar sus conjuros que caminar por ese lugar. Todos nos dábamos cuenta que en el aire había un hálito maligno. Ya no era de día: dentro del tupido bosque, la oscuridad reinaba y apenas podríamos ver, si no fuera por la magia del práctico joven, cuya mano hacía las veces de una lámpara de aceite. Yo ni siquiera me había molestado en guardar la espada en la funda, ya que sabía que debía estar en guardia porque el clima le decía a cualquier persona con sentido común, que el peligro podría llegar en el próximo pestañeo. La situación era muy tensa, pero preferí concentrarme en otra cosa que no fueran mis temores y les pregunté:

    — Entonces, ¿cuál era su propósito al dirigirse al bosque antes de que me conocieran? —

    — Mi maestro me trajo para que aprenda a lidiar con espectros y fantasmas, pero creo que esto es un poco más desafiante.

    — Ciertamente. Deberás tener todos tus sentidos alerta en este viaje, y tendrás...

    Estaba diciendo esto el sabio, cuando de la oscuridad infinita del bosque, surgieron dos elfos, quienes no traían cara de amistosos. Fue entonces cuando recordé las huellas que había dejado. Ellos no dejarían escapar a nadie para que su misión no peligrara. Apenas asomó el sol por el horizonte habían empezado a seguir el rastro.

    — Tyewo shiaän — terminó de decir esto uno de ellos y el tronco de un árbol cedió y se precipitó rápidamente sobre mí. Con una ágil pirueta evadí el contundente golpe, sin darme cuenta que ya una lanza de luz recorría una trayectoria cuyo destino era mi pecho. El sabio, gran conocedor de la magia blanca, invocó rápidamente un escudo de energía que evitó mi muerte, en el preciso momento que Thianty, con un impresionante hechizo, construyó un pozo en el lugar donde uno de los malignos magos estaba parado, con lo cual este último cayó en él, quedando encerrado después de que mi compañero rellenara nuevamente el hoyo, dando una merecida sepultura en vida al perverso elfo. Luego de recuperarme, con celeridad aplaqué al segundo mago con un golpe de tal magnitud, que toda la eternidad no será suficiente para que se pueda levantar.

    Entonces, después de lograr ganar esa batalla, seguimos nuestro camino, atravesando el río del que antes mi padre y yo solíamos abastecernos de agua. No nos pudimos tomar un descanso, pero por lo menos, el agua aclaró nuestras mentes y nos preparó para lo que venía. Entramos al pueblo... Desolación total. Las chozas reducidas a cenizas, cuerpos sin sepultar por todas partes, olor a muerte en el aire. Era realmente un ambiente siniestro. Nos abrimos paso a través de los muertos y los objetos en el piso. Yo sólo miraba hacia adelante, porque no podría soportar mirar los rostros de los muertos, con quienes yo había crecido y quienes habían sido mis amigos y también enemigos. Lo único que quedaba en pie era el capitolio, intacto, sin siquiera señal de todo lo que había ocurrido las últimas horas. Pasé todas las habitaciones acompañado de mis fieles amigos, por las que en algún momento mi padre me había escoltado.

    Finalmente llegamos a la sala de la piedra. La escena que se presentaba ante nuestros ojos era increíble y nos dejó a todos atónitos. Había un círculo de cadáveres rodeando el pedestal donde solía yacer la piedra, y había un elfo en pie en el centro de la circunferencia. Lo impresionante era que los muertos no eran humanos, sino elfos. Alrededor de su cuello, se podía apreciar que tenía la piedra como un colgante.

    — Estaba aguardando por una oportunidad para probar mis nuevos poderes — confesó — y creo que será muy divertido.

    — ¿Qué ha pasado aquí, por Dios? — pregunté como retóricamente, porque la respuesta ya me parecía evidente...

    — Nadie de estas sabandijas me es útil, ya no más — decía con total naturalidad, como si matar a docenas de sus seguidores fuera lo más habitual y lógico del mundo — porque ahora mi poder es infinito y nadie podrá detenerme, ni siquiera un poderoso mago como ese viejo.

    — Así que puedes sentir mi poder — le dijo Shildur, desafiante.

    — Y tú también puedes percibir el mío, por lo que ya debes saber que ni ustedes tres, ni nadie de Eldamor podrá conmigo.

    — Es que olvidas algo muy importante... — no pudo terminar de hablar el anciano mago, cuando un devastador rayo de oscuridad se proyectó hacia él. Como siempre, con unos reflejos felinos, Shildur invocó un tremendo vórtice de luz, comparable a una gigante garganta sin fondo que absorbía el inmenso poder del vil brujo. Thianty vio que la situación continuaba de la misma manera, y decidió que era el mejor momento de asestar un contragolpe, pero antes de que pudiera pronunciar palabra, del rayo de oscuridad, procedente del collar del mago, surgió una bifurcación que fue a parar al pecho del joven aprendiz... él sabía que su muerte era inminente. Lanzó una fugaz mirada hacia mí, acompañada con una sonrisa de triunfo. Heroicamente, conjuró un arcano hechizo de magia oscura, que desintegró su cuerpo y acopló su energía vital a mi espada. En ese momento, supe que en mí estaba poner fin a todo aquello, y de una manera que todavía no puedo comprender, ayudado por mi amigo que vivió por siempre en mi espada, partí en dos la Piedra Oscura, y, enojada con su poseedor por haber permitido que esto pasara, lo sumió en la más profunda y eterna oscuridad, tal como Shildur iba a advertirle. Rompí en el más triste llanto, por el sacrificio del valiente Thianty, y por todo el dolor que se había causado ese día, porque sólo unos pocos habían sobrevivido.

    — Ilandur, esto debe ser muy duro para ti, porque para mí es devastador — se lamentó el que sería mi nuevo y primer maestro — pero piensa en todas las vidas que nuestro ahora eterno amigo ha salvado. Ahora brindémosle a él, a todas las personas del pueblo, y a tu padre la sepultura que se merecen para que puedan ir con Dios. Y que en las generaciones futuras se cuente la historia de Thianty y de cómo salvó a Yhandor y Eldamor.

    Saludos, muy buena estadía.
    FuriusAO.
    Última edición por Lyons; 12/06/2011 a las 23:11
    SZERETUK
    <Lyons>

    Perro que ladra no muerde ~

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    La piedra Oscura III

  2. #2

    Re: La piedra Oscura.

    Antes de entrar al post flashié que era la piedra del mu, jajaj.

    Muy linda la historia!

    Saludos.

  3. #3
    Senior Member Avatar de MrMeister
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    Re: La piedra Oscura.

    pelotudooo.
    busca algo para hacer en tu vida, man.

  4. #4

    Re: La piedra Oscura.

    Porqué lo bardeas men , che esto de historias y eso va en la Taberna-.

    Muy buena

  5. #5
    El más lindo de Uruguay.
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    Re: La piedra Oscura.

    Cita Iniciado por MrMeister Ver Mensaje
    pelotudooo.
    busca algo para hacer en tu vida, man.
    Evita ese tipo de comentarios, no te quiero advertir.

    ON: Muy linda la historia!

  6. #6

    Re: La piedra Oscura.

    Muchas gracias a todos, me costo un monton realizar la historia, pero con ayuda de mi amigo... Hicimos lo más posible para que salga más rapido.
    Saludos.
    SZERETUK
    <Lyons>

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    La piedra Oscura III

  7. #7

    Re: La piedra Oscura.

    Sos el que gano el concurso en el tds? es la misma historia xD
    ya la habia leido y me gusto!
    Bueno suerte que sigas con esto y saludos!
    Cita Iniciado por Ronthor Ver Mensaje
    Que lindo cuando uno es famoso, pone Google pone imagenes escribi ronthor y apreta enter, anda bajando, cuando veas imagenes del furius de leo, eso quiere decir que me nombran todo el dia, la verdad me siento orgulloso, quiero mi premio miss lady...

  8. #8

    Re: La piedra Oscura.

    Cita Iniciado por rodrilp Ver Mensaje
    Sos el que gano el concurso en el tds? es la misma historia xD
    ya la habia leido y me gusto!
    Bueno suerte que sigas con esto y saludos!
    Si, me gane el premio, con la cuenta admin IRINA y The Magaa (jeremias)
    SZERETUK
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  9. #9

    Re: La piedra Oscura.

    Cita Iniciado por EiNjHATE Ver Mensaje
    Evita ese tipo de comentarios, no te quiero advertir.

    ON: Muy linda la historia!
    No lo adviertas, banealo a la mierda por pendejo.

    ON: Muy buena la historia, te felicito, vos y tu amigo tienen mucha imaginación :c

  10. #10
    Banned
    Fecha de Ingreso
    30 may, 11
    Ubicación
    Rafaela
    Mensajes
    724

    Re: La piedra Oscura.

    esta buena :B

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