Usted está transfiriendo a River, su equipo, calamidades propias, que tal vez debiera resolver en el plano personal.” “Usted se deprime tanto porque es joven y no se fogueó en la experiencia de los 18 años que pasó River sin mojar un título.” “Usted, como un niño, está viendo caer su fantasía mítica de que ‘los grandes’ nunca pueden caer.” “A usted le gustaría que a River no le descontaran puntos como a los demás equipos, porque eso lo ratificaría en su fantasía de que ‘los grandes’ son intocables: pero no es ésa la verdadera grandeza.” “Aquí en el consultorio, usted dice que los barrabravas son delincuentes, pero, en la tribuna, se identifica con ellos y los recibe con cantitos: es porque usted, aunque crea ser libre, se sumerge en la masa.[...]
Para entender mejor lo que pasa en cada caso, Halfon distingue entre simpatizantes, hinchas y fanáticos: “El simpatizante es el hincha circunstancial, contingente; el que probablemente no vaya a la cancha pero sigue cómo va el equipo. En otro escalón está el hincha promedio, que en el caso de River es hoy, digamos, un homenaje al sufrimiento. Y, todavía, el fanático: su grado de identificación con la divisa es tan intenso que en estos días no comió ni durmió ni pensó ni trabajó: se deprimió, sigue deprimido y se llenó de odio, tristeza, angustia y bronca. Claro que hay toda una gama de matices; algunos presentarán ciertas características del hincha y otras del fanático”.[...]
Marta Dávila, coordinadora del Departamento de Psicología de las Divisiones Inferiores de Independiente y psicoanalista didacta de la APA, subrayó que “el hincha, estrictamente, es el que pone en el fútbol los conflictos y las angustias personales que no puede resolver de otra manera. Yo atiendo en mi consultorio a hinchas de equipos que descendieron: no sólo River, sino Huracán, Gimnasia. Y todos han sufrido enormemente. Pero detrás de cada hincha hay una persona que sufre no ya por su equipo, sino por una situación particular que ha transferido a ese deporte. Sufre la suerte de su equipo como si fuera una tragedia propia porque, en el fondo, está reviviendo una tragedia que alguna vez fue propia”.