Vamos a tratar de hacer una respuesta ordenada. Nunca fue la intención de mis post tomar la actitud infantil de, ante la crítica, responder con una contracrítica obviando lo que vos me decías. Ahora, vos empezaste tu planteo diciendo que en la mayoría de los países hay un péndulo político que va de derecha a izquierda y así, y que el peronismo fue un detener ese péndulo (que consistía en Argentina en la alternancia de gobiernos militares autoritarios y gobiernos radicales que ponían énfasis en la institucionalidad) para perpetuarse en el poder.
Yo entonces te respondí que tus conocimientos de historia te estaban traicionando, ataqué tu planteo en el punto del péndulo: no existe en mi opinión ese péndulo que va de los militares a los radicales, porque a la llegada de Perón, apenas había habido un golpe de Estado anterior al del ’43. Vos dijiste que los golpes militares posteriores eran en realidad, equiparables al PAN y yo lo dejé pasar. Y ahora no lo voy a dejar pasar: no sé de qué manera el PAN es equiparable a Uriburu, de hecho, salvo por el fraude electoral y el autocatalogarse como liberales, tampoco los gobiernos de la Década Infame (los que implementaron el intervencionismo estatal en la economía) son realmente equiparables al PAN. Y tampoco podemos compararlos con el GOU ni con Onganía, es decir, los gobiernos militares no son uniformes.
Quiero ir todavía más allá, Weber dice que la política nacional moderna es prácticamente el arte de apropiarse del Estado y repartir puestos (El político y el científico), y se burla de los Parlamentos europeos dónde se cambian apenas los nombres y los discursos (es decir, los conservadores piden por las tradiciones, etc. Los progresistas de aquello, etc.) cuando las propuestas partidarias son casi indistinguibles. Así mismo ves el mundo y ese péndulo que vos decís propio de las democracias sigue sin aparecerme, y el ejemplo más gráfico es el PSOE aprobando leyes de flexibilidad laboral: para diferenciarse del PP, lo único que pueden hacer es ir sobre el discurso y hacer cosas más bien simbólicas como cambiar nombres de calles, quitar estatuas de Franco, etc.
Esto es una claudicación a medias, es decir, acepto que el peronismo es “perpetuarse en el poder” solo si aceptamos que la UCR no es algo distinto, y que es propio de la política conducirse así. Realmente Clap dijo que no veía en que universo Cristina y Menem caían bajo la misma ala ideológica. Carajo, no sé en qué universo caen bajo la misma ala ideológica Yrigoyen, Alvear, Frondizi (todos que me son simpáticos) e Illia (Alfonsín y De la Rúa si van bien con este último, no es casual que es el trío radical que detesto). Son cuatro radicalismos bien distintos!! Por eso también le respondí entonces a Claptrap que la identificación partidaria no es algo que sea real, ser radical o ser peronista es una cuestión de “feeling” muchas veces que excede a una realidad concreta. No es una hormona en la sangre, es un discurso, una manera de interpretar la historia y la actualidad que se ancla en la propia persona según simpatías y circunstancias.
Pero dije claudicación a medias, ni yo ni Weber creemos que sea todo tan simple, ni mi cada vez mayor escepticismo me terminó de consumir aúnAdemás, Weber estudia los partidos, y el peronismo es un movimiento
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Naturalmente que hay una base doctrinaria que sustenta estas simpatías, hay una historia y creo que va mucho más allá de “perpetuarse en el poder”. Perón es mucho más coherente de lo que nos quieren hacer creer, en dichos y en obras. Saquemos el boludeo de decir que el falangismo y el peronismo son hermanos y acto seguido decir “murió el mejor de nosotros” cuando cagó el Che. En el sustrato discursivo de Perón hay un dejo de filosofía clásica y respeto hacia la tradición, el peronismo, mientras Perón vivió es confesadamente cristiano católico y se sustenta en la Doctrina Social de la Iglesia. Hay un obvio interés en la clase trabajadora, sin ser por eso el movimiento una ideología clasista a la manera del marxismo, un entender la democracia más allá de las instituciones democráticas liberales, entendiéndola en una participación que las excede (a las instituciones) y tiene un tercio de caudillismo propio de Argentina, un tercio de las “instituciones naturales” (familias y gremios, algo muy teñido de conservadurismo) e incluso otro tercio en formas participativas más interesantes, como agrupaciones o ONGs (esto se ve en “Modelo para un proyecto nacional” escrito a la vuelta de Perón y comienzos de su gobierno). Los gobiernos de Perón muestran a su vez su preocupación por estos temas, además de mostrarse especialmente preocupados por la armonía nacional (el peronismo no valora el conflicto), el anticomunismo, la política internacional (que era clave y de importancia superior). Podríamos seguir nombrando cosas, ¿querés que sea crítico con el peronismo? De acuerdo, te voy a ser sincero, lo que nunca me gustó del peronismo es que es “estatolátrico”, que es un mal propio de los argentinos que quieren siempre que el Estado les resuelva los problemas. Todos los partidos y todos los gobiernos lo han sido, y la mayoría de los intelectuales también.
Ahora, la cosa se torna oscura con la muerte de Perón. Retomando a mi amigo Max, muerto el líder carismático, el Movimiento tiene dos opciones, morir o “burocratizarse”. El peronismo se burocratizó, se tornó un partido político más, con una mística propia, con una forma discursiva propia, y con un aparato de poder y de hacer la política muy propia. Menem y Cristina son muy diferentes, pero son los dos peronistas sin duda, uno me agrada y la otra no, y yo también soy peronista, que le vamos a hacer… Peronistas somos todos, en el fondo “argentinean et peronist converturtum” dirían los antiguos.
Más de un peronista de hoy me diría que miento y que el peronismo es la ampliación de derechos. Allá ellos, no me gusta esa definición y abre la puerta a que el matrimonio homosexual y el aborto sean considerados medidas peronistas, cuando el peronismo es en mi opinión de corte cristiano y conservador. Si algún peronista quiere discutirme y enriquecerle a Ror el debate, adelante, los invito.
Una última nota sobre lo que vengo discutiéndote, me hiciste dudar con lo de la Revolución del Parque, pero ahora estoy seguro que te equivocás. Desde el vamos, la Revolución fue derrotada, no abortada, y Alem estaba en pleno contacto con el comandante Campos quién lo traicionó. Para más info, te recomiendo que releas lo que sea que lees vos sobre historia patria, o fijate en Wiki que no es académico, pero tampoco es trucho y saca de apuros.
Y voy a decir otra cosa más, si se habla de peronismo, se habla de política argentina y de historia del siglo XX, y entonces se torna medio difícil no hablar también de los radicales y los militares y demás. No era mi intención quedarme en la acusación infantil de “ustedes también hicieron…”, me disculpo si mi manera de expresarme pareció eso.