Uno de los yanquis, el arzobispo de Boston, parecía el menos malo. Hizo investigar los abusos de menores en su diócesis y vendió varias parroquias y otros bienes de la Iglesia para pagar resarcimientos a las víctimas. No se si habrá largado a algún cura con la cana, pero bueno, it's something.

No entiendo a los que no son creyentes pero están "orgullosos" de que el papa sea argento. Qué cholulos idiotas.