ESTUDIO EN ESTADOS UNIDOS SOBRE TEMORES Y CONDUCTAS


WASHINGTON. ANSA

Un estudio realizado por la Emory University, de los Estados Unidos, señala que esperar el momento del dolor hace tanto mal como el dolor en sí mismo. Eso explica, entre otras cosas, por qué el momento de una inyección en los chicos es tan difícil de sobrellevar. Según los datos reunidos por el especialista en ciencias de la conducta Gregory Berns, cuando pasa el momento del pinchazo, los chicos suelen decir que "temían algo peor".

La conclusión sobre la gran tensión que produce esperar una situación que ya se intuye dolorosa está enmarcada en una serie de variados resultados que arrojó el estudio, cuyo desarrollo partió de un supuesto básico: "el miedo mismo hace tomar decisiones equivocadas".

La investigación, financiada por el National Institute on Drug Abuse, de los Estados Unidos, permitió refrendar esa afirmación y, además, ayudó a conocer mejor qué ocurre con los temores en general, y en especial, con el dolor.

El grupo de científicos que participó en el análisis de los 32 participantes voluntarios focalizó su atención en el "lado oscuro" de la relación entre la espera (que se reveló bastante traumática) de un dolor, y de su comportamiento asociado.

Uno de los ejemplos documentados fue el de un grupo que debía participar de una descarga eléctrica. Los voluntarios estaban plenamente informados sobre esa situación y lo que se observó es que alrededor de un tercio de ellos —los que tenían más miedo al dolor— prefirieron sufrir una descarga más fuerte sin tener que esperar, antes que aguardar por su turno y luego recibir un impacto menor.

El estudio realizado por la Emory University marca una tendencia dentro de este tipo de relevamientos de conducta. Se basa en la neuroeconomía, una disciplina que estudia el cerebro con un objetivo: comprender cómo son los mecanismos que se desencadenan frente a la toma de decisiones y elecciones.

Un investigador de la Universidad de Minnesota, Aldo Rustichini, la definió, en el sitio www.salud.bioetica.org, como un nuevo enfoque al que debería considerarse como una revolución.

"La neuroeconomía debería proveer una nueva teoría de cómo la gente decide en situaciones económicas estratégicas. Hasta ahora, el proceso de toma de decisiones era como una especie de caja negra", comentó Rustichini, que se desempeña como profesor de Economía.

Berns explicó que su investigación se basó en el estudio de imágenes cerebrales, tomadas mientras los voluntarios se sometían a diferentes situaciones. Y no tuvo dudas en decir que "el temor y el miedo son estados mentales que afectan la conducta".

Fuente: Clarín