A medida que se renuevan computadoras y demás equipos electrónicos, la preocupación por los desechos avanza. Se calcula que para fin de año en la Argentina habrá 20.000 toneladas de chatarra tecnológica muy contaminante y sin una política efectiva para su eliminación. Los proyectos de ley. Qué hacen proveedores y empresas

Por Irina Sternik
La oleada de anuncios sobre los novedosos sistemas de audio, TV, video y computación no van acompañados de una política de responsabilidad social de ningún tipo. Sin embargo, la cantidad de equipos aumenta a pasos agigantados año tras año. Según el INDEC, la cantidad de teléfonos celulares ya supera los 24,5 millones de unidades. Las computadoras de escritorio, por su parte, se vendieron como pan caliente el año pasado: según IDC se adquirieron más de un millón de equipos. Y, finalizado el mundial, estimaciones de empresas del sector indican que a fin de 2006 llegarán a 73.000 las unidades de plasma y LCD vendidas en la Argentina.
Qué sucede con los viejos televisores? Un dato concreto es que, para fin de año, la cantidad de desechos electrónicos ascenderá a 20.000 toneladas, según un estudio de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). A este tipo de basura se la denomina e-scrap, chatarra electrónica o residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (conocidos como RAEE, por sus siglas en inglés). Están compuestos por materiales contaminantes y peligrosos: metales pesados, mercurio, plomo, cadmio, cromo, sustancias halogenadas, CFC (clorofluorocarburos), PCB (bifenilos policlorados) y PVC (policloruro de vinilo), entre otros.
"Enterrar una PC o un celular en el medio del campo no es problema, enterrar miles es igual a un derrame tóxico", describe Gustavo Protomastro, director de E-Scrap (una red de operadores del mercado de residuos electrónicos y subproductos que desarrolla políticas para la reutilización y reciclado de este tipo de basura) y director de la consultora Ecogestionar.
Para Protomastro, la cifra calculada por la UTN sólo considera los desechos informáticos. "Un celular descartado son 0,2 kg; pero un monitor (20 kilos), una TV (40 kilos) o una heladera (60 a 80 kilos), aumentan significativamente la generación de RAEE".
Responsables
En la actualidad, hay varios proyectos de ley presentados y que aún esperan su tratamiento en las cámaras. Estos son el "Proyecto de Ley sobre Manejo Sustentable de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos", ideado por Alfonso Gambino, director ejecutivo de la Unidad Ejecutora de Manejo Sustentable de la UTN y presentado al Congreso en mayo del año pasado por las senadoras Amanda Isidori (UCR - Entre Ríos) y la ex senadora Marcela Lescano (UCR - Formosa). En marzo se presentó una iniciativa del senador Ramón Saadi (PJ - Catamarca) y un plan de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, llamada "Estrategia Nacional de Residuos Peligrosos de Origen Doméstico".
Entre los programas privados, Microsoft y la Fundación Equidad están a cargo de un proyecto denominado "Reciclado de PCs". El organismo (sin fines de lucro) recibe financiamiento por parte de la empresa de software, además de licencias y certificados. En la práctica, se trabaja en un taller de reciclaje solidario de computadoras, que posteriormente se donan a escuelas y organizaciones sociales y comunitarias. La propuesta apunta, además de la reutilización de equipos, a que los alumnos se capaciten y tengan una salida laboral en este oficio.
IBM tiene sus propias iniciativas: un programa de reacondicionamiento, un sector de venta de equipos usados y una iniciativa de capacitación. Mariana Moresco, gerente de Relaciones con la Comunidad de la empresa, expresa: "Los equipos, donados por clientes o IBM mismo, se entregan una vez reacondicionados a escuelas u ONGs que los utilizan con fines educativos. Además, hay una política detallada de reciclaje de estos equipos". Por otro lado, la unidad de negocios de Remarketing se ocupa de retirar equipos una vez finalizado el convenio con el cliente: "Un tipo de máquinas se destinan a desarme, recupero de partes y luego destrucción; y otras, a remanufactura" explica Francisco Rombolá, Gerente de Global Assets Recovery Services de IBM.
Muchas de las empresas fabricantes de hardware cuentan, a nivel internacional, con políticas de responsabilidad social.
Epson tiene un programa de recuperación y reciclado de productos usados desde 1999, que trabaja en la recuperación de impresoras, computadoras, escáneres y proyectores de cristal líquido. La empresa procesa mensualmente aproximadamente 20 toneladas de material, que puede ser adquirido por clientes dispuestos a comprar materiales recuperados.
Nokia, por su parte, cuenta con una política medioambiental que incluye requisitos que las empresas deben cumplir para ser sus proveedores. Entre ellos, se destacan: facilitar una declaración de todas las sustancias que utilizan en los procesos de fabricación y, de ser necesario, también deben acceder a inspecciones medioambientales. La empresa maneja sus políticas de reciclaje a nivel nacional, porque las legislaciones varían según los países.
Otras empresas, como Cisco y HP, también tienen políticas de reciclaje. Sin embargo, ninguna de las empresas informa sobre la existencia de centros locales para este tipo de actividad.
Donación, única alternativa
La legislación sobre los equipos en desuso es, como se detalla anteriormente, escasa y aún descansa en los despachos de las cámaras. En la práctica, los usuarios actúan de manera descentralizada. Algunas empresas donan los equipos en desuso a entidades benéficas como Emaus o Ejército de Salvación y otros intentan reutilizarlos.
En el caso de la empresa Atanor, Horacio Cucca, su gerente de Sistemas, dice: "No tenemos una política formalmente definida. A los desechos los almacenamos en un depósito durante un tiempo, luego los entregamos a alguna escuela técnica, donde los usan como material de aprendizaje. Los equipos en desuso y en funcionamiento son donados a hospitales, comisarías o escuelas".
En otros casos, se intenta aprovechar el hardware. Roberto Malnis, gerente de Tecnología y Comunicaciones de Meridian Financial, dice que la política a aplicar en caso de no poder reacondicionar las computadoras, sería adaptar las terminales como clientes remotos. Marcelo Pablo Canudas Ribó, responsable de seguridad en Tecnologías de la Información del Banco Ciudad de Buenos Aires, cuenta que los equipos que están por debajo del estándar tecnológico "se discontinúan y se reutilizan las partes que nos puedan ser de utilidad para el mantenimiento. Una vez examinados, los equipos son llevados a otro depósito donde se agrupan y son rematados para poder ayudar a comedores escolares o centro comunitarios".
En todos los casos consultados la intención es reciclar los equipos y colaborar con entidades de bien público. El ciclo de vida de las computadoras puede continuar un tiempo más. El problema es que, una vez finalizado ese período, el equipo no tiene donde ir.
El proyecto de ley sobre manejo sustentable de la basura tecnológica detalla las características de una recogida selectiva, la importancia de la valorización y reutilización de los equipos y las indicaciones para su tratamiento. También, la necesidad de que la información sobre las obligaciones de los productores y de los usuarios circule correctamente.


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Aquí no podemos hacerlo
Muchas de las grandes empresas de hardware informático tienen programas de reciclado y propuestas para sus propios desechos electrónicos. Sin embargo, muchos de ellos no cuentan con propuestas locales para que el usuario argentino pueda participar.
Si bien hay programas para el reciclado de PCs, el resto de los considerados desechos electrónicos, como celulares, parlantes, UPSs, impresoras, pilas, auriculares o cables, no están incluidos en las iniciativas de reciclado y recuperación de partes.
Tampoco el Gobierno parece incorporar este tema en su agenda. El proyecto de ley sobre el manejo sustentable de este tipo de residuos, presentado por la Universidad Tecnológica Nacional (ver nota central) cuestiona el efecto del programa nacional "Mi PC", que proyecta colocar en el mercado doméstico 10 millones unidades de PCs en los próximos diez años.
"Este plan y la necesaria actualización tecnológica, generará al menos unos cinco millones de equipos informáticos obsoletos en los próximos cinco años (...) De no mediar un manejo sustentable, las PCs descartadas en particular y los RAEE (chatarra electrónica) en general, terminarán en vaciaderos municipales que no fueron pensados ni están preparados para manejar los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos", justifica el proyecto de la universidad.

Fuente: El Cronista