Jugaron todos. Bastía fue el dueño del medio campo, a Romagnoli le tocó acompañarlo sobre la derecha y el paraguayo Salcedo fue por izquierda. Pellerano cumplió el rol de enganche, atípico para el ex Chicago. Sava la referencia en el área y Erwin Avalos para acompañar. La fórmula de Costas tuvo un resultado positivo: el ensamblaje en el primer tiempo fue casi perfecto. La pelota casi siempre fue del local y no sufrió en el propio arco. Aunque los centrales de la Lepra, Schiavi y Spolli, estuvieron muy firmes, más el buen trabajo del arquero Villar.
El trabajo de La Academia fue casi perfecto porque le faltó el gol en el primer tiempo. Desde temprano demostró por actitud y por juego que se había plantado en el césped del Cilindro para quedarse con los tres puntos. A los 3, Romagnoli se la bajó a Sava, y el Colorado sacó un derechazo que se fue desviado; el primer aviso. A los 5, Pellerano sacó un bombazo desde lejos que Villar embolsó con seguridad.
Pero fue a los 12 que Racing demostró el mejor funcionamiento. Bastía recuperó la pelota sobre la derecha y tocó para Avalos que la aguantó en el área. El delantero descargó hacia la derecha para la subida de Romagnoli que , de primera, sacó el centro pasado. Por detrás ingresó el paraguayo Salcedo, aunque su cabezazo se fue desviado. Una jugada excelente, muy aceitada, de un equipo que trabaja en la semana. Falló en la definición. Y la más clara fue seis minutos más tarde con una pelota parada. Centro desde la izquierda de Pellerano, cabezazo de Franco Sosa al palo. Racing merecía mejor suerte.
Delirio y festejo. Maglio pitó el final y la victoria de Racing fue inobjetable. El equipo de Costas se recuperó del traspié ante el Lobo jujeño y volvió a escalar en el Apertura. Jugando de esta manera los de Avellaneda estarán en la discusión de la punta con Independiente o con el que se arrime.