[Guia]Zak McKracken and the Alien Mindbenders (con soluciones)

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Guía de Zak McKracken and the Alien Mindbenders



» Fecha de salida: 1988
» Desarrollador: Lucas Arts
» Distribuidor: Lucas Arts» Plataforma: PC
» Género: Aventura Gráfica
» Textos: Castellano
» Voces: Castellano

INTRODUCCION

Zak y sus amigos deben de salvar al mundo de su estupidez, de lo cual quieren aprovecharse unos alienígenas para conquistar la Tierra. Debes de encontrar tres cristales de gran poder y unirlos para destruir las máquinas alienígenas.

PERSONAJES


Zak, Annie, Melissa y Leslie

ALGUNOS SCREENS





SOLUCIONES

SAN FRANCISO
Mi nombre es Zak, Zak McKracken y soy periodista. Durante algunos días, había tenido pesadillas escalofriantes sobre una invasión alienígena. También salía una chica... pero eso es otro tema. Nada más levantarme, cogí la pecera y, del salón de mi cómoda, una agenda de teléfonos. En el escritorio, en un cajón, cogí un silbato (kazoo). Quité el pez de la pecera vaciando esta en la lámpara. Me fijé que mi pared estaba bastante rasgada, así que le quité un trozo y, con ese trozo, conseguí coger mi tarjeta de crédito de debajo del escritorio. Salí al salón, donde coloqué los cojines y hallé mi mando a distancia. Conecté el enchufe y puse la televisión, donde salió la chica de mis sueños. Aún lo estaba flipando, cuando apagué la televisión de una vez. Fui a la cocina y cogí un cuchillo y, de un armario, unos lápices de colores. Con estos, dibuje el la rasgadura un mapa. En el frigorífico, antes de irme, cogí un huevo que debía de llevar allí una eternidad.

En la calle, llamé a la panadería, pero ya era demasiado tarde para el pan. Sin embargo, con mi insistencia característica, logré convencerle y me lanzó un pan más duro que la propia calle. Fui a la Calle 14 a una tienda llamada Lou's Loan, donde vendí mi cuchillo de mantequilla. Yo no tenía ni idea de que era de antigüedad y por él me dieron cien dólares. Con ese dinero, compré el chandal, el sombrero, las gafas con la nariz, el palo de golf, la guitarra y la caja de herramientas. Salí y, con el cortalambres (que estaba dentro de la caja de herramientas), me llevé el letrero de la tienda de al lado. Acto seguido, me puse las gafas y la nariz y entré en la tienda de teléfonos. Curiosamente, el encargado tenía mi mismo aspecto. Le entregué la agenda de teléfonos y me marché a mi casa.

De nuevo en mi hogar, usé el pan duro en el triturador y pulsé el botón. Al rato, lo apagué y abrí el tubo del fregadero abajo con una llave inglesa de la caja de herramientas. Conseguí algunas migas de pan, un útil alimento. Volví a la calle y fui junto al autobús, cuyo conductor estaba totalmente dormido. Le desperté con mi silbato y entré, poniendo la tarjeta de crédito en su máquina, con rumbo al aeropuerto.

EL AVION
Nada más llegar al aeropuerto, había un hare krisna muy nervioso. Le entregué mi tarjeta de crédito y le compré un libro para su causa. Acto seguido, embarqué rumbo a Seattle, a buscar más pistas sobre mis sueños. Dentro del avión, tras regalarme unas nueces, me di cuenta de que podía obtener algo de equipo del avión. Sin embargo, la azafata era muy pesada y no me dejaría acceder tan fácilmente. Por lo tanto, me levanté y fui al servicio cuando ella atendía a los pasajeros. Abrí la puerta, cogí papel del WC y lo atasqué en el fregadero, abriendo el grifo después. Pulsé el botón y volví a mi asiento. Cuando ella se puso a desatascar el papel, fui al otro extremo y metí el huevo en el microondas, produciendo un horrible olor. Cuando la azafata intentó solucionar este último problema, fui a la primera silla y, al mover el cojín, obtuve un mechero. Después, abrí todos los armarios hasta que encontré la máscara de oxígeno. Regresé a mi silla muy feliz.

SEATTLECuando salí del aeropuerto, cogí una rama de un árbol y le di las nueces a unas ardillas que por allí estaban, dejándome el camino libre hacia una cueva. Dentro estaba muy oscuro, pero pude tantear a ciegas un nido de pájaro abandonado, que cogí con el palo de golf. Tanteé y encontré parte de una pira (donde se ponen las antorchas), donde dejé el nido de pájaro y le prendí fuego con el mechero, creando luz. Al fondo, encontré unas marcas extrañas de color amarillo, que uní con mis lápices de colores. De repente, se abrió una puerta hacia un extraño pedestal. Usé el mando a distancia y obtuve un extraño cristal azul. Hecho esto, volví a San Francisco en busca de aquella chica.

SAN FRANCISCO
Ya en casa, fui hasta la Avenida 14, muy cerca de mi casa, donde vivía Annie. Como ella no me hacía mucho caso, decidí meterle el cristal por la ranura. Se sorprendió, pues abrió la puerta enseguida. Me invitó a pasar y me comentó que ella había tenido el mismo sueño, igual que sus amigas Melissa y Leslie, que estaban en Marte. Tras eso, Annie miró debajo de un tablero y encontró su tarjeta de crédito. Los dos nos fuímos en autobús al aeropuerto. Mientras Annie se fue a Londres, yo marché directamente a Miami.

KATMANDÚAfuera, encontré un vagabundo. Le di el libro y él me lo devolvió, junto con una botella de whisky. Mi destino era ir a Katmandú, pero tenía que hacer varios trasbordos. Primero fue el Cairo y, de allí, directo a Katmandú. Afuera, había un guarda vestido de morado, que me dejó pasar al darle el libro. El escritor del mismo estaba dentro, quien me dio una increíble cháchara. Antes de irme, decidí liarla un poco. Incendié una bola de heno y, mientras el guarda intentaba apagarlo, cogí el palo de la bandera y me fui al aeropuerto.

KINSHASA
Mi siguiente destino era la jungla zaireña. Allí, caminé hasta encontrar unas cabañas. Le di el palo de golf a un nativo y estos comenzaron una increíble danza. Anoté sus saltos y regresé al aeropuerto.

LIMA
Para ir hasta Lima, primero tuve que hacer varios trasbordos: Cairo, Londres y San Francisco. Ya en Lima, salí a la jungla hasta una especie de alimentador de pájaros y una fuente. Usé las migas de pan para atraer al pájaro y le puse el cristal azul. De repente, ¡¡¡me vi convertido en un pájaro!!! Fui, en mi nueva forma, hasta una enorme escultura y entré por su ojo izquierdo. Allí, cogí un pergamino. Volví hasta mi cuerpo y le di el pergamino, después volvió mi mente. Regresé corriendo a la jungla pues temía que algo iba mal, yendo hasta el aeropuerto.

MÉXICO
Mi siguiente destino era el caluroso México. No me dio tiempo a probar su tequila, pues rápidamente me fui a unas ruinas. Entré por dos columnas llenas de vegetación, entrando en el templo que estaba, además, totalmente a oscuras. Me di un paseo por el lugar encendiendo todas las antorchas que encontraba. Así, con un poco de suerte, logré acceder a una sala con un cristal.

MARTE
Entretanto, Melissa y Leslie en Marte también estaban trabajando en ello. Leslie, entró y cogió un fusible y la tarjeta de crédito, al tiempo que recargaba los tanques de oxígeno. Después, cogió la cinta y, afuera, entregó una tarjeta de crédito a Melissa. Ésta, entró en el vehículo y recargó también su tanque de oxígeno. Leslie se fue hasta un monolito, e insertó la tarjeta en la ranura para obtener dos boletos para viajar en el tren espacial. Con los boletos, regresó a una estructura triangular partida por la mitad, donde los usó abriendo una caja metálica. Quitó el fusible quemado y puso el nuevo. Cerró la puerta principal y abrió una lateral, por donde entró. Retiró una cinta y abrió un armario, donde cogió una linterna. Al mover la cama, halló un alien y se puso muy nerviosa. Cuando se tranquilizó, cogió al alien y una escalera. Con la escalera, limpió la arena y activó unos paneles solares. Luego, fue hasta el gráfico grande y puso la escalera en la puerta, accediendo a un panel. Pulsó los botones según los saltos que había visto Zak en Kinshasa y se abrió una puerta, en cuyo interior, con ayuda de la escalera, logró ver en una estatua un diagrama.

MÉXICO
Cuando recibí la información del diagrama, lo dibujé con el lápiz en el mensaje de la estatua. Obtuve otro cristal y salí de la pirámide. En el aeropuerto, elegí el destino de Annie, Londres.

LONDRES
Ambos estábamos en el Stonehenge. Le di a Annie el palo de la bandera, el pergamino, el cortalambres, el whisky y dos de los cristales. Annie era una chica inteligente, así que le dio el whisky al centinela, que se durmió al instante. Pulsó el botón de la barrera y cortó los alambres con el cortalambres. Ya en el Stonehenge, puso los cristales y el palo de la bandera en el altar; acto seguido, leyó el pergamino. Los cristales se fundieron en uno amarillo. Annie regresó y me dio el cristal. Decidí irme al aeropuerto

SECUESTRADO
Elegí ir a Miami y, desde ahí, al Triángulo de las Bermudas. El aviador me regaló un paracaídas, momento en el que fuímos abducidos. El piloto pulsó unos botones que anoté mentalmente. Fui capturado por los alienígenas y llevado ante su jefe. Tras un rato de charla, me dejaron y yo me fijé en el número en el que había terminado la lotería. Hecho esto, apreté los botones como hizo el piloto y salí corriendo hasta una zona donde pude saltar, usando mi paracaídas.

Caí al agua, donde usé mi silbato y apareció un delfín. Usé el cristal azul para tener su cuerpo y buceé hasta unas ruinas donde cogí unas algas y un aparato. Me di las cosas y regresé a mi estado normal. En ese momento, los alienígenas volvieron a aparecer y me llevaron junto a una máquina de rayos, donde me robaron varias de mis cosas. Al rato, estuve libre. Regresé a mi piso de San Francisco, pues esto sucedió en donde los teléfonos. Me recuperé poco a poco del efecto de los rayos. Empujé mi alfombra y usé la llave en la tabla suelta, creando un agujero directo a la sala anterior. Puse una cuerda para bajar y, abajo, en un armario, recogí todas mis cosas. Volví a subir y fui a la tienda Lou's Loan, donde aposté en la lotería el número que había visto antes. Después me fui.

MARTE
Mientras... Leslie y Melissa seguían liadas en Marte. Leslie fue hasta un pedestal, donde usó la escalera para coger una esfera. Recogio la escalera y una puerta se abrió. Encendió la linterna y, por un laberinto, fue hasta una sala con un generador. Pulsó los dos botones y, cuando la aguja llegó a verde, se quitó el casco con seguridad. Fue hasta otra sala con un mapa, donde leyó otro complicado diagrama

EL CAIRO
Al volver a Lou's Loan, me enteré de que había ganado la lotería. No me me pareció excepcional porque ya sabía por qué era. Fui hasta el aeropuerto y decidí ir primero a Miami para coger un avión a El Cairo. Fui hasta la esfinge, donde, en una de sus patas, había una inscripción. Decidí ponerle el segundo diagrama visto por Leslie, hallando una puerta secreta. Era otro laberinto, seguí la dirección: pasé por delante de una puerta con un barco; entré en la siguiente que tenía una persona y un sol; seguí recto; pasé por la puerta con hombre y sol, por un umbral, por la puerta con el barco y entré en la siguiente que tenía tres hombres; salí por una puerta con el barco y fui a la derecha entrando en la siguiente que tenía el hombre y el sol; pasé por la puerta con el barco y entré en la siguiente con el hombre y el sol; seguí recto y atravesé un umbral, pasé por delante de una puerta con tres hombres y entré en la siguiente con un hombre y un sol. Seguí otra vez recto pasando delante de una puerta con tres hombres y entré en la siguiente. Me encontré en una sala con un panel secreto.
Annie también se vino hacia El Cairo, hasta mi sala. Leyó unos jeroglíficos y pulsó unos botones en un orden concreto. Salieron dos dibujos a los lados. Yo usé mi lápiz de color en una especie de tapiz y me fijé en las extrañas marcas del muro. Otro diagrama. Hecho esto, salí hacia el aeropuerto con nuevo rumbo.

KINSHASA
Regresé donde el poblado zaireño y le di mi cristal amarillo al hechicero. Me enseñó como usarlo, como una especie de teletransportador. Lo usé y pulsé un poco por debajo del centro, hasta una sala extraña sin ningún tipo de puertas, pero con una palanca. La pulsé y se abrió un pasadizo en el suelo.

EL CAIRO
Annie, entretanto, salió de la esfinge y entró en una pirámide. Caminando a oscuras, logró acceder a la misma sala donde yo estaba. Ella apretó la palanca y cerró el pasadizo del suelo. Yo fui hasta el centro de la sala y usé el objeto candente en la base. Fui hasta Annie y me puse el mapa. Pulsé cerca de Lima y me encontré donde en el otro ojo de la escultura gigante. Cogí el candelabro y volví a El Cairo, poniéndolo en la máquina candente.

MARTE
Tras ponerme el traje, el tanque de oxígeno y la pecera (poniéndole la tapa), me teletransporté a Marte con el mapa. Allí, en unas extrañas marcas, dibujé el tercer diagrama que hallé y se abrieron tres puertas. Entré por la central en otro laberinto, que resolví fácilmente. Fui hasta el vehículo, donde estaba Melissa. Ella cogió un aparato sobre un cuadrado azul, una grabadora, y se puso el casco. Yo me rellené el oxígeno entretanto. Melissa se fue hacia la cara enorme, hacia un pedestal, donde fue luego Leslie para darle la cinta digital y la escalera. Puso la tapa de vinilo en la cinta y esta en la grabadora. Después lo encendió y lo puso a grabar. Leslie subió por la escalera y puso el globo azul, sonando una sirena. Luego, bajó, la cogió y esperó. Melissa, con la grabación, fue a una gran cámara y entró por la segunda puerta, donde le dio a reproducir. Se abrió una puerta y entró. A oscuras, atravesó una puerta y cogió un ank; en la tercera puerta volvió a usar la grabación y entró a una sala donde usó el ankh en un panel. Continuó y, en una máquina, oyó un mensaje alienígena. Cogió la llave de la pared y regresó al vehículo. Fue hasta la izquierda en el monolito y usó la tarjeta en la ranura, consiguiendo otro boleto. Leslie se cargó de oxígeno y fue también al monolito, al igual que yo. Sin embargo, las chicas se fueron hasta un monolito roto y una pirámide, en la que entraron, usando la escoba en el montón de arena. Yo fui junto a ellas al cabo de un rato, y abrí una puerta con el letrero que corté tiempo atrás. Entré y todo estaba oscuro. A la izquierda del todo, toqué un sarcófago. Leslie entró con la linterna y empujó el sarcófago, oyéndose un pequeño ruido. Yo subí las escaleras junto con Melissa, quien además fue hasta una caja que abrió con la llave, pulsando luego el botón de su interior. Yo, mientras, recogí los cristales y volví a Egipto.

EL CAIRO
Usé los cristales en el candelabro y pulsé, junto a Annie, una palanca. La sala relució y un haz de luz destruyó todas las máquinas alienígenas, salvando al mundo de una estupidez ingrata...

FIN

CODIGOS DE SEGURIDAD (PARA VIAJAR EN AVION):


Hace click sobre las imagenes y se agrandan...


Guia by Pepe Dunete
Fuentes:Varios foros